Vacunas, negocios y la Unión Europea
En plena fiebre de vacunas en todo el mundo y cuando más necesaria se hace la fortaleza de la UNION EUROPEA nacen las primeras discrepancias.
No son fruto de la casualidad ni han surgido por generación espontánea, son consecuencia lógica de las tensiones comerciales que se generan entre los intereses de las empresas farmacéuticas y los atajos que han empezado a tomar algunos de estos países, rompiendo los aparentes acuerdos tomados, para poder coordinar globalmente todo el suministro de vacunas al conjunto de los ciudadanos europeos.
Pura ilusión alejada de la realidad de los mercados.
En vez de potenciar a los laboratorios propios que están ubicados en suelo europeo unido, empiezan a surgir los conflictos y Hungría, recurre a la Sputnik que es la vacuna rusa, parece ser que Austria y Dinamarca ya tienen firmados contratos prioritarios con Astra Zeneca que es la vacuna inglesa y sin duda sorteando los acuerdos globales que se hayan tomado en el Consejo de Europa cada cual ha empezado a hacer de su capa un sayo en un intento centrifugo e individual, de sacarse sus propias castañas del fuego.
¿Quién es el responsable de esa distorsión del mercado de las vacunas?
Vaya usted a saber, pero desde luego los únicos que no somos ni culpables ni responsables, somos los ciudadanos de a pie.
Vamos a ser las victimas de ese caos, sin comerlo ni beberlo.
Cada semana e incluso cada día, nos cuentan nuestros políticos un cuento diferente pero siempre saturado de mentiras, que son siempre sus verdades a medias.
Los responsables autonómicos, prometen en cada rincón de España unos cientos de miles de vacunas cada semana a partir del mes de Abril, el Gobierno habla de tenernos vacunados a todos los españoles antes de final de año y lo cierto es que en los dos meses y pico que llevamos de año, apenas se ha llegado a vacunar a un 1% de los españoles que seguimos estando entre los últimos en Europa, sin que nadie pueda decirnos el orden de prioridades en que se nos va a llamar y se haya orquestado ya una logística para llevarlo a cabo.
El Gobierno Español, acabara justificándose en La Unión Europea y sus decisiones conjuntas.
¿Cómo van a poder hacerlo si cada semana, se producen retrasos de los laboratorios en los envíos de vacunas por unos u otros motivos?
La capacidad de fabricación de todos los laboratorios europeos es de sobra conocida y no me cabe la menor duda, que si se quisieran hacer las cosas con sensatez, a fecha de hoy todo estaría perfectamente planificado.
Pero los intereses económicos de los laboratorios farmacéuticos y la falta de contundencia de los políticos para imponer unas políticas de obligado cumplimiento, nos han llevado a un extremo intolerable y absurdo.
Los intereses generales, quedan en un segundo plano y la pandemia sigue a su ritmo y cada nación de Europa amaga con buscarse sus propias soluciones, convirtiéndose en cómplices necesarios de este absurdo.
Soy un convencido de la defensa de la libertad de empresa y de la inversión en Investigación y Desarrollo y en la protección de las patentes y marcas, pero cuando se trata de una situación de crisis sanitaria generalizada, es de obligado cumplimiento velar por el bien común y esa debe de ser la prioridad de las Organizaciones Mundiales.
Y si la OMS no puede hacerlo a nivel mundial, del mismo modo que Israel, Estados Unidos, Inglaterra y Rusia han tomado unas medidas en sus territorios para protegerse, la UNION EUROPEA debe de actuar con la misma premura y unidad de criterios, para la defensa de los intereses de los ciudadanos europeos, sin que sean aceptables esas diferencias, fugas o grietas entre los diferentes Estados.
Por lo visto el Primer Ministro Italiano, Mario Draghi está empeñado en “poner los puntos sobre las íes en Europa” y estoy convencido de que si le hacen caso en Europa, es el camino a seguir, para salvaguardar los intereses generales de los ciudadanos europeos.
Porque si los intereses españoles, nos los tiene que defender nuestro Gobierno, estamos perdidos.
No soy un español pesimista, sino un europeo informado.
Hasta la semana que viene amigos.
