Riesgos cuando alcanzan el poder las organizaciones terroristas

Vaya por delante mi más profunda simpatía ahora y siempre por el “débil”, como suele ser habitual a todos los humanos, pero los “árboles no deben de ocultarnos el bosque” de la problemática que se ha desencadenado.

De siempre les dije a mis amigos palestinos que no es adecuado ni interesantes para ellos el enfrentamiento directo con las fuerzas del estado judío, ya que son muchos menos los palestinos que los judíos en el mundo, y su capacidad económica, estratégica y bélica no admiten comparación.

Siempre les aconseje la negociación inteligente y el progresar paso a paso dentro de procesos pacíficos.

Pero los más extremistas entre mis amigos desde siempre han abogado por la teoría de atemorizar o aterrorizar a la sociedad civil israelita como el único medio de recuperar su tierra.

Incluso algunos de ellos llegaron a reconocerme que estaban dispuestos a que sus hijos se convirtieran en “bombas humanas” al servicio de la Yihad Islámica, a lo que siempre les respondí que yo iría yo mismo si estuviera tan convencido como ellos antes de enviar a un hijo mío.

Craso error el suyo, como se está demostrando.

Hasta hace poco tiempo (relativamente hablando) la ANP, que es lo que podríamos llamar el Gobierno representativo de la nación Palestina, y que tiene sus raíces en la OLP de Yasser Arafat y su grupo Al Fathá, tenía orientadas todas las negociaciones por la vía diplomática, y reivindicando paso a paso, habían conseguido que el Estado de Israel les cediera los terrenos conocidos como Cisjordania y la franja de Gaza, que son los dos territorios fundamentales en el establecimiento del Estado Palestino, reconocido por la ONU.

Una vez recuperados estos territorios, se llevaron a cabo elecciones libres en esas zonas autonómicas palestinas, y curiosamente en la franja de Gaza ganaron por mayoría absoluta los componentes del grupo terrorista, reconocido y catalogado en todo el mundo Occidental de “Hamas”.

Es decir, cae la autonomía de Gaza en poder de los terroristas, por métodos absolutamente democráticos, pero en vez de tratar de integrarse como lo había hecho con anterioridad “Al Fatah” emprenden una actitud mucho más radical, empezando a atacar desde sus territorios los intereses fronterizos del Estado de Israel.

Y aquí es donde quiero yo establecer comparativamente para nuestra mejor comprensión lo que podría llegar a producirse en el Estado español, en el supuesto caso de que los nacionalistas vascos se salieran con la suya y consiguieran independizarse del Estado Español.

Imaginemos que lo consiguieran, y una vez conseguida esa independencia hubiese elecciones generales en Euskadi o Euskal Herria (tanto da) y dentro de ese nuevo estado vamos a suponer que en unas elecciones libres y democráticas, en lo que hoy es la provincia de San Sebastián, ganasen las elecciones Batasuna (o ETA, que para mí son lo mismo) y desde allí empezaran a atacar intereses españoles o franceses, lanzando misiles o matando a ciudadanos de los estados limítrofes.

¿Cómo estiman Vds. que reaccionaríamos los españoles o franceses antes esas provocaciones?

Pues bien, a grandes rasgos y salvando todas las distancias que Vds. quieran y que sin duda existen, eso es en “esencia” lo que ha ocurrido ahora entre el Estado Palestino y el Estado de Israel.

Sin duda, la respuesta bélica del Gobierno de Israel nos puede parecer desproporcionada, por lo violenta, pero no olvidemos que en virtud de los tratados de Camp David en un principio y de Madrid más tarde, los judíos se comprometieron a entregar TERRITORIOS a cambio de PAZ.

Ellos cumplieron con su parte entregando los terrenos, pero a cambio y aparentemente no han conseguido que se respeten los acuerdos de Paz, ya que permanentemente se ven provocados, atacados y zaheridos por esos supuestos patriotas, que en mi opinión, al igual que los “etarras” en España, sólo conocen la democracia de las pistolas, de los obuses, del tiro en la nuca, y que de una manera más o menos preconcebida consiguen desatar las iras del Gobierno y el Ejercito de Israel, que responde con una virulencia desproporcionada.

Tratemos de aprender la lección, y sería muy conveniente que todos los españoles, como todos los palestinos, supiéramos realmente quienes son los que prenden la mecha de esa hoguera de odios y reacciones en cadena, que sólo encadenan miserias, muerte y venganzas ininterrumpidas, alimentadas por el odio y la incomprensión, en vez de establecer dentro de una calma establecida por los organismos internacionales, las pautas para acabar para siempre con el terrorismo internacional, que en estos momentos, parecer ser el que marca los tiempos de todos los conflictos en que anda sumido el mundo.

Al Qaeda, Hammas, Hizbulah y ETA no son en estos momentos más que grupos terroristas con unos objetivos comunes, que están interrelacionados entre ellos, y buscan desestabilizar el mayor numero posible de zonas del mundo, a fin de obtener sus propios objetivos, inconfesables en todos los casos, pero muy rentables para los cabecillas de esas organizaciones que viven del crimen, y por cierto nada mal.