Maratón de amor...al prójimo

Se trató del “Maratón de la Sangre”, que congregó alrededor de esa idea a los mejores de los burrianeros, movidos por un sentimiento de amor, si han leído bien, de un amor indeterminado y no enfocado en alguien, sino en algo, en una idea maravillosa que nos empuja a entregar lo mejor de nosotros mismos, nuestra sangre para salvar la vida de otros, sin conocer su identidad.

He sido donante de sangre durante unos periodos concretos de mi vida, en lo que me ha sido permitido hacerlo.

Cuando no lo hice, fue con motivo de viajar frecuentemente por el Sudeste Asiático, y al ser zona de posibles infecciones hematológicas no me fue permitido donar.

Cuando dejé de hacerlo, me reincorporé a las donaciones hasta cumplir los 65 años, y tener que dejar de hacerlo por decisión ajena.

Y cada vez que se me citaba para hacer donaciones, me sorprendía más y más, porque me encontraba con mayores listas de espera para poder hacerme la extracción.

Veía con absoluta sorpresa que la juventud se iba incorporando y adquiriendo conciencia de lo importante que era esta labor humanitaria.

Si por naturaleza, nos resulta duro desprendernos de recursos económicos, para entregarlos a terceros a fin de mejorar los medios de vida del tercer mundo, siempre me resultó muy emocionante el comprobar que la gente daba lo mejor de si mismo, lo mas valioso e intimo, su propia sangre, y lo hacia sin la menor duda del buen fin de esa entrega a la Cruz Roja, porque todos los hacemos convencidos, de que el destino final, será siempre el más adecuado.

Estuve en el Ambulatorio de la Seguridad Social de Burriana, para saludar a mis amigos y conocidos, y tuve el placer de hacerlo tanto a mi buena amiga Rosmari Ballester, como a la hematóloga responsable de Castellón del Centro de Donaciones, la doctora Maria Guinot, al pie del cañón, desde primera hora de la mañana, y ellas mismas me comunicaron que tanto la Concejal de Sanidad, la maravillosa Chelo Suay, como José Ramón Calpe, alcalde y buen amigo, habían estado donando a primera hora, lo cual por si sólo ya habla de su calidad humana.

Pero no menos calidad y admiración merecen los más de 200 donantes que sin duda pasaron a cumplir con su maravillosa “limosna de amor al prójimo”.

Burriana, es considerada a nivel provincial como un referente único en el tema de donaciones, ya que en 2009 se aproximaron a 1.000 las donaciones realizadas, cifra muy importante habida cuenta de la población.

Mi mas sincera felicitación a la Cruz Roja, a la organización local para realizar este Maratón, y sobre todo a los anónimos donantes, sin cuya solidaridad y maravillosa entrega, nunca sería posible salvar las vidas que se salvan, al dar su sangre que es algo así como dar parte de su vida para prolongar las de otros, a quienes no conocemos, pero que les estarán eternamente agradecidos, aunque no puedan decírselo.

Y conste que no hay caridad más admirable que la anónima, sin esperar nada a cambio, ya que deja de ser una virtud, para convertirse en un acto de amor a la humanidad.