Nefasta política sanitaria del Gobierno

Voy a tratar de explicarles de una manera completa y lo más ajustada a la realidad, mi vivencia de la mañana del 5 de mayo de 2020, martes para más detalles.

Entre el 13 y 18 de Marzo, mi esposa me tuvo muy preocupado como bien saben las personas de mi entorno, porque presentaba todos los síntomas del maldito virus, fiebre durante todos esos días aunque no pasó de 38º, tos seca, pérdida del olfato y sabor, que todavía hoy dos meses después no ha recuperado.

Al segundo o tercer día fui yo personalmente a urgencias en fin de semana a explicarle el problema al médico de guardia, que muy amablemente me recibió y me pidió si ella estaba en condiciones de desplazarse y le dije que por mi parte no había problema en traerla.

Recuerdo perfectamente que era ya a última hora de la mañana y no había casi nadie en Urgencias, por lo que volvimos juntos, se le atendió magníficamente y se le recetaron el consabido Paracetamol y a partir del lunes se recibieron llamadas desde el Ambulatorio, para interesarse por su estado puntualmente día a día mientras no mejoraba y la temperatura le llegaba a máximos de 38 º sin remitir la tos ni la falta de olor y sabor de las comidas.

La tarde noche del 17 ó 18 de marzo, en vista de que la situación no mejoraba, me dijeron que en ese caso sería recomendable ingresarla en la Plana e incluso llamaron ellos al Hospital y estábamos a punto de salir, cuando tras comentarlo con mis hijos y un médico amigo de la familia, aconsejo esperar, ya que la situación en el Hospital empezaba a ser complicada y el riesgo allí iba a ser superior al de permanecer en casa algún día más.

Volvimos a informar al Ambulatorio que no íbamos y curiosamente al día siguiente poco a poco le fue bajando la fiebre y posteriormente la tos y el malestar hasta quedar todo reducido a la insensibilidad a los sabores y olores.

En todo momento la atención médica y sanitaria impecable.

Hemos pasado la confinación sin el menor problema de salud y por fin ya podemos salir de casa.

Como entiendo que no debemos congestionar ni los ambulatorios ni los Hospitales con nuestros problemas, cuando la situación está aún muy difícil, aunque mejorando, he buscado los laboratorios privados que pueden hacer los test básicos de anticuerpos, para conocer la situación de mi esposa y mía, por haber estado conviviendo bajo el  mismo techo dos meses, en estado de aislamiento casi total, con salidas esporádicas mías para eventualidades puntuales y sin haber pisado ella la calle para nada.

En el primer laboratorio al que llamo, me dicen que me avisarán la semana que viene para hacernos los test básicos ya que los PCR sólo los haríamos si los primeros fueran positivos y me dicen que necesitan una prescripción médica para hacerlos.

Voy al ambulatorio, en Triatje una enferma muy amable, toma nota de nuestros datos, de nuestros SIP y nuestro teléfono personal y más o menos a la media hora nos llama el médico.

Cuando le explico la situación y le digo que he recurrido a ellos, porque eran los que disponían de toda la información necesaria, me dice y explica educadamente que no les permiten hacerlo, ya que ellos pertenecen a la Sanidad Pública y el Laboratorio es Privado.

Es tan amable, educada y razonable la persona que me ha llamado y atendido, que no puedo enfadarme, porque cumple con los protocolos de un Gobierno, cuya Sanidad está en manos de filósofos, economistas y pobres ineptos que destruyen en cuatro decisiones irracionales, el magnífico trabajo llevado a cabo por nuestros sanitarios, que son los más preparados y peor retribuidos del mundo civilizado y por eso les necesitan y requieren en los principales países europeos por su calidad y preparación.

Totalmente la antítesis de nuestro Gobierno, formado por una manada de incompetentes, pésimos gestores que en la actividad privada no duraría casi ninguno de ellos un mes en puestos de responsabilidad.

Sin embargo son MUCHOS Y MUY BIEN PAGADOS, que se encubren y auto protegen entre ellos, importándoles muy poco ni la salud, ni el bienestar del resto de los españoles.

¿Cómo se puede entender, que no hayan intentado hacernos los test a todos los españoles, para saber la situación real de esta pandemia para poder atacarla debidamente si hay rebrotes como se supone que puede  haberlos?

¿En qué mente medianamente lúcida, se le puede impedir a un ciudadano que se acoge a la Sanidad Pública,  que no se le den facilidades en momento de saturación de esta, sin existencias de test para todos, para que pueda pagarse sus propios test para su tranquilidad personal?

Son tan insensatos y majaderos, que no hay día en el que no hagan el ridículo en la mayoría de las decisiones que toman, por mucho que las televisiones y sus medios de comunicación adictos y comprados a precio de oro, traten de sacarles en telediarios y programas de máxima audiencia, porque cuando más salen y más estupideces dicen, más patente queda su ineptitud y su falta de formación y criterio para llevar las riendas del Gobierno.