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Por Miguel Bataller
Columna de Michel - RSS

¿Es posible una Europa comunitaria sin Alemania?

    Normalmente en todas las naciones del mundo, hechos del pasado dejan huellas indelebles y suelen marcar un futuro más o menos alejado en el tiempo.

    Los acontecimientos que están sucediendo en la Unión Europea actual, no son ni más ni menos que consecuencias de los que hemos vivido unos y otros a lo largo del último siglo, y por eso ante los mismos hechos, naciones heterogéneas como las que componemos la Europa actual, tenemos reacciones muy dispares.

    La coyuntura actual, delicadísima por demás, se puede afrontar desde la óptica alemana o desde la mediterránea, y por mucho que queramos ser iguales, nunca podremos serlo.

    Obviando razonamientos políticas que desviarían las razones de mi análisis, lo cierto es que por muchas disquisiciones que se quieran hacer, en estos momentos quedan solo dos posibilidades:

    1) AUSTERIDAD, LIMITACION DEL GASTO PÚBLICO, Y EQUILIBRIO DE LOS INGRESOS Y GASTOS DEL ESTADO, PARA EVITAR LA BANCARROTA.

    2) INCENTIVAR LA ACTIVIDAD ECONOMICA ENDEUDANDONOS LOS

    LOS ESTADOS HASTA NIVELES INASUMIBLES.

    Dicho en términos económicos: AUSTERIDAD frente a INFLACIÓN.

    Si la situación llega a enconarse, caben muchas posibilidades que ya se están barajando pero todavía no nos hemos planteado la posibilidad de que Alemania, en vez de pretender sacar de la Unión Europea a los países que no cumplan con los términos establecidos, podría decidirse a salirse ella, de la Unión Monetaria, y volver a asumir su propio control económico y financiero, usando el marco como unidad monetaria alemana.

    Dicho así, puede parecernos pura ciencia ficción en estos momentos, pero yo, vistos los derroteros que está tomando la situación, y la poca sintonía que encuentran sus predicamentos entre los dirigentes del sur de Europa (Francia incluida) es una posibilidad que no descarto para nada.

    ¿Qué podría ocurrir en esa improbable posibilidad?

    Sencillamente que, desaparecido el freno alemán para llevar a cabo la política expansiva que defienden y la mayoría de los gobiernos de centro izquierda, y algunos de la acera de enfrente, ya podríamos comportarnos como lo solíamos hacerlo los españoles en los años del último cuarto del siglo pasado.

    Incentivar el gasto publico, el consumo, la inflación, los niveles salariales y como consecuencia de todo ese movimiento y de las deudas contraídas, para poder soportarlo en los mercados internacionales……..DEVALUAR.

    Lo que para nuestros jóvenes universitarios, es algo insólito (la devaluación) para los jóvenes de mi generación era “el pan nuestro de cada día”.

    Mi vida comercial llevada en el campo de la exportación, miraba al cambio de la moneda, como la de los agricultores de la época miraba al cielo.

    Ellos para pedir que lloviera o dejara de hacerlo, para que no hiciera demasiado frío o demasiado calor, o para que no granizara.

    Los que exportábamos productos industriales manufacturados, pendientes del seguro de cambio o de la especulación que se derivaba de las fechas de cobro de exportaciones ya llevadas a cabo.

    E incluso nuestros clientes, especulaban también comprando divisa a plazo, para garantizarse un cambio mas conveniente para ellos según les aconsejaban allí sus banqueros o aquí los nuestros.

    Pura economía especulativa.

    Es decir, estaríamos retrocediendo en el tiempo un cuarto de siglo, y podríamos luchar con las economías emergentes con sus mismas armas, de control de cambio de sus monedas.

    No les quepa la menor duda, de que el cambio infravalorado del Yuan chino, facilita enormemente el crecimiento de sus exportaciones, y perjudica muy sensiblemente nuestra capacidad de competir.

    Pero con todo y con eso, seguramente los perjuicios derivados de esa decisión superarían con mucho las ventajas que podríamos obtener.

    Eso si, ya no podríamos culpar a la Sra. Merkel de nuestra situación actual.

    Tendríamos que aprender a vivir con nuestras propias responsabilidades.

    Venezuela y Argentina son ejemplos muy recientes de lo que ocurre cuando se utiliza la devaluación como “agua milagrosa” contra la “austeridad”, generando una inflación irracional.

    Por eso tenemos que elegir entre el camino que nos impusimos con la llegada del nuevo siglo, como solución a nuestros problemas seculares, o desandar el camino recorrido y volver a aquellas situaciones.

    Lo lamentable, es que quienes lo van a tener que decidir, ni lo vivieron, ni parecen haberlo estudiado detenidamente.

    Espero volver con todos ustedes en dos semanas.

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    comentarios 6 comentarios
    JOSE MEGIAS VERGES
    JOSE MEGIAS VERGES
    08/05/2013 09:05
    ¿QUIEN PAGARA?

    Hola ,Miguel dices que las empresas que tengan perdidad en Alemania se las pagaran ellos ,tal como estan marchando las cosas no creo que esto ocurra ,mira los prestamos que se dan a estas empresas y podras comprobar que los pagaremos los paises rescatados

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