El urbanismo desproporcionado

Teníamos una normativa legal, que se regulaba por la Ley del Suelo, con las especificaciones y adecuaciones propias de cada autonomía.

Dentro de esas normas de obligado cumplimiento, en mi opinión, ni se podía prohibir a nadie que tuviese tierra, venderla, ni a nadie que tuviese dinero, o medios de conseguirlo legalmente, adquirirla.

Puedo garantizarles, que ni compré ni vendí un palmo de terreno de mi patrimonio personal, en los últimos años, por lo que la crisis urbanística, ni me ha beneficiado ni me ha perjudicado en absoluto, porque siempre he tenido muy claro el criterio de que quien especula en futuros, puede igualmente ganar o perder, y nunca he querido correr esos riesgos.

Siempre he creído en la libertad del mercado, dentro de los parámetros regulados por la ley, sin embargo tengo ahora que oír a gente de mi entorno, queriendo culpabilizarme de opinar como opino, y eso si que no me parece nada correcto.

A quienes me hacen ese reproche, antes les decía que a aquellas personas que ellos tildaban de “especuladores desalmados”, el día que las cañas se tornaran lanzas, ellos mismos les llamarían, “incapaces”, “insensatos” o incluso “burros”. Yo nunca lo haría.

Les criticaban cuando pagaban caro, disponiendo de su propio patrimonio, por si se enriquecían y aprovechaban ocasiones en las que ellos mismos no habían querido arriesgar, o no habían podido hacerlo por carecer de recursos o capacidad de crédito para endeudarse.

Y les criticaran ahora por haberse arruinado, al llegar las “vacas flacas”.

Todo menos aceptar que las empresas, funcionan en base a un riesgo, y ese riesgo, les permite ganar o perder, cuando realizan sus inversiones.

Eso supera con mucho la capacidad de entendimiento de la gente con mentalidad “funcionarial”, que es incapaz de emprender ninguna actividad empresarial, y que se limita a criticar a la gente con iniciativa, que asume riesgos, que es capaz de crear riqueza, de consolidar puestos de trabajo, y por supuesto de contribuir con sus impuestos a que ellos puedan cobrar sus sueldos todos los meses, sin asumir el menor riesgo.

Ahora les oigo decir, que los “empresarios de la construcción” pretenden que el Gobierno, les saque del atolladero, y no se me ocurre otra cosa que preguntarles que me digan a que empresas, ha sacado el Gobierno del atolladero.

Que yo sepa, en el curso de los últimos meses, las quiebras en el ramo de la construcción o de la promoción urbanística se suceden cada día, y se han destruido tanto en esa actividad económica, como en el resto de las industriales vinculadas a la construcción,( que son casi todas) mas de un 1,4 millones de puestos de trabajo en un año.

Hasta ahora, el Gobierno, aparentemente, sólo ha acudido en ayuda de las entidades financieras.

Y precisamente son estas las principales responsables de la crisis actual.

Las “hipotecas basura” americanas, apenas son un grano de arena, comparadas con las “hipotecas basura” que han inundado el mercado español, a través del sistema bancario, facilitando unos créditos hipotecarios a gente sin las suficientes garantías para devolverlos, a unos plazos tan largos como irracionales, y referidos a un MIBOR, que en su día era bajo, y ahora en poco tiempo se ha más que duplicado, es decir que si quienes asumieron el compromiso de amortización iban justos, ahora están, completamente asfixiados. Y de eso, no tienen la culpa los empresarios de la construcción.

Ellos compraban suelo, edificaban y trataban de vender con el mejor margen que podían, como hace cualquier empresario, con el producto que fabrica.

Ahora muchos de ellos, están en la mayor de las ruinas, porque no pueden vender sus propiedades, ni hacer frente a sus compromisos de pago, y por lo tanto el mismo mercado que les enriqueció, ahora les arruinará.

Pero, en España, el Banco de España, si ha tenido siempre unos mecanismo de control, sobre las entidades financieras, para salvaguardar la salud de las mismas, y los ahorros de todos los españoles.

Por lo visto , lo lamentable ha sido, que esos mecanismos de control, ya sea por negligencia de quienes deberían de aplicarlos, o por connivencia con intereses poco confesables, no se han puesto en funcionamiento, y ahora nos encontramos con unos Bancos o Cajas de Ahorros o Rurales, descapitalizados, faltos de liquidez y de las coberturas legales necesarias, y nos encontramos con el contrasentido, de que el Gobierno ha acudido a socorrer antes que a nadie, a quienes nos han abocado a esta lamentable situación.

Y lo comprendo, como medida de defensa del bien común, es decir de los intereses de los impositores.

Lo que no entiendo es que lo haga desde la opacidad, la falta de transparencia, y sin explicar detalladamente, cuales son las entidades que han incurrido en falta.

Y mucho me temo, que no lo hacen, porque el Gobierno sabe que inmediatamente todo el sistema financiero, le acusaría de lo que ellos no quieren ser acusados.

Sólo me faltaba leer hoy, que presumiblemente, ante la incapacidad del Ministro Solbes, para encontrar una salida a la situación, Zapatero tiene previsto nombrar Ministro de Economía a Miguel Angel Fernandez Ordoñez, actual Presidente del Banco de España.

¿No será por su brillante gestión al frente de la entidad que debería de haber controlado la salud de las entidades financieras?

En fin eso es lo que hay.

En una España, donde la gestión y administración, la llevan unos “funcionarios” y unos políticos con esa capacidad, no me extraña que en apenas un año, hayan conseguido convertir un superavit de las cuentas publicas de un 2.5 % en un déficit superior al 3 %.

Ese record ni lo ha batido ni lo batirá en muchos años, ningún Gobierno del mundo occidental.

Ese “honor” lo disfrutará en exclusiva el Sr. Zapatero, y su Gobierno, para su propia vergüenza.

Miguel Bataller Piera