¡Quien mal anda, mal acaba!
El rico refranero español, viene que ni pintado en este momento a la situación que hemos estado viviendo en España, desde hace ya muchos años hasta culminar hoy, siete de Enero con esta broma pesada, que ha sido la confirmación de Pedro Sánchez como Presidente de un Gobierno impensable hace apenas dos meses.
No porque lo diga yo, sino porque así lo reconocía el propio Presidente, que había anunciado a bombo y platillo a los cuatro vientos en España, que tuvimos que repetir elecciones porque:
“NO HUBIERA PODIDO DORMIR TRANQUILO NI ÉL NI LA MAYORIA DE LOS ESPAÑOLES, TENIENDO A PABLO IGLESIAS A SU LADO EN EL GOBIERNO DE ESPAÑA”
Hoy acaban de traernos los Reyes Magos de la política, ese inimaginable Gobierno que con tanto despreció y mal estilo había desestimado el líder socialista, pero aderezado con todos los requisitos más negativos que puedan ustedes imaginar, para la España Constitucional del Siglo XXI.
A la desgracia de tener en la Vicepresidencia del Gobierno a un comunista convencido y populista ocasional cuando le ha interesado (Pablo Iglesias, demonizado pocos días antes por el Presidente) se añaden todos los compromisos adquiridos por nuestro Presidente electo, con todos los enemigos de la España Demócrata, nacida de la transición post franquista.
Para ser elegido por la mínima, con apenas dos votos más a su favor que en su contra(167 a 165 y 18 abstenciones) ha tenido que contar con los votos de los separatistas catalanes y vascos empeñados en romper España en mil pedazos, como con los de los etarras o ex etarras de BILDU que sembraron España de 850 asesinados durante los años de sangre y fuego y ahora se pavonean en el Congreso de ser ellos con los independentistas quienes quitan o ponen en España a Presidentes del Gobierno.
Hoy he sentido un profundo desprecio y un asco insalvable hacia nuestra clase política, por consentir que se consagrara algo tan lamentable como incomprensible.
Creo que el socialismo español, se ha superado a si mismo.
Y digo el socialismo y no el “sanchismo” como dicen otros, porque no he visto a ni uno de los socialistas de hoy (y a muy pocos de los históricos) reprocharle al nuevo Presidente sus indignos pactos con todos los enemigos de España, para alcanzar su objetivo.
Se ha tratado de un canto a la EGOLATRIA, A LA VANIDAD Y LA INSENSATEZ que antes o después le van a pasar factura tanto al PSOE como a Pedro Sánchez, pero que lamentablemente seremos todos los españoles quienes pagaremos esa factura.
¡ALEA JACTA EST!
SOLO NOS QUEDA REZAR Y ESPERAR QUE DIOS NOS AMPARE.