OPINIÓN
El pacto en el País Vasco…."Un modelo a perfeccionar"
03/04/2009
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Parece ser que ya están cerrados los acuerdos de gobernabilidad en el País Vasco entre el PSOE y el PP con el fin de imponer la cordura, la sensatez, el respeto a la legislación vigente en España y a la Constitución como normas básicas de dichos acuerdos.
Después de 30 años de ir socavando los cimientos del Estado Español, desde las instituciones vascas, parecer ser que ha llegado el momento de abrir las ventanas, de levantar las alfombras y de pintar las paredes de una parte de nuestra única realidad nacional que se estaba desmoronando y a la vez tratando de arruinar la convivencia entre los españoles que allí viven.
Por una vez, parece ser que se impone el sentido común y se olvidan los cinturones “sanitarios” que se impusieron hace unos años en Cataluña, en Baleares y en Galicia, para aislar al PP en una maniobra para perpetuar en el poder al socialismo apoyado por todos los nacionalismos mas o menos independentistas.
Posiblemente se hayan dado cuenta los mismos socialistas que por ese camino sólo se llegaba a la desintegración de la realidad nacional española y a la sangría de los fondos del Estado en beneficio de quienes menos españoles se sienten.
Si es así, una vez más se demuestra que siempre aciertan cuando cambian de actitud, después de persistir en el error, como ocurrió también en la lucha antiterrorista y en el reconocimiento de la “crisis” cuando ya estaba enraizada después de meses de negarla.
Pero más vale tarde que nunca.
El PP vasco ha demostrado un sentido común y un realismo y sensatez al entregarle la gobernabilidad al PSE, después de redactar unos compromisos mediante los cuales se especifican las normas fundamentales sobre las que trabajar.
A) Erradicar y perseguir a los terroristas y asesinos hasta la extenuación, sin posibilidad de nuevas negociaciones con ellos.
B) Reconsiderar la política lingüística, con el bilingüismo real y constitucional, como base educativa, sin persecuciones y prerrogativas de las lenguas regionales sobre la que une a todos los españoles ni tampoco de esta sobre aquellas.
Con dos preceptos tan elementales como poco desarrollados en los últimos años, se ha llegado a un acuerdo por el cual los populares, renuncian a presentar ninguna moción de censura contra los socialistas, mientras estos no incumplan lo pactado
Y a partir de ahí, unos gobiernan, “limpian el corral” de toda la basura acumulada, y los otros les apoyan en su labor de gobierno, sin participar en él, para nada.
Es decir, el PSE, se responsabiliza de su labor de gobierno, dentro de unos parámetros prefijados, y suyos serán los logros que consigan, hasta las próximas elecciones.
Pues bien, “exactamente lo mismo” les sugeriría yo a los dos partidos mayoritarios, que hicieran y pactaran, incluso antes de las próximas elecciones generales, para evitar que en un período de crisis como el actual, los conocidos “partidos sanguijuelas” que tratan de sacar partido de todas las situaciones en que se les necesita, siguieran desangrando a España.
Basta ya de “tripartitos” o “pentapartitos”, para gobernar ninguna región española.
Tratemos de administrar con sensatez, y evitemos que cuatro oportunistas sin apenas apoyo social, tengan que aprovecharse de la coyuntura, para sacarle fondos a un Estado, en estado “cataléptico”, por una situación de crisis profunda, o de mala administración.
Sería mucho más conveniente firmar esos pactos “a priori”, de forma que después de las elecciones, quien sacase una mayoría, aunque fuese relativa, tuviese la responsabilidad de gobernar, y los otros aceptasen ser una oposición sensata y controladora de los cumplimientos de los preceptos preestablecidos, para que nadie pudiese sacar provecho de las circunstancias.
Los mini partidos, solo tienen como finalidad alimentar el ego de quienes los promocionan para situarse en la vida.
En cuanto no tocan poder, ni fondos oficiales de los que retro alimentarse pierden todo el sentido, y acaban desapareciendo.
Pero si por cualquier circunstancia o coyuntura política, se hacen imprescindibles para poder gobernar, tanto a nivel municipal, como autonómico o estatal, su prioridad es rentabilizar económicamente las inversiones hechas para el cumplimiento de su objetivo, y hacen pasar por el tubo de sus “caprichos” interesados a quien le necesita.
Veremos a partir de ahora, con el PNV fuera del poder en las vascongadas, lo que duran todos los partidos residuales con apenas representación parlamentaria o municipal allí.
Baste mirarse en el espejo de una Izquierda Unida, que pese a los mil pactos y confederaciones llevadas a cabo en todo el Estado español, apenas tiene ya representantes, y es que ni el comunismos tiene ya una razón de pervivir, ni sus ideólogos , han actuado nunca en base a esos preceptos que predican….y no viven.
Se han unido a Dios y al Diablo, donde han creído que les podría ser útil, para acabar desapareciendo fruto de su propia inconsistencia.
Otro tanto diría aquí, en nuestra comunidad valenciana de UV, Coalición Valencia y sobre todo del Bloc, este último al servicio de un catalanismo, que tendría una razón de ser en Cataluña, pero que aquí en la región valenciana, ha perdido todo predicamento, por no haber defendido nunca los auténticos intereses valencianos, y haber pactado con todos los socios que se le ofrecían, con tal de poder tocar poder……, sin haber pasado nunca de una pequeña representación municipal.
En Mallorca, el partido más afortunado ha sido Unió Mallorquina, que con un solo
representante en el parlamento balear, ha hecho bailar a todos, al “son que le interesaba”, vendiéndose a “tirios y troyanos” para conseguir sus objetivos.
Ya es hora de que los partidos mayoritarios, entiendan que estos grupúsculos, no pueden ser quienes decidan la sensatez en el Gobierno de ningún tipo, y se decidan a alternarse en el poder, o a disfrutar del mismo, en función de lo bien o mal que sepan llevar a termino sus programas de gobierno, sin rencillas, sin envidias y sin ser manipulados, por quienes no representan a casi nadie.
Donde más dificultades pueden encontrar es precisamente en Cataluña, porque allí el PSC dispone de una autonomía total, y es más nacionalista catalán que los partidos catalanes, tanto constitucionalistas como independentistas, pero habría que tratar de demostrarles, que también el PSC es cautivo de sus propios errores, y tratar de llegar a hacerles ver la conveniencia de ese pacto nacional de Gobierno, que sin duda preservaría la solidaridad nacional, en contra de los intereses mas o menos inconfesables de cada nacionalismo, y de todo grupúsculo de cualquier tipo de interés que se le presuponga.
Espero y deseo que lleven a fin esta idea, ya que es la mejor solución para disfrutar de una democracia sana…..y duradera.
Después de 30 años de ir socavando los cimientos del Estado Español, desde las instituciones vascas, parecer ser que ha llegado el momento de abrir las ventanas, de levantar las alfombras y de pintar las paredes de una parte de nuestra única realidad nacional que se estaba desmoronando y a la vez tratando de arruinar la convivencia entre los españoles que allí viven.
Por una vez, parece ser que se impone el sentido común y se olvidan los cinturones “sanitarios” que se impusieron hace unos años en Cataluña, en Baleares y en Galicia, para aislar al PP en una maniobra para perpetuar en el poder al socialismo apoyado por todos los nacionalismos mas o menos independentistas.
Posiblemente se hayan dado cuenta los mismos socialistas que por ese camino sólo se llegaba a la desintegración de la realidad nacional española y a la sangría de los fondos del Estado en beneficio de quienes menos españoles se sienten.
Si es así, una vez más se demuestra que siempre aciertan cuando cambian de actitud, después de persistir en el error, como ocurrió también en la lucha antiterrorista y en el reconocimiento de la “crisis” cuando ya estaba enraizada después de meses de negarla.
Pero más vale tarde que nunca.
El PP vasco ha demostrado un sentido común y un realismo y sensatez al entregarle la gobernabilidad al PSE, después de redactar unos compromisos mediante los cuales se especifican las normas fundamentales sobre las que trabajar.
A) Erradicar y perseguir a los terroristas y asesinos hasta la extenuación, sin posibilidad de nuevas negociaciones con ellos.
B) Reconsiderar la política lingüística, con el bilingüismo real y constitucional, como base educativa, sin persecuciones y prerrogativas de las lenguas regionales sobre la que une a todos los españoles ni tampoco de esta sobre aquellas.
Con dos preceptos tan elementales como poco desarrollados en los últimos años, se ha llegado a un acuerdo por el cual los populares, renuncian a presentar ninguna moción de censura contra los socialistas, mientras estos no incumplan lo pactado
Y a partir de ahí, unos gobiernan, “limpian el corral” de toda la basura acumulada, y los otros les apoyan en su labor de gobierno, sin participar en él, para nada.
Es decir, el PSE, se responsabiliza de su labor de gobierno, dentro de unos parámetros prefijados, y suyos serán los logros que consigan, hasta las próximas elecciones.
Pues bien, “exactamente lo mismo” les sugeriría yo a los dos partidos mayoritarios, que hicieran y pactaran, incluso antes de las próximas elecciones generales, para evitar que en un período de crisis como el actual, los conocidos “partidos sanguijuelas” que tratan de sacar partido de todas las situaciones en que se les necesita, siguieran desangrando a España.
Basta ya de “tripartitos” o “pentapartitos”, para gobernar ninguna región española.
Tratemos de administrar con sensatez, y evitemos que cuatro oportunistas sin apenas apoyo social, tengan que aprovecharse de la coyuntura, para sacarle fondos a un Estado, en estado “cataléptico”, por una situación de crisis profunda, o de mala administración.
Sería mucho más conveniente firmar esos pactos “a priori”, de forma que después de las elecciones, quien sacase una mayoría, aunque fuese relativa, tuviese la responsabilidad de gobernar, y los otros aceptasen ser una oposición sensata y controladora de los cumplimientos de los preceptos preestablecidos, para que nadie pudiese sacar provecho de las circunstancias.
Los mini partidos, solo tienen como finalidad alimentar el ego de quienes los promocionan para situarse en la vida.
En cuanto no tocan poder, ni fondos oficiales de los que retro alimentarse pierden todo el sentido, y acaban desapareciendo.
Pero si por cualquier circunstancia o coyuntura política, se hacen imprescindibles para poder gobernar, tanto a nivel municipal, como autonómico o estatal, su prioridad es rentabilizar económicamente las inversiones hechas para el cumplimiento de su objetivo, y hacen pasar por el tubo de sus “caprichos” interesados a quien le necesita.
Veremos a partir de ahora, con el PNV fuera del poder en las vascongadas, lo que duran todos los partidos residuales con apenas representación parlamentaria o municipal allí.
Baste mirarse en el espejo de una Izquierda Unida, que pese a los mil pactos y confederaciones llevadas a cabo en todo el Estado español, apenas tiene ya representantes, y es que ni el comunismos tiene ya una razón de pervivir, ni sus ideólogos , han actuado nunca en base a esos preceptos que predican….y no viven.
Se han unido a Dios y al Diablo, donde han creído que les podría ser útil, para acabar desapareciendo fruto de su propia inconsistencia.
Otro tanto diría aquí, en nuestra comunidad valenciana de UV, Coalición Valencia y sobre todo del Bloc, este último al servicio de un catalanismo, que tendría una razón de ser en Cataluña, pero que aquí en la región valenciana, ha perdido todo predicamento, por no haber defendido nunca los auténticos intereses valencianos, y haber pactado con todos los socios que se le ofrecían, con tal de poder tocar poder……, sin haber pasado nunca de una pequeña representación municipal.
En Mallorca, el partido más afortunado ha sido Unió Mallorquina, que con un solo
representante en el parlamento balear, ha hecho bailar a todos, al “son que le interesaba”, vendiéndose a “tirios y troyanos” para conseguir sus objetivos.
Ya es hora de que los partidos mayoritarios, entiendan que estos grupúsculos, no pueden ser quienes decidan la sensatez en el Gobierno de ningún tipo, y se decidan a alternarse en el poder, o a disfrutar del mismo, en función de lo bien o mal que sepan llevar a termino sus programas de gobierno, sin rencillas, sin envidias y sin ser manipulados, por quienes no representan a casi nadie.
Donde más dificultades pueden encontrar es precisamente en Cataluña, porque allí el PSC dispone de una autonomía total, y es más nacionalista catalán que los partidos catalanes, tanto constitucionalistas como independentistas, pero habría que tratar de demostrarles, que también el PSC es cautivo de sus propios errores, y tratar de llegar a hacerles ver la conveniencia de ese pacto nacional de Gobierno, que sin duda preservaría la solidaridad nacional, en contra de los intereses mas o menos inconfesables de cada nacionalismo, y de todo grupúsculo de cualquier tipo de interés que se le presuponga.
Espero y deseo que lleven a fin esta idea, ya que es la mejor solución para disfrutar de una democracia sana…..y duradera.
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