Catalunya
Imbuido por el triunfo de la Selección Española me sentía optimista y confiado en que las cosas de aquí a más, iban a ser diferentes. Pero lo expuesto por Sus Señorías me hizo regresar a la triste realidad.
Como de costumbre, la estrella del espectáculo fue ¡cómo no! Cataluña y su Estatuto.
Fueron realmente lamentables las expresiones vertidas por el Señor Presidente, al afirmar que “acataba las decisiones del Tribunal Constitucional,” pero que “Tot es pot apanyar”.
Dadas las circunstancias, sería conveniente convocar a los españoles a un plebiscito de carácter obligatorio en el que los ciudadanos, cumpliendo con su deber cívico, determinaran las nuevas “fronteras.”
Los españoles desgraciadamente somos un pueblo unido superficialmente por el tiempo y el espacio, y profundamente separados por nuestros líderes.
Quizás Girona se sienta francesa. Galicia, portuguesa. Tarragona, aragonesa. Alicante, murciana. Valencia, castellana. Y Barcelona, marroquí o rumana. Ése sería el momento propicio de determinarlo.
La globalización, lenta pero inexorable, nos va convirtiendo en ciudadanos del Mundo, Cataluña, que no es ajena a la situación, se está diluyendo en una mezcolanza de inculturas.
En lo personal les diría a quienes, con tanto afán, buscan en las raíces, que levanten su mirada hacia el futuro. En las flores y no en las raíces está la semilla que generará nuestros destinos.
No seré yo quien opaque las virtudes ni señale los defectos del pueblo catalán, Ellos solitos se encargan de ponerlos de manifiesto. De cualquier manera, con la emigración de sus parientes pobres hasta ahora no les ha ido tan mal.
Pongan las cartas sobre la mesa y dejen de usar al pueblo español como excusa de su incapacidad. El problema catalán no es el pertenecer a España. Lo que realmente les frustra es que España no les pertenezca.
Bajo las actuales condiciones, si algún día Cataluña encontrara su “independencia”, los que la íbamos a perder seriamos nosotros.
¿Quién le dijo a usted que soy literato? Ja ja ja ¡No sea bobon! Le tomaron el pelo. Siga estudiando historia y si le sobra un poquito de tiempo agreguelé urbanidad y humanidad. Sabe "señor" Si usted representa a la ilustracíon ¡Vivan las "caenas"! Indudablemete que usted fue a la escuela ¡Qué desperdicio! Espero que sigamos en contacto, me resulta muy simpatico. Un saludo y tomese algo para la acide... s z Le aseguro sr. Jo que no me ofende yo tambien me pregunto comó cojones he llegado hasta aca. Espero que no sea quien imagino porque lo aprecio y mucho y sería un verdadero disgusto para mi.