El ejemplo de Jordi
Estos días ha sido muy sonada la dimisión de la tercera pata del gobierno del Ayuntamiento de Valencia, esto es, la dimisión del concejal y ya ex portavoz de València En Comú, Jordi Peris. Peris, independiente metido en política desde la Universitat y que se alió con el círculo de Podemos en la ciudad, ha dejado su acta y sus cargos en València En Comú tras perder la confianza de la mayoría de su partido y tras haber protagonizado, por ser el responsable, varias polémicas en los dos años escasos de legislatura que llevamos.
Se podrá, o no, estar de acuerdo con su gestión al frente de las áreas que le correspondieron. Se podrá, o no, compartir sus ideas, más a la izquierda que PSOE y Compromís y en la línea de Podemos. Se podrá, o no, compartir su dimisión. De lo que no hay duda es de que esta renuncia al acta ha sido todo un ejemplo en los tiempos que corren. Peris se va, del partido y del consistorio, pues al fin y al cabo, fue el partido quien le permitió acceder a un asiento en el Pleno, ya que en España las candidaturas municipales son cerradas y bloqueadas. Un ejemplo, puesto que asistimos diariamente a casos de concejales, de todos los colores, que se aferran a sus actas y no renuncian a ellas. A pesar de que tengan que aburrirse en el grupo de no adscritos y sin tener demasiado claro su papel, diputados y concejales se agarran como a un bote salvavidas a su acta de concejal para no desaparecer de las cámaras de representación.
Al contrario que Peris, una legión de concejales, muchos de ellos ex CS, junto a también ex diputados naranjas, engordan cada día las filas del grupo de no adscritos. Junto a ellos algún ex PP repudiado por estar inmiscuido en algún caso de corrupción, y también algún, o alguna, ex Podemos, como el caso de la diputada autonómica Covadonga Peremarch. Tránsfugas o no, Peris se va como lo que antaño se conocía como un señor. Sin acta y a su oficio, el de profesor. Antes que él políticos como Rosa Díez, Mayor Oreja o, con muchos matices, Pedro Sánchez, se fueron en busca de un futuro más acorde con sus ideales. Sin mochilas y con la conciencia tranquila.