Jubilaciones Anticipadas ¿no hay otra solución?
Como en matemáticas, algunas cosas se pueden hacer de dos maneras, obteniendo el mismo resultado; pero parece que “ciertos capitanes se han olvidado de mirar la brújula”, cuando el barco ya está zozobrando, y hace aguas.
Algunos podrán pensar que la Jubilación Anticipada es la solución del problema, que puede ir bien… eso es querer arreglar un roto con un descosido; no se han tomado medidas lo suficientemente eficaces y ahora lo quieren solucionar como sea.
Todos, hemos tomado la decisión con extrañeza, sobretodo viniendo de donde viene… sí, uno entiende que se tiene que seguir un programa… pero con ideologías no se puede gobernar en estos tiempos; hay otros gastos, otras partidas que parecen que son “Intocables”; y en tiempos de crisis, todos absolutamente todos, debemos perder, hasta las más altas “alturas”…
Meditando un poco sobre las jubilaciones, es una medida bárbara, es un zarpazo al Estado de Bienestar que tanto predican algunos; si hay que sanear la economía, que pongan más impuestos indirectos: en los casinos, en las cuotas de los campos de golf, en las bebidas alcohólicas… De ahí sí, se debe recaudar el dinero, porque ya está bien Señores…
Una persona que ha trabajado su tiempo reglamentario, no debe trabajar ni un solo día más, eso va en contra de la lógica más elemental; cuando uno ya tenga la edad, debe jubilarse tenga la profesión que tenga.
Por otra parte, hay profesiones que no son tan pesadas como otras, y si uno desea continuar, no hay nada de malo; pero tiene que ser algo voluntario, que decida la misma persona, que nunca sea una imposición.
Recordemos la historia del Movimiento Obrero, Siglo XIX, uno cree que nadie en su sano juicio quiera volver a aquellos tiempos; ni siquiera los que han propuesto semejante desatino, deben haber fórmulas que levanten la economía, no a costa de los trabajadores, que siempre han tenido que pasar muchos sacrificios, y no estarán dispuestos a un retraso de sus derechos y de su merecido descanso.
Sí, hay soluciones, que las apliquen de una buena vez, que no dilapiden más la confianza que algunos pusieron en “ellos”; ya se sabe que es difícil llevar el timón de un país, pero así no se puede arreglar nada, al contrario, sublevar al pueblo que ya está harto de pagar errores que otros cometen, como en matemáticas, que busquen la otra manera de hacer las cosas.