Tres generaciones: casi una vida

Cuando uno se detiene a considerar el mundo en el que vive en plena madurez, y abordando el último tercio de su vida, no tiene mas remedio que asumir que es responsable en cierta medida, del mundo en que se desenvuelve.

Y haciendo un repaso detallado desde mi infancia, tengo que reconocer que no tenía casi nada de lo que hoy tienen mis nietos y ni siquiera de lo que hace unos treinta y cinco años tenían mis hijos, pero tenía algo que ellos, no tienen muy prometedor:

TENÍA UN FUTURO.

Debo empezar analizando la generación de mis padres, nacidos en los albores del siglo XX, de clase media y tuvieron que vivir dos Guerras Mundiales y una Guerra Civil española, durante la que contrajeron matrimonio civil, que luego reconfirmaron al final de la misma con el religioso, aunque ninguno de los dos era extremadamente devoto pero eso si eran creyentes y desde muy pequeños nos dieron a mi hermano y a mi la libertad de elegir, lo cual siempre les agradecimos.

No les sobraba nada, pero con mucho esfuerzo consiguieron darnos una educación adecuada, cuyas bases siempre fueron:

LIBERTAD,RESPONSABILIDAD, INICIATIVA PERSONAL Y AUSTERIDAD.

Y con muchos sacrificios por su parte, y bastante esfuerzo y sentido de la responsabilidad por la nuestra, nos situamos en la vida de una manera discreta, pero siempre con la mirada puesta en un futuro que sólo nosotros podríamos administrar y decidir.

Nadie nos iba a regalar nada, por lo que nos tendríamos que ganarnos nuestro futuro.

Ni nos planteábamos “lo que podría hacer España por nosotros”, lo contrario si.

Si de algo me siento orgulloso y satisfecho en nombre de mis padres, es que supieron educar a dos CIUDADANOS DEL MUNDO.

He tratado durante toda mi vida de inculcar en mis hijos esos principios, y diría que lo conseguí.

Sin embargo miro alrededor y contemplo con mucha preocupación la situación actual de España.

Nos está gobernando ya en gran medida la generación de mis hijos y en el aparato del Estado y de los partidos políticos también son ellos quienes manejan las riendas para bien…..o para mal, y en mi opinión, es manifiestamente mejorable su forma de gobernar y sobre todo de administrar, aunque sólo siguen la senda que les marcamos nuestra generación y los políticos a los que elegimos nosotros y les formaron a ellos.

Tenemos una clase política que se ha preocupado mucho más de llegar al poder y de mantenerse y enriquecerse, que de Administrar el Estado.

No quiero entrar en debates de derechas e izquierdas, que acabarían llevándonos al “Y TU MÁS”…. que es totalmente destructivo y discordante.

Disponemos de una cantidad de empleados públicos desproporcionada, para el tamaño de nuestra población, y encima hemos multiplicado la cadena de Administraciones y por encima de la Municipal, hemos creado las Diputaciones, y por encima de ellas las Autonomías antes de llegar a la Administración Central del Estado, que hemos diversificado entre Congreso y Senado, para poder darle representación en la misma a los diferentes Territorios.

Hemos sometido al Poder Judicial totalmente al Ejecutivo y nuestro Legislativo para justificarse ha parido un número interminable de Leyes que nace y desaparecen a velocidad de vértigo, en función de los intereses políticos de quien detenta el poder, para tratar de arañar algunos votos del adversario a ser posible dejando nuestros legisladores siempre los resquicios inapreciables, pero imprescindibles para que ellos puedan escapar al peso de la Justicia, cuando sean ellos los infractores.

Todo eso ha servido de acomodo prescindible (muchas veces blindado) para los miembros de los partidos que se han alternado en el poder.

Es decir han convertido en LIBERTINAJE lo que debía de ser LIBERTAD.

La gente de mi generación, ha tratado de orientar en general a sus hijos hacía un mundo funcionarial, que una vez aprobadas sus oposiciones, tenían garantizado su trabajo sin importar su dedicación o sentido de la RESPONSABILIDAD, en el ejercicio del mismo, lo cual no quiere decir que todos sean irresponsables, pero sin duda prima a los que lo son y eso es una “enfermedad contagiosa”.

Nos olvidamos de potenciar una SOCIEDAD PRODUCTIVA sustituyéndola por otra más cómoda para muchos, pero absolutamente improductiva e insostenible con el paso de los años.

Nosotros, teníamos que buscar nuestro lugar bajo el Sol, en la empresa privada ya que durante nuestra juventud, los cargos públicos y funcionarios de la administración del Estado era muy poco, y lo dice un hijo de funcionario municipal.

En Carcagente en los años 60, había 5 policías municipales y tres oficiales administrativos y tres auxiliares en oficinas más el Secretario del Ayuntamiento y el Tesorero.

Hoy eso se ha multiplicado como mínimo por 6 en oficinas y por 15 en Policía Municipal, y el censo es muy parecido, alrededor de 22.000 personas aproximadamente.

No había AUTONOMÍAS, uno de los principales cánceres de esta sociedad.

O entonces había un exceso de responsabilidad o quizás hoy de irresponsabilidad.

En la misma medida que se ha motivado el factor funcionarial, se ha detraído mucho capital humano a la INICIATIVA PRIVADA.

El incuestionable desprestigio y la caza del empresario llevada a cabo por una izquierda reivindicativa en exceso y un Sindicalismo “MADE IN SPAIN” ha conseguido destruir mas del 50% del entramado de la pequeña y media empresa, que siempre había sido el esqueleto sobre el que descansaba la productividad de la mano de obra de España.

Dejamos de exportar manufacturas y lo que el sindicalismo solía llamar “mano de obra barata”, y conseguimos acabar con mucha de esa “mano de obra”, para incorporarla al mundo del desempleo en el mejor de los casos o del enchufe partidista en el peor.

Ahora, deprisa y corriendo y en gran medida gracias al autoempleo, estamos recorriendo el camino de regreso, convencidos de que vale mas un salario o unos ingresos mas bajos, que no tener salario ni ingresos.

Por ese camino llegamos a los dos últimos puntos básicos de mi educación juvenil:

RECUPERAR LA INICIATIVA PERSONAL PARA AUTOEMPLEARSE UNO MISMO, Y VIVIR CON LA AUSTERIDAD QUE NOS IMPONEN ESAS CIRCUNSTACIAS.

Es decir que lo que estaba vigente hace más de cincuenta años, vuelve a estarlo ahora, pero con una diferencia fundamental:

NUESTRO PRESENTE A MITAD DEL SIGLO PASADO ERA DIFICIL, Y LUCHABAMOS POR UN FUTURO MEJOR…..Y ESO MOTIVA.

LOS QUE SE REINCORPORAN AHORA A UN TRABAJO PEOR RETRIBUIDO, VIENEN DESDE UN MUNDO MEJOR Y TENDRAN QUE ACOPLARSE A OTRO MAS DIFICIL……Y ESO GENERA FRUSTRACION.

Por eso no tengo mas remedio que culpabilizarme en la medida que me corresponda, junto a toda mi generación, porque no hemos sabido gobernar ni educar a quienes ahora nos gobiernan, y que son los hijos de nuestra generación, y mucho me temo que los hijos de su generación y quizás de alguna más SE VAN A PASAR SUS VIDAS PAGANDO LOS ERRORES NUESTROS Y DE NUESTROS HIJOS, por no haber sabido educarles como nos educaron nuestros padres.

Lo siento en el alma, y sé que voy a recibir críticas desde todos los puntos, pero es como yo lo veo, y como quiero explicarlo para ser consecuente conmigo mismo y en la medida de lo posible paliar el efecto negativo de todos esos errores.

¡Ojala nuestros hijos y nietos recuperen la capacidad educativa de nuestros padres!