¡No a la abstención!
Hace algo más de treinta años, los españoles recobramos la Libertad, la sana y natural costumbre de elegir a nuestros representantes; cuando aún creíamos en la palabra y pureza de las personas, las y los candidatos; salíamos de un túnel negro esperanzados con una sociedad mejor, y así ha sido.
Durante todo este tiempo, hemos estado y disfrutado de un Estado de Bienestar, hasta que de nuevo hemos entrado en otro túnel negro pero esta vez de signo diferente; el pueblo, único soberano, está desmoralizado y cansado de ciertos ineptos elegidos por nosotros, cuya única meta era “hacerse un futuro bonito”.
Ese desánimo ha ido creciendo poco a poco, algunos individuos se han ganado la desconfianza, cuando pusimos nuestras ilusiones en ellos, y hemos visto que nos han engañado, ¿y porque no decirlo? Que nos han robado.
Pero votar es necesario, es nuestro derecho reconocido por nuestra Constitución; muchas personas estamos desanimadas con los problemas que tenemos a nuestro alrededor; pero la solución no es quedarse en casa sin votar.
Al contrario, hay que salir, expresar quienes no nos gusta, por su mala gestión en el presente y en el pasado; y dando oportunidad a otras opciones que dejen actuar en la política, y que quizá tengan la clave de un futuro mejor.
La abstención no favorece a nadie, a las 2 de la tarde era de 23,89%; una tasa baja para lo que sería deseable; estas Elecciones Europeas son como un examen al gobierno, a la oposición y al resto de partidos; está claro quien se lleva el cero, y los otros partidos aprueban.
No hay que quedarse en casa, con un rencor que aunque esté más que fundado no conduce a nada; sólo nos queda la tranquilidad que hemos cumplido con nuestro deber de ciudadanos. No a la abstención.