Tenemos que elegir los españoles: ¿Queremos pensiones o autonomías?

No podemos seguir engañándonos, ni permitiendo que nos engañen nuestros dirigentes políticos.

Al ritmo que van creciendo nuestro numero de jubilados, en razón del incremento de nuestro ciclos vitales y a tenor de lo que se incrementan los gastos prescindibles para el mantenimiento de nuestro Estado de las Autonomías en sus estructuras actuales, seguiremos endeudando al Estado Español (que lo formamos todos los españoles) pese a un incremento irracional de la presión fiscal sobre todos nosotros.

Estamos hipotecando el futuro de varias generaciones de nuestros descendientes, que sin comerlo ni beberlo, van a heredar nuestras deudas, sin tener la menor responsabilidad en la generación de las mismas.

Va a ser necesario, un cambio con un giro de 180 º, ya que hasta ahora la norma, era que los hijos heredaran de sus padres un patrimonio acorde con la capacidad familiar del ahorro  acumulado durante el ciclo vital de sus progenitores y siempre o casi siempre muy superior a las obligaciones de pago contraídas y pendientes de pago al morir ellos.

De momento, con una deuda pública que supera los 1,200.000 millones de euros de Deuda Pública acumulada por nuestro Estado a repartir entre los 48 millones de habitantes que somos en España, nos sale una cifra tan increíble que sin duda es inasumible por cada español, pero lo grave es que sigue incrementándose sin ser capaces de frenarla de ninguna de las manera.

¿QUIEN VA A PONERLE ESE CASCABEL AL GATO?

Nadie hasta hoy, ha sido capaz de afrontar esa situación de quiebra absoluta del Estado y cada nuevo Gobierno que ha entrado ha agravado el problema sin el menor recato ni la decisión para acabar con ese cáncer que tiene que acabar irremisiblemente con la salud económica y financiera de España.

Aquí hay dinero para todos, menos para actualizar las pensiones de los españoles cada año, al mismo ritmo que se encarezca el costo de la vida.

Tan sólo VOX ha sido capaz de denunciar este hecho innegable y la respuesta unánime del resto de los partidos políticos de nuestro arco parlamentario, ha sido llamarles fascistas y extrema derecha e inconstitucional por decir abiertamente lo que debieron haber denunciado todos los que nos han gobernado con anterioridad, sin tener el valor de tomar las medidas necesarias para acabar con esa sangría de las arcas del Estado Español.

Llevamos años acumulando déficit y aunque afortunadamente ahora el costo de financiación es mucho más bajo, no dejamos de incrementar esa Deuda Impagable mientras seguimos amenazando a nuestro mayores con recortar de una manera drástica sus pensiones, en vez de recortar esa locura de gasto público que representan todas las Autonomías, con sus políticos perfectamente prescindibles, como sus asesores y los asesores de sus asesores y los más de 4.500 chiringuitos o Asociaciones de todo tipo, que reciben subvenciones para  el Feminismo, los grupos LGTBI, la inmigración ilegal de MENAS, los ERES ilegales de los sindicalistas de turno y otras zarandajas, que solo sirven de plataformas de financiación de los partidos que hoy pretenden Gobernarnos alimentado indignamente a aquellos cuyo objetivo es, desgarrar España en mil pedazos.

Y precisamente por eso, los españoles tenemos que tener muy claro, que ya está bien de dejarnos engañar y manipular por tirios y troyanos.

Si el Estado de las Autonomías, no solo no ha sido capaz de solucionar y vertebrar una España cohesionada, no sirve para nada, más que para generar unas deudas descontroladas, unos políticos despreciables y egoístas que solo piensan en cómo llenarse los bolsillos y alimentar sus egos personales o partidistas, NO NOS SIRVE DE NADA A LOS ESPAÑOLES QUE NO VIVIMOS DE LA POLITICA.

Por lo tanto, ha llegado el momento de escupirles a la cara a los que se consideran “políticamente correctos” que son éticamente y moralmente despreciables y políticamente prescindibles.

Acabemos con el cáncer que nos corroe las entrañas de España, recuperemos el sentido común si es posible, reestructuremos constitucionalmente un Estado sensato y sostenible, ajustando unos presupuestos austeros de gastos,  manteniendo a ser posible los impuestos abusivos que pagamos para ir pagando las Deudas del Estado contraídas intentando dar un ejemplo de laboriosidad, productividad y sensatez administrativa a las generaciones futuras, en vez de agravar irracionalmente una situación insostenible como pregona e intenta hacer esa izquierda radical de Pedro y Pablo.

ESPAÑA Y SUS GENERACIONES FUTURAS ME IMPORTAN.