¿Poder Político… Económico y Judicial? ¡Excesiva concentración de Poder!
Tanto el PSOE como el PP han disfrutado de mayorías absolutas suficientes como para haber acabado con esa aberración su hubiesen querido.
Pero, claro, cuando están en el Poder no les interesa, porque son ellos los beneficiarios de esas perversiones, y cuando están en la oposición se limitan a lamentarse de lo que hacen los otros… que no es ni más ni menos que lo que hicieron ellos al llegar al Poder.
Guerra proclamó la barbaridad cuando dijo en su día “Montesquieu ha muerto”, acabando con la autonomía del Poder Judicial.
Y entre todos colaboraron a hacer de las Cajas de Ahorros meros instrumentos económicos al servicio de sus intereses partidistas más tarde, poniendo una ingente cantidad de recursos económicos de los ciudadanos españoles en manos de quienes nunca supieron gestionar ni administrar y sí servirse de ellos, en el mejor de los casos para beneficio de su propio partido o ideología, y en el peor, para beneficio propio… o de sus allegados.
Y en esta columna es a este tema específico al que quiero referirme.
Las Cajas de Ahorros, en los últimos treinta años al menos, han pasado a gestionar un elevado porcentaje de la capacidad de ahorro de los ciudadanos españoles, y sólo hay que ver en el ranking de las instituciones financieras españolas, los lugares que ocupan La Caixa, Cajamadrid, Caixa Catalunya, Bancaixa, Caja Andalucía, Caixa Galicia, la CAM, CAI, CCM y otras de menor entidad, para saber que a través de los gobiernos autonómicos, más de la mitad de los recursos económicos de los españoles, no estaban gestionados por auténticos profesionales de las finanzas sino por políticos advenedizos de uno u otro signo, que no se preocupaban tanto de rentabilizar esos fondos para destinarlos a beneficios sociales del entorno del que se suministraban, como de promocionar, financiar o despilfarrar los recursos, con ajenos a la rentabilidad social para la que fueron creadas en su día.
No quiero enumerar una por una todas las corruptelas o corrupciones evidentes que se han denunciado y demostrado a lo largo de estos años, en todas y cada una de las autonomías españolas, porque la lista se haría interminable y me podrían tildar de partidista por uno u otros, y no es eso lo que critico.
Es el sistema.
Y el sistema, en una situación de caos económico y financiero como la actual, se hace mucho más patente.
Se habla de la inseguridad de la ciudadanía y del temor por los depósitos de sus ahorros y la verdad es que eso no es un tema excesivamente preocupante, ya que llegar a ese extremo ya poco importaba nada, pues el tejido económico total del país estaría totalmente triturado y la ruina sería tan apoteósica que poco importaría lo que nos garantizaran o dejaran de garantizarnos.
No quiero ni pensarlo, porque por muy incapaces que sean nuestro gobernantes (y los actuales han demostrado en materia económica ser unos “pardillos” e “irresponsable”), imagino que siempre les quedaría la suficiente dignidad para entregar las llaves de la “despensa nacional” antes de dejarla completamente vacía, como ya lo hicieron en 1996, y permitir que alguien más preparado y decente se ocupara de recuperar nuestro tejido económico, como sucedió entonces.
España siempre tendrá algún Rato para sacarla del atolladero… si no está ya en el más profundo de los abismos.
Lo curioso es que entonces se realizó un buen diagnóstico, se aplicó la medicina correcta, y en dos años se pasó de la indigencia al bienestar, aplicando sólo la más elemental de las lógicas.
Congelar los salarios de los más favorecidos por dos años (cargos públicos y funcionarios), eliminar los gastos superfluos e innecesarios, estimular la creación de puestos de trabajo y del autoempleo a través de la reducción de impuestos a los empresarios y de ayudas a los autónomos, y poner en marcha la locomotora de la actividad económica para que fuésemos más los contribuyentes… y que tuviéramos que soportar unas cargas fiscales menores cada uno de nosotros.
Es decir, “el huevo de Colón”.
Pero son tan torpes y tan sectarios que ni siquiera una lección recientemente aprendida son capaces de recordarla. Y están los mismos que estaban al frente de la Economía entonces.
Dicen que el “burro” es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra…
Aplíquenles Vds. mismo el adjetivo que merecen.
Por supuesto que algunas de esas medidas son impopulares, como lo fueron entonces, pero a veces, en medicina hay que amputar para que no muera el enfermo.
Claro que pretender que nuestros gobernantes entiendan eso… es ir demasiado lejos.
También sé que la situación no es idéntica a la de entonces, y que se ve agravada por el entorno coyuntural en el mundo, pero los efectos negativos sí se podrían paliar de algún modo aplicando los medios adecuados.
Si el enorme caudal de ahorros que han generado y administrado las Cajas de Ahorros, se hubiesen administrado con sentido común y rigor, ahora se dispondría en nuestro sistema financiero de un “fondo de garantía” mucho más estable, y ello ayudaría a sobrellevar la situación de una manera más natural.
En estos momentos tengo la impresión de que las Cajas de Ahorros, en vez de ser en gran modo la solución, se han convertido en parte del problema, no sé si mayor o menor que la de la Banca tradicional, pero sin duda… en un problema adicional.
Al menos la banca tradicional ha repartido beneficios y producido plusvalías, y se ha gestionado con la supervisión legal del Banco de España, con los preceptos legales, que vienen de muy lejos, y han convertido el sistema bancario español en uno de los más eficaces, serios y respetados del mundo.
Que conste que no tengo nada contra estas instituciones financieras (me refiero a las Cajas de Ahorros), y al contrario siempre contaron con mi simpatía por los beneficios sociales que solían generar en su entorno.
Pero creo que ha llegado el momento de terminar con el control y dominio que ejercen sobre ellas los poderes políticos, ya que en general donde meten la mano sin estar preparados ni conocer el medio, suelen producir un desorden descomunal, y eso lo estamos sufriendo ahora los españoles en los dos campos donde más perniciosos han sido:
En el Económico… y en el Judicial.