Ese grupo de presos
Se supone que los miembros de un colectivo debben ser iguales, exactamente iguales sin ningún ni privilegio; pero esto no es así para unas ratas que nos ha amargado la vida, la juventud y que ha teñido de Sangre la Historia de nuestro país.
En su larga trayectoria, además de matar, secuestra, extorsionar… los “angelitos” querían estar cerca de sus mamás; como si los demás presos comunes no tuvieran los mismos derecho, y solo fueran eso, comunes.
Los ex activistas y ex presos se han reunido en una localidad para adherirse a la paz, y enterrar las armas; dicha reunión ha sido autorizada por un juez, con en propósito de unirse al proceso de paz, una paz que no es solo de una Comunidad, es de todo el país.
Pero el mal ya está hecho, nadie va a resucitar a las víctimas mortales, ni sanará a los heridos, y pasará muchísimo tiempo para que aquella hermosa tierra, que es parte de España, que pese a unos cuantos… sea España, como otra parte que pretende sacar los pies del tiesto.
La Manifestación a favor de unos ideales que se pretendieron conseguir sembrando el dolor es innoble, sí, la Constitución reconoce el derecho a expresar un descontento del Pueblo, pero no se debería permitir que “unos señores” que defendieron sus “ideas” con armas se vuelvan a reunir.
Es una humillación que el Pueblo no tenemos porqué soportar, las víctimas y la sociedad entera merece un respeto; es hora de cerrar heridas, pero con esos actos nunca se van a cerrar.
Dicen que han dejado la lucha armada, se pueden decir muchas cosas, para los que hemos crecido con el terror desconfiamos, aunque no hayamos vivido allí, se nos encogía el corazón; ciertamente ahora hay paz, llevamos unos años disfrutando de ella, pero muy dentro de nosotros tenemos miedo que la serpiente vuelva a despertar, aún con más ira.
Esperemos que eso no vuelva a suceder, que el diálogo permanezca en la sociedad, que nunca tengamos que escuchar la noticia de un atentado, y que los temas políticos se puedan tratar por vías pacíficas; sin romper en ningún momento ni por nadie la unidad del Estado.
Realmente sr. Pérez, lo felicito. Es usted tan valiente cimo coherente. Sus escritos son siempre un acicate para la reflexión. Muchas gracias