¡Mi gozo... en un pozo!

En mi columna del 5 de Diciembre, me congratulaba que la Unión Europea hubiese optado por la teoría de la Sra. Merkel de pura austeridad en el control del gasto negándose a la emisión de Eurobonos.

Esa firmeza de propósitos apenas ha tenido dos semanas de vigencia, y parece ser que el Sr. Draghi, italiano de nacimiento pero americano de formación económico-financiera, ha acabado convenciendo desde su puesto de Presidente del Banco Central Europeo a los ministros de Finanzas de los países del euro, para montar un “barra libre” para los 523 bancos comerciales europeos.

Van a poder disponer de medio billón de euros (billón en versión española, es decir un millón de millones, y no como en los países anglosajones, en los que mil millones se llaman también un billón), y con esos 493.000 millones de euros, prestados hasta un plazo de 3 años y a un 1 % de interés, intentan poder reactivar las economías y el consumo en Europa.

Craso error en mi opinión, si no va acompañado por una serie de condiciones de obligado cumplimiento, para que una parte muy importante de ese flujo de capitales, se incorpore al mercado industrial y comercial, en vez de hacerlo al mercado de capitales.

Si por una parte se les facilitan todos esos millones a un 1 % de interés, y luego se les exige que compren Deuda Pública de los diferentes Estados europeos retribuida a un tipo que en estos momentos oscila entre el 2 % y el 5 %, lo único que se consigue es sanear los balances del sistema bancario europeo, pero nada, ya que con un diferencial que oscile entre el 1% y el 4 % entre el costo del dinero que reciben, y la rentabilidad del mismo invertido, no necesitan trabajar esos capitales.

Les basta dejarlos dormir, pero así no se reactiva nada.

Parece un absurdo tener que ir a socorrer a aquellos que nos han abocado a una situación de crisis sistémica, con su irracional política de concesión de prestamos hipotecarios o no hipotecarios, a personas que carecían de la solvencia y las garantías necesarias, para poder devolver el capital, mas los intereses pertinentes.

Y sin embargo, cerebros mucho mas capacitados que el mío en éste aspecto, nos dirigen hacia ese absurdo.

¿Cómo puede explicarse eso?

¿Qué razonamientos lógicos nos aportaran ahora, dos semanas después de habernos convencido de los anteriores?

Ni lo comprendo, ni creo que me lo puedan razonar adecuadamente, como para entenderlo, pero desde luego parece que el mundo actual, tenga que bailar al son que le marque la banca.

Y eso no es racional ni fácilmente aceptable.

Desde que el patrón Oro dejó de existir, uno ya no sabe en base a que criterios de solvencia y a que garantías puede obedecer le emisión de moneda, pero en este caso particular lo inmediato debería de ser, que el Euro sufriese una evidente devaluación de cara a las demás monedas consolidadas en el mundo como el dólar, el yuan, la Libra Esterlina, el Franco Suizo y otras monedas de referencia, pero nada de eso se ha producido en la medida en la que era de esperar.

¿Quién y cuando va a pagar esa factura?

¿Qué ocurrirá a finales de 2014 o principios de 2015, cuando la banca comercial e industrial europea deba devolver al BCE esos préstamos?

¿Cómo se reaccionará frente a los que no puedan cumplir con sus compromisos?

¿Estamos difiriendo el problema en el tiempo, o solucionándolo?

De lo que no me cabe la menor duda, es de que en ese transito de tres años, simplemente suscribiendo Deuda Publica de los Estados Soberanos, podrían devolver el dinero y los intereses sin el menor problema, siempre que no se salieran de ese guión, pero de ese modo no se soluciona el problema del desempleo y la falta de actividad económica en Europa.

No se puede hacer más de lo que se está haciendo por salvar el sistema bancario y financiero europeo, pero lo que no sé, es si se está haciendo lo que se “debería de hacer”, para evitar que en el futuro, se repitiese la misma historia, con actores distintos.

No tengo la solución, pero si tengo unas dudas muy razonables de que se esté obrando bien, y por eso lo manifiesto.

No me ha gustado que la Sra. Merkel haya perdido este envite, ya que siempre he creído que la austeridad y la buena administración, son factores básicos, para la estabilidad patrimonial de las familias, y para mi las naciones deberían de ser administradas como “una gran familia”.

Si no me gustaba que ZP no reconociera la crisis en 2007 y confiase solo en su buena suerte para salir de ella con el paso del tiempo, tampoco me gusta que me estén sacando de ella de una forma irracional e incomprensible para mí.

Cualquier sugerencia o explicación sensata y bien argumentada, me ayudaría mucho a aceptar esta “solución” que nadie se ha esforzado en explicarme, para hacérmela comprensible.

Un abrazo a todos mis lectores, Feliz Navidad ….y mucha Esperanza para el 2012