¿Matamos la "gallina de los huevos de oro"?

Quizás lo sea, aunque yo lo dudo.

De lo que no me cabe ninguna duda, es que hay gente empeñada en matar esa curiosa gallina, de cuyos huevos vienen comiendo desde hace muchos años miles de españoles, y algunos de ellos enriqueciéndose más o menos legalmente.

Llevados por los intereses económicos de MEDIAPRO (la operadora que se ha quedado con los derechos audiovisuales de nuestro futbol profesional a nivel nacional) acaba de surgir una lucha de intereses económicos encarnizada, entre aquellos que si tuvieran algo mas de sensatez, se darían cuentas que el “enemigo a batir” no son ellos entre si, sino precisamente MEDIAPRO, que es quien trata de utilizarles y enfrentarles.

La Liga Española, tiene unos ingresos por derechos audiovisuales de unos 600 Millones de euros, cuando la inglesa, supera los 1.000.

Es cierto que los contratos suscritos están en vigor aproximadamente hasta 2014, y dentro de esos parámetros, poco hay que hacer.

Real Madrid y Barcelona con sus 120 millones al año cada uno de ellos, disfrutan de unas ventajas económicas imposibles de obviar.

Luego hay escalones muy inferiores que son los que consiguieron Valencia, Atlético de Madrid, Sevilla, Villarreal y Atlético de Bilbao, que oscilaban entre una tercera y una séptima parte de lo que cobran los dos colosos, y al final todos los demás equipos, cuyos ingresos apenas llegan a una décima parte.

Esos fueron contratos firmados individualmente por cada equipo.

Ahora si son inteligentes, trataran de presionar a MEDIAPRO, para igualar como mínimo los ingresos de la Liga Inglesa, y de no ser así, deberían de buscar otro operadores internacionales, que mejoraran la oferta, y seguramente lo podrían conseguir, pues hay bastantes empresas internacionales, que sabrían explotar todos esos derechos globalmente en el mundo, para poder presentar una oferta suculenta.

Pero se ha formado una “Santa Alianza Futbolera”, que ya está preparando ese futuro, pensando sólo en los intereses de los dos grandes, de la operadora y repartir alguna migaja a Valencia y Atlético de Madrid, sin pararse a pensar que para hacer ese “circo” son imprescindibles todos los actores, es decir los 42 equipos de Primera y Segunda División, y no solo 4 de ellos.

También queda la alternativa, de separar de una manera evidente a los 20 de primera y a los 22 de Segunda, y afrontar la negociación por separado.

En principio, LA LIGA ha propuesto un reparto estratégico basado 35 % para los dos grandes, que incrementan sus diferencias con todos los demás, excepto Valencia y Atlético de Madrid, que se llevarían 20 millones más que los del tercer escalón, es decir Villarreal, Sevilla y Bilbao.

Con esa “migaja” de 20 millones a cada uno, los dos grandes, les hacen ver a “ches” y “colchoneros” que nunca podrán aspirar a quedar campeones, como de hecho ya no lo hacían en los últimos años, pero esa diferencia en ingresos sobre los inmediatamente inferiores, prácticamente les garantizaba su participación en la Champions casi todos los años.

El argumento no tiene nada de deportivo, pero es de alta ingeniería financiera, y al parecer ha tenido un peso específico importante en la opinión o en el bolsillo de los blancos y los rojiblancos.

Al parecer ya hay 13 equipos comprometidos con la actual operadora a partir del 2015, pero quedan siete que no han “pasado por el tubo”, y todos deben de saber que para poder trasmitir y estructurar todas las retrasmisiones, se necesita la aceptación por parte de todos los equipos.

La excesiva avaricia de los dos grandes, y el egoísmo individual de merengues valencianos y colchoneros, pueden hacer poco menos que imposible un acuerdo racional y basado en rendimientos deportivos, a imagen y semejanza de cómo se hace el reparto de los ingresos de televisión en los torneos de Champions League y European League.

Recientemente hablaba yo con un buen amigo metido en esa “marabunta”, y le argumentaba lo fácil que sería repartir a final de cada temporada el total del dinero recibido por la Operadora, y dividirlo por el total de los puntos obtenidos en el total de los partidos de la liga.

Así se obtendría el valor por punto conseguido, y bastaría multiplicar ese factor fijo, por el número de puntos conseguido por cada equipo, para determinar el importe que le correspondía a cada uno de los 20 equipos de Primera División.

Lo mismo se podría hacer con el importe que se les asignara a los equipos de Segunda División, y con una solución tan deportiva como salomónica, se pondría fin a todas las divergencias y enfrentamientos entre los equipos.

Si se quiere ser menos simplista, se podría determinar un importe fijo para cada equipo por el simple hecho de participar, y repartir el resto en función de los resultados y clasificaciones obtenidas.

En mi opinión, es algo tan obvio, como fácil de articular, y aun así, los presupuestos de los grandes equipos siempre serían mucho mayores que los de los pequeños, ya que sus derechos de imagen, el valor de la publicidad de sus camisetas y pantalones, y todos los ingresos atípicos e incluso sus taquillas, serian mucho mayores, pero al menos los ingresos por retrasmisiones, obedecerían a unos criterios de resultados deportivos.

Esperemos y deseemos que todos los equipos conjuntamente se percaten de que a partir del 2015, no deben de limitarse a MEDIAPRO, y deben de buscar otras alternativas, ya que estando esta empresa en situación de Concurso de Acreedores, tampoco parece que ofrezca las garantías necesarias e imprescindibles, para mirar el futuro económico y deportivo del futbol español con optimismo.

Y sobre todo no dejarse manipular por la operadora, que en el colmo de la desfachatez, pretende convertir a La Liga del Futbol Profesional de Astizarán y Tebas, en un simple instrumento comercial a su servicio, para actuar como comisionistas en el cobro de los derechos de retrasmisiones deportivas por radio, dandoles un 15 % a los equipos a través de la Liga, y quedándose el 85 % para si misma sin gastos de gestión, y sin tener que enfrentarse a un sistema legal, que parece que protege el derecho a la información, y en las retrasmisiones por radio, uno no vende su imagen, y se limitan a emitir opiniones personales, que permiten a cada radio oyente a inclinarse por sintonizar aquella emisora que en su opinión, mejor sepa trasmitir los eventos deportivos.

MEDIAPRO, está tratando de exprimir tanto a todo el mundo, que acabará probablemente abandonada por unos y otros, si el Sr. Roures no cambia de actitud.

Le he oído en algunas declaraciones en varias emisoras y medios de difusión en estos últimos días, y reconociendo su habilidad para manejar la palabra y el medio, no sabe sintonizar positivamente con todos los elementos que componen su mercado, y en la medida en que no sepa gestionar honesta y objetivamente los intereses de todas las partes inmersas en este conflicto, acabará por hundir un barco, que podría navegar perfectamente, en aguas menos turbulentas.

Esperemos que tanto la operadora como los dos grandes y los dos medianos se den cuenta de la injusticia de lo que proponen, y acaben por aproximar posturas todos, y sobre todo por detectar quienes son sus “compañeros de viaje” y “quienes viajan con otros intereses”, para llegar a un punto de encuentro sensato, basado en conceptos deportivos.

MEDIAPRO, consiguió arruinar a SOGECABLE con sus manejos y habilidades contractuales, pero debe tener presente que ella misma puede correr la misma suerte, por querer abusar de quienes les han apoyado.