Y por fin ganó alguien moderado
Nos temíamos que el populismo irracional reinaría en Europa, que el país galo repetiría el error de los Estados Unidos; por fortuna el pueblo francés ha optado por la moderación, y no por unas ideas que nos conducirían a un caos mundial.
El pueblo llano es sabio, e intuye qué candidato puede ser peligroso y quien no; una victoria ultraconservadora, hubiera sido muy destructiva, cuando tenemos al "ranchero rubito" que aplica políticas demasiado duras, contrarias a los Derechos Humanos en Norte América.
Se puede decir que hay dos clases de políticas: la interna y la externa, en este caso nos preocupa la externa, todo el planeta se vería implicado; y nadie podría salvarse; solo ellos, los poderosos, los culpables sí que tendrán sus buenos refugios atómicos.
El nuevo mandatario sabe, que muchos de los votos los ha obtenido para evitar una derecha demoledora, que no hubiese tenido piedad con nadie con el motivo del terrorismo Islámico; que por otra parte no es una excusa sin más; hay unos protocolos y unos procedimientos que se deben cumplir, por el bien de la Comunidad Internacional.
Los países miembros de la Comunidad Europea también hemos ganado, siendo Francia, uno de los países fundadores; eso nos afianza en una tranquilidad y en una paz relativa; tampoco hay que olvidad los atentados habidos en suelo Francés.
Hay que actuar sí, pero con moderación, prudencia y cautela; sin dejarse llevar por un racismo fuera de lugar; el nuevo presidente, hombre moderado, trabajará para que el orden vuelva a reinar en Francia, en Europa y en el mundo entero.
"Lo que acecha, conviene tenerlo en cuenta, es la consecuencia natural de esta Europa neoliberal en crisis: la norteamericanización de la vida pública europea. La UE es, cada vez más, la anti-Europa, una Europa no europea sino norteamericana y bajo hegemonía alemana: sistemas políticos gobernables donde los que mandan y no se presentan a las elecciones controlan férreamente a una clase política sin proyecto ni ideología y obligan a los electores a elegir entre la derecha y la mano izquierda de la derecha. La del movimiento obrero organizado y la de los derechos sindicales y laborales; la de los grandes partidos de masas, la del control del mercado y del capital financiero, la del Estado social, es decir, la especificidad de una Europa permeabilizada por 150 años de lucha de clases, por durísimos conflictos sociales y nacionales, por dos Guerras Mundiales, por la esperanza de construir una sociedad de hombres y mujeres libres e iguales comprometidos con la emancipación"