“Vamos a contar mentiras… trailara… vamos a contar mentiras”
Al leer hoy en la prensa escrita, el resultado de la votación de la “proposición no de ley” presentada en el Congreso de los Diputados por el PP, inmediatamente me ha venido a la mente esta celebradísima canción que cantábamos todos en nuestra infancia.
No es que no lo esperara, pero esperaba un poco más de “vergüenza torera” por parte del PSOE.
Se trataba únicamente de revocar el acuerdo del Congreso del año 2005, por el que se autorizaba al Gobierno a negociar con el entorno etarra, siempre que se dieran unas determinadas circunstancias, entre ellas la ausencia de violencia, que dejaron de existir hace ya muchos meses.
Pues bien, asesinaron en el atentado de la T4 a dos personas, y ahora por el método habitual del tiro en la nuca de esos “cobardes gudaris”, han acabado con dos jóvenes Guardia Civiles, y el Gobierno y sus acólitos políticos como si oyeran llover.
Además, se les aconsejaba la conveniencia de ilegalizar a ANV y el PCTV, ambos brazos políticos de la ETA, en sustitución de Batasuna, como saben todos los españoles, aunque a los que les correspondería saberlo en primer término traten de ignorarlo.
Pues bien, tanto el Gobierno como el partido que les da cobertura se han opuesto a ello sin ningún argumento razonable que pudiera cuando menos ser entendible para quienes tenemos la mala costumbre de analizar las decisiones y huir de la “senda de los corderos”.
Hace unos días preparan una manifestación en Madrid para ponderar y reclamar “la derrota de ETA”, y ahora se niegan a quitarles la “botella de oxigeno” que les permite respirar en la impunidad.
¿Cuándo mentían a los ciudadanos, entonces o ahora?
¿Qué teme el PSOE de esas alimañas asesinas para tenerles tanta consideración?
¿Qué les debe?
Es incomprensible, inadmisible e inaceptable por el pueblo español que estos mentirosos que nos gobiernan, nos digan un día una cosa y al siguiente hagan todo lo contrario.
Que ante la proximidad de las elecciones quieran hacernos creer que están muy comprometidos con el final de la banda asesina para arañar los votos de los españoles fáciles de confundir, y sin embargo, se nieguen a demostrarnos ese movimiento… andando, que es como se demuestra.
Comprendo que CIU, ERC y el PNV voten en contra de la proposición del PP, ya que para ellos la vigencia de las reivindicaciones etarras de nacionalismo independentista es “agua de mayo” y la banda asesina les está haciendo el trabajo sucio, que ellos ni quieren ni pueden hacer.
Pero es intolerable que el partido del Gobierno les siga el juego como un burro atado a la noria, que no puede parar de dar vueltas… sin percatarse que no llega a ningún sitio, más que al punto de partida.
Llegué a pensar que, visto lo visto, Zapatero se habría percatado de su necedad y miopía política, pero los hechos han venido a demostrarme que es mucho mayor su apego al “sillón de la Presidencia”, al precio que sea y cueste lo que cueste, que aplicar con sensatez los preceptos que predica… sabiendo que nunca va a llevarlos a efecto.
Nuestro país, nuestra única nación actual, está llamada a ser un nido de conflictos y tensiones nacionales e internacionales, mientras este incapaz siga manejando los resortes del poder.
Así que yo por mi parte voy a poner todo lo que pueda para llegar al mayor número de personas posible para que puedan orientar el sentido de su voto y protegerse de la torpeza, inmoralidad política y vileza de alguien que parece decir una cosa pero piensa hacer todo lo contrario.
Al parecer son muchos ya los que no le creen, y la prueba es que a las manifestaciones “por el fin de ETA” convocadas por la ASOCIACION DE VICTIMAS DEL TERRORISMO han llegado a participar más de medio millón de personas. En la que convocó el PSOE, con la bendición del Gobierno, y la asistencia de algunas personalidades del PP, no pasaron de las tres mil personas.
Ese es el baremo de credibilidad de cada uno de ellos.
Por mucho que nos bombardeen los medios de difusión progubernamentales, las encuestas preelectorales me resulta imposible creer que sus datos sean fidedignos.
Nunca podré aceptar que en España hay tanto ciego de conciencia, tanto estómago agradecido y tanta gente desinformada.
Y si con sus manipulaciones llegase a ser verdad, no me quedará mas remedio que aceptar que tenemos el Gobierno que nos merecemos… por mucho que yo lo lamente.