Carburantes por las nubes
Uno de los elementos más necesarios en la vida cotidiana, subió de precio el año pasado; teniendo en cuenta que la demanda cayó un 6%; por todos es sabido que los impuestos indirectos se extraen de las gasolinas y otros productos que tenían que estar exentos de ellos, según el periódico Expansión.com
Se espera una nueva subida para el año que acaba de comenzar, algo que no nos llena de optimismo precisamente; pero la situación actual no da para más; precisamente es otro lastre para las familias cuyas economías están maltrechas de por sí.
Se pronostica que para este año que termina de comenzar las subidas del precio de carburantes siga al alza; además del valor neto del crudo, hay que añadir los impuestos indirectos que necesita recaudar. Sí, esto es criticable para una inmensa mayoría, pero en tiempos de crisis todos tenemos que hacer esfuerzos; desde la cabeza del País, hasta el último ciudadano.
Esta situación no favorece a nadie, pensemos en las pequeñas y medianas empresas, un elemento muy importante de su actividad, transportando sus mercancías, dentro y fuera del casco urbano.
En el ámbito familiar supone un lastre más, dejando en el olvido las excursione de los domingos, volviendo a las partidas de parchís familiares, como en los años sesenta, .que vergüenza ¿no?
Pocos saben que el gobierno tiene potestad para imponer impuestos indirectos, aumentando el precio de la gasolina por ejemplo, algo muy lícito pero que a ninguno nos hace gracia. Aunque se podría aumentar más el impuesto de bebidas alcohólicas de alta graduación, el tabaco, la posesión de coches de lujo, de embarcaciones deportivas….
El combustible es vital, es un artículo de primera necesidad de uso constante para la población, y nadie debe sacar provecho de éste. Sí, hemos vuelto cuarenta años atrás pero las soluciones adoptadas no son las adecuadas.