Vandalismo contra la Cruz Roja y los Discapacitados
Otros en cambio, optan por hacer el mal, destrozando cosas ajenas, de particulares o de dominio público; en ambos casos es lamentable; pero es más lamentables que sean contra bienes públicos; y sobre todo, que sirvan para un colectivo concreto: los discapacitados.
Una banda de desalmados, han destrozado las instalaciones y el material de la Cruz Roja destinado a los discapacitados; este acto tiene una doble maldad: por romper bienes de la comunidad y por tratarse de objetos para los discapacitados.
Estos energúmenos, que no merecen el calificativo de personas, se ve que no tienen otra cosa que hacer; presumiblemente, serán cuatro adolescentes, cuatro chiquillos, o quizá gente más mayor: borrachos que quieren dar la nota.
Sea como fuere, constituye un hecho muy doloroso, tratándose de bienes con dicha finalidad.
Esos vándalos ignoran que la vida da muchas vueltas, que una tragedia puede ocurrirles en cualquier momento, y que quizá ellos, Dios no lo quiera, puedan necesitar una silla de ruedas, o una silla anfibia.
Ha sido un acto salvaje y atroz, que no merece ningún tipo de disculpa; ni por parte de la ciudadanía, ni de la Administración; uno ignora las medidas que puede tomar el municipio afectado, lo que es seguro es que constituye un delito.
Las acciones de este tipo, deben ser castigadas con todo el peso de la Ley, así debe ser; el Código Penal contempla este delito en el Art.109, que dice: “La ejecución de un hecho descrito por la Ley como delito o falta obliga a reparar, en los términos previstos en las Leyes, los daños y perjuicios por él causados”.
El problema es averiguar si han sido menores, o mayores de edad, para aplicar la Ley correspondiente.
Esperemos que estos hechos no se vuelvan a producir, ni en Burriana, ni en ningún otro sitio, que respeten lo ajeno; ya sea de dominio público o privado, y que sepan que siempre hay un castigo para estos actos tan atroces.
Evidentemente hay varios tipos de discapacitados