Justicia para la empresa
Ante la situación que estamos viviendo, muchos empresarios se ven obligados a cerrar sus empresas, con las consiguientes deudas que estas pudieran tener; entra entonces el Concurso de Acreedores, que son las personas que tienen que cobrar del empresario. Dicho proceso es muy complejo; algunos acreedores pueden ser Entes de la Administración.
El Tribunal Supremo ha tomado cartas en el asunto, y en su Sentencia 12 de diciembre de 2014, considera que: “es contrario al espíritu general de la legislación”; ello quiere decir que dichos pagos deben anularse.
Esto, nos hace reflexionar en dos sentidos muy diferentes; por un lado el Tribunal Supremo se preocupa y quiere facilitar las cosas a los empresarios, gesto muy positivo del Supremo; se nota que su intención es ayudar al Mundo Empresarial, contribuyendo al apoyo de la economía.
Por otro lado, esta decisión la tenía que tomarla los poderes Ejecutivo y Legislativo; son ellos los encargados de establecer políticas y normativas necesarias para respaldar al empresario, siempre y cuando la situación de quiebra no sea provocada por éste, entonces estaríamos entrando en distintos cauces.
Está muy claro que hay que proteger al empresario para que genere puestos de trabajo, da igual de donde venga ese apoyo, lo importante es apuntalar esa economía y su base es la empresa en los distintos sectores.
La Banca juega un papel importante que no podemos dejar de lado, esta tiene que contribuir con todos sus medios; es el pilar del Mundo Empresarial y sin él no se puede hacer mucho por no decir nada.
Es bueno que desde todos los Estamentos colaboren con el empresario honrado, al emprendedor, a la persona que lucha día a día, que da trabajo y pelea para conservar su empresa o pequeño negocio, todos le tienen que ayudar.