También hay dos Compromís

Si la semana pasada traté el tema de la duplicidad socialista, para diseccionar a la vista de mis lectores las distancias y diferencias entre uno y otro, esta semana voy a hacer lo mismo con COMPROMIS.

Y lo hago para denunciar una vez mas ese travestismo de algunos de los partidos políticos actuales, que insultan la inteligencia de sus conciudadanos, queriendo ser a la vez “lo que son, y lo que no quieren parecer ser, es decir, todo lo contrario”.

Procuran tener varios discursos contradictorios, para poder justificar lo injustificable en cada momento, sin importarles en absoluto que sus contenidos sean contrapuestos.

En el PSOE eso no tiene sentido, porque se les supone a todos socialistas y sin embargo ahora muchas veces actúan como comunistas de pura cepa.

En COMPROMIS resulta más comprensible, ya que no son un partido, sino una coalición resultante de unos intereses comunes, pero no de una ideología única.

Esta “ensalada de intereses”, la componen en un 80 % aproximadamente los miembros del BLOC (anteriormente UPV) a los que yo llamo “CATALINOS” (porque son valencianos que reniegan de su condición de tales, para aspirar a ser catalanes de segunda categoría) y el resto son Comunistas escindidos de Izquierda Unida, al menos en esa proporción en la provincia de Castellón y presumo que en toda la Comunidad.

Lo acepten ellos o no, la ideología universalista del comunismo mezcla muy mal en esa alquimia política, con el nacionalismo independentista catalanista.

Y precisamente por eso, en estos momentos han surgido importantes discrepancias entre ellos, ya que mientras Enric Morera y Vicent Marzá aprobaron el pasado sábado12 de Septiembre, una resolución en el Consell Nacional del Bloc en apoyo de los partidos catalanes que defienden la Independencia, es decir la candidatura conjunta de “JUNTS PER EL SI” y CUP, los líderes de la coalición procedentes del comunismo como Mónica Oltra y Ribó se desmarcan porque saben que eso, más que sumar apoyos y votos lo van a pagar caro en las próximas elecciones generales.

A quienes me rebaten defendiendo que COMPROMIS es un partido nacionalista valenciano, les preguntaría yo ahora, porque si es así, toman partido en un tema ajeno a los valencianos para defender la independencia de los catalanes.

¿O será que pretenden rebautizarnos a todos los valencianos, con “aguas catalanistas” para que dejemos de ser valencianos y españoles y pasemos a ser catalanes, dependientes de ese Imperio catalán inexistente ahora y siempre?

Inmersos en ese servilismo a quien les paga y financia, antes de ser una “nación catalana” ya pretenden aspirar a ser “El Imperio Catalán” metiéndonos en ese saco inexistente a valencianos y isleños de las Islas Baleares, queramos o no queramos.

Para mitigar los efectos secundarios de esa insensatez y al mismo tiempo, para distraer la atención de sus propios votantes y confundir a la opinión pública se presenta a debate el posible pacto con PODEMOS.

En este caso las posturas están cambiadas.

Los nacionalistas catalanistas se oponen, temerosos de ser engullidos por el emergente movimiento comunista de Pablo Iglesias, que les dejaría reducidos a lo que son realmente (una minoría residual catalanista que ha crecido con el viento a favor de la confrontación entre populares y socialistas).

Los comunistas por otra parte abogan por el pacto, como lo lleva haciendo Alberto Garzón hace meses en toda España, ya que saben que sin el empuje juvenil del nuevo partido de Pablo Iglesias, el Comunismo español está condenado al fracaso como lo vienen verificando en cada proceso electoral en todo el suelo nacional, desde hace años.

Más les vale ser “cola de león a cabeza de ratón”, aunque pierdan su propia identidad, siempre que conserven una parcela de poder.

Y en ese “maremagnum” de contradicciones y confrontaciones internas, se mueve un partido que está haciendo un daño incalculable a la identidad valenciana, a su lengua, a su cultura, a sus tradiciones y a su Historia, ya que las ha puesto a todas ellas al servicio del catalanismo, como acabo de explicarles en esta columna.

Y al abrigo de toda esa confusión y amalgama de intereses, nos vemos ahora los valencianos gobernados por un TRIPARTITO, en el que tanto PSOE, como COMPROMIS e incluso PODEMOS, son a la vez lo que dicen ser y todo lo contrario, para poder conservar un equilibrio inestable de Gobierno, que no puede durar.

Como mucho llegará o bien hasta final de Octubre, en el que puede estallar como consecuencia de los resultados de las elecciones catalanas y la toma de posiciones de cada uno de ellos, o máximo hasta principios del años que viene, cuando después de las elecciones generales, cada cual tenga que posicionarse a fin de permitir la gobernabilidad de España.

Y eso, lo saben ellos tan bien como yo.

Y por eso en la Comunidad Valenciana y en Valencia, no se gobierna pensando en los intereses de los valencianos, sino en los de los partidos que forman la Coalición de gobierno.