Errores Jurídicos
Últimamente, parece que todo haya dado la vuelta, que los presuntos culpables, incluso aquellos que una vez juzgados y condenados, resultan personas honorables; sobretodo esto sucede con los menores; mientras que las víctimas y sus familiares se tienen que esconder; que paradoja ¿no?
Los “cachorrillos” delinquen a muy temprana edad, pero no se conforman con robar unas naranjas: dan palizas, violan, queman a las personas… les cogen, les juzgan y cuando cumplen su condena, son puestos en libertad como si nada hubiera pasado.
Salen muy pronto de los Centros de Internamiento, a unas edades que todavía son muy jóvenes, vuelven a la calle, regresan con malas compañías, y otra vez a delinquir; es un círculo vicioso que ciertas Leyes no lo prevén.
Muchas veces se hacen las cosas sobre el papel, teorizando, pensando en lo mejor para la reinserción de estos elementos; aunque hay algunos que vuelven a ser personas normales; otros, no logran reinsertarse por diversos motivos, y ahí está el verdadero problema, cosa que obvia el Legislador que hace las Leyes; no obstante, tampoco se le puede culpar a éste, ya que cada delincuente o presunto delincuente es de una manera.
Lo que no está tan claro, y es un grandísimo error, penal y jurídico, es que una vez se haya cumplido condena, vuelvan al lugar de siempre, donde quizá vive la víctima, o familiares; es difícil encontrar una fórmula a este problema.
Hay delincuentes que se deben vigilar, o hacerles un seguimiento controlado una vez hayan cumplido su condena y según el delito que hayan cometido; esta cuestión se tiene que arreglar a nivel político y jurídico.
Con los que no son menores, pasa exactamente lo mismo; hay casos reales que no son nada agradables para ciertas personas, que se cruzan con ellos en la calle y éstos, vuelven a delinquir; hechos, que están pasando en nuestras ciudades…
Esto se tiene que terminar de una vez, que las personas de bien puedan vivir en paz, que no tengan el temor de verles la cara en cualquier momento, que busquen soluciones a estos hechos incómodos y que no vuelvan a pasar nunca más.