Otra insensatez de Sánchez y Marlaska
Aunque desde hace muchos años, me limitaba a publicar semanalmente únicamente dos columnas en periódicos digitales de Burriana y Castellón, ante la cantidad de motivos que me ofrecen cada día los errores de nuestro Gobierno, voy a intentar de elegir aquellos temas con mayor repercusión social, sanitaria, política o económica y doblar mis colaboraciones, pese a que todas ellas carecen de compensación económica afortunadamente.
Precisamente por eso, puedo escribir en conciencia mi opinión, sin tener que sujetarme a indicaciones de nadie y por eso quiero agradecer a los dos medios con los que colaboro el hecho de no haberme coartado nunca la libertad en ninguna de mis columnas a lo largo de estos años.
Pero vamos a los hechos de esta columna.
Acabo de leer en un medio de comunicación de mi absoluta confianza la siguiente noticia:
“El Gobierno dejará a los musulmanes, finalizar el rezo en vía pública, para evitar alteraciones del orden”.
El emisor de la orden, es el Ministerio del Interior a través de la Dirección General de Policía y adjuntan la Orden de Servicio 572/20 del 22 al 23 de Mayo de 2020, con todo tipo de horarios y detalles a seguir en los lugares de práctica del culto con motivo de la celebración del Ramadán.
Por no entrar en más detalles, sólo recuerdo lo molesto que me resultaban cuando coincidí en países islámicos en hoteles cercanos a mezquitas, sus rezos con potentes altavoces cinco veces al día desde las seis de la mañana hasta las once de la noche, así como el tener que trabajar a medianoche o a primera hora del día, antes de que ellos se fueran a dormir por la mañana para respetar su descanso, ya que allí durante el Ramadán, se dormía de día y se vivía por la noche desde la puesta del sol, hasta el amanecer.
Yo lo aceptaba y me ajustaba a sus normas, porque vivía en su país y lo encontraba muy lógico.
Pero lo que me parece totalmente irracional, que ahora aquí, nuestro Ministerio del Interior que limita y condiciona hasta extremos que pueden rayar con la ilegalidad e incluso la prevaricación según me han comentado desde la Asociación de Abogados Cristianos el ejercicio del culto católico con intervenciones como las llevadas a cabo en la Catedral de Granada recientemente y en otros lugares según me han confirmado, sean tan tolerantes con culturas y costumbres que nos son ajenas desde hace seis siglos y que nada tienen que ver con nosotros desde entonces.
Si como presumen ellos, tenemos un Estado Laico (lo cual me parece aceptable, aunque no se corresponda con la cultura que llevamos practicando desde los tiempos de Los Reyes Católicos), no entiendo que teman las “alteraciones del orden público” por parte de los musulmanes y no le preocupen las de los católicos.
Es una muestra evidente de la cobardía de nuestro Ministro o de nuestro Gobierno, ya que ellos son violentos como lo han demostrado recientemente en muchos sitios en defensa del radicalismo islámico, mientras a los católicos, solo nos quedará la vía judicial para defender nuestro derecho de culto.
No soy abogado ni juez, pero tengo amigos dentro del entramado legal español y me consta que están preparando un demanda judicial, basada en todos los preceptos constitucionales empezando por el artículo 16 que consagra el derecho a la Libertad Religiosa como un Derecho Fundamental, y que no queda anulado en ningún caso por ningún otro artículo, dentro de un Estado de Alarma, por lo que cualquier abuso por parte de la autoridad, ya sea “por desalojo o interrupción del culto” podría presuponer la comisión de una Prevaricación regulada en los artículos 404,522 y 523 del Código Penal, según me han informado.
Habrá que solicitar la identificación de los funcionarios actuantes en Granada o en cualquier otro lugar de España donde se hubiera actuado del mismo modo, de sus superiores o de quien haya dado la orden aparentemente ilegal y poner todos los datos a disposición de la Asociación de Abogados Cristianos, para poder presentar la denuncia o querella pertinente.
Si a ello añadimos el agravio comparativo evidente, entre la tolerancia con el Islam y la intransigencia con la Iglesia Católica, llegamos a la conclusión de que de poco no sirve tener a tres Jueces en nuestro Gobierno y mucho menos a uno de ellos en el Ministerio del Interior, que es quien tendría la obligación de evitar ese trato discriminatorio, aunque conociendo el percal, aquí no pasará nada y ellos seguirán buscando cuatro votos en cualquier nido posible porque saben que los otros ya los tienen perdidos, de todos aquellos que no “maman de la teta social-comunista del Estado”, porque los que se alimenta de ella les seguirán votando mientras quede leche en esas ubres.
Hasta la semana que viene amigos.