Se inicia la catarsis de Ciudadanos
Escribo esta columna a media mañana del sábado 15 de junio, mientras se estas conformando los Ayuntamientos de toda España.
Casualmente acabo de oír que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, va a repetir apoyada por el PSC y “curiosamente la mitad de los concejales de la plataforma Ciudadanos- Valls”.
Pero lo importante es que de los seis concejales de la plataforma, tres eran afines e impuestos por el francés y los otros tres del partido de Rivera y mientras los primeros se han unido al socialismo catalán y al movimiento Okupa de la alcaldesa, los otros se negaron a apoyarla.
¿Será esto el principio de la catarsis del partido?
Mucho me temo que sí, porque los objetivos de Valls, poco o nada tienen que ver con los del equipo de Alberto Rivera.
A D. Manuel, le mandó a Cataluña su cómplice en la demolición del socialismo francés, el Presidente Macrón para servir intereses comunes de ellos dos y de la masonería francesa y procurando tener una intervención importante en la política española.
No sé si consciente o inconscientemente, esa intervención iba dirigida sin la menor duda a perjudicar al Centro-Derecha español en beneficio de Pedro Sánchez, la izquierda radical y los movimientos independentistas en los que se apoyó para su moción de censura y en los que tendrá que seguir apoyándose ahora para lograr su investidura.
Valls le insistió a Rivera en levantar ese cinturón sanitario en torno a Vox, a fin de evitar potenciar el eje de Centro-Derecha que iba a ser la única alternativa válida frente a un Gobierno de Izquierda Radical, en torno a Pedro Sánchez.
Afortunadamente en Andalucía se pudo formar un Gobierno PP-Ciudadanos gracias al apoyo desinteresado de Vox y esa fue la primera “pica en Flandes” contra el pacto PSOE-Podemos y sacaron de la Junta de Andalucía al socialismo desde hace mas casi medio siglo.
Rivera ha seguido fiel a su cinturón sanitario en torno a Vox, mientras ha podido y Santiago Abascal se lo ha permitido.
Pero después de las Autonómicas y Municipales la fuerza y representatividad del partido situado más a la derecha del arco parlamentario español (pero siempre dentro del marco Constitucional con muchas mayor evidencia que Podemos, Bildu, Geroa Bai, ERC o JuntsXCat) la situación cambia.
Vox ha adoptado una actitud más acorde a su representatividad y se ha convertido en imprescindible para que sobre todo PP pero también Ciudadanos, pudieran alcanzar muchos gobiernos autonómicos y de grande ciudades forzando las posiciones hasta el último momento.
Macrón amenaza a Rivera con sacarle de su Grupo Parlamentario Europeo y Valls crea su propia plataforma o partido político en Cataluña, según leí y escuché ayer mismo, aunque poniendo al frente a una señora cuyo nombre, ni recuerdo.
La catarsis de Ciudadanos parece indudable.
Rivera y su gente ¿acabarán imponiendo sus convicciones liberales o cederán a las pretensiones social-demócratas?
Sigo teniendo muchas dudas sobre la consistencia de sus convicciones y después de todos los vaivenes que ha tenido en los últimos años uno no sabe a qué atenerse.
Las declaraciones reiteradas, no solo de Rivera, sino de Aguado, Villacis, Carrizosa, Villegas e incluso Arrimadas en menor medida van a ser difíciles de olvidar por los dirigentes de Vox.
La calma y sentido común de Casado y su equipo, negociando a dos bandas, parecen haber llegado a buen término y de una forma global, han conseguido impedir que el poder autonómico y municipal de la izquierda radical y el independentismo fuera mayoritario en España.
Los gobiernos en las capitales españolas estarán equilibrados, también más o menos en las autonomías y probablemente haya una relativa paridad de gobiernos en los municipios.
Cuando parecía que el mapa de España se iba a ver teñido de rojo después de finales de junio, vemos que no ha sido así y se mantendrá un equilibrio casi total, entre unos y otros.
Sólo me queda agradecer tanto al PP como a Vox su paciencia y capacidad de aguante y a Ciudadanos su aparente reflexión y cambio de actitudes aunque públicamente no lo quieran reconocer.
Me permito aconsejarles que se liberen de la pesada mochila de Valls, que vino a España después de fracasar en Francia, para servir a unos intereses espúreos, que poco o nada iban a aportar ni a una Cataluña sensata ni a una España unida.
La paciencia ha tenido su recompensa y ha bastado la firmeza y apoyo del partido de derechas, para que las aguas vuelvan a su cauce, aunque por tensar excesivamente la cuerda Ciudadanos ha perdido la alcaldía de Burgos, pactada con el PP a cambios del Gobierno Autonómico de Castilla-León, ya que el concejal de Vox harto de las humillaciones y desplantes de Ciudadanos se ha negado en último término a votar al candidato naranja, y el alcalde será del PSOE.
Era la primera capital de provincia con alcalde de Ciudadanos y se ha dejado pasar esa oportunidad.
¿Va a servirle esta actitud de Vox, para que reflexionen Rivera y sus compañeros y se sienten a negociar con Vox en cualquier situación que surja, para formar gobiernos de centro-derecha en vez de renunciar a ellos por soberbia o estupidez?
Esperemos que así sea y se pueda solucionar el problema con mociones de censura para recomponer situaciones lógicas.
De no ser así, será más imputable a Ciudadanos que a Vox que volvamos a ver el mapa de España con rojo como color dominante en autonomías y grandes municipios.
Hasta la semana que viene.