George Soros: ¿inversor, filántropo o especulador en su propio beneficio?

Aunque para la mayoría de los españoles este personaje era prácticamente un desconocido hasta su reciente presencia en OPEN ARMS y su supuesta filantropía en la ayuda a los inmigrantes africanos o de Oriente Medio para llegar a Europa, yo ya tenía formada mi propia opinión de este sujeto, por sus actividades especulativas en todo el mundo, con movimientos que le generaron ingentes beneficios mientras debilitaron de una manera inconcebible las economías y monedas de países, tanto en Europa, como en Lejano Oriente e incluso en Sud América.

Nacido en Budapest hace casi noventa años dentro de una familia de origen judío, cuyo padre fue un reconocido abogado y esperantista, tuvo que cambiarse su apellido original Schwartz para convertirlo en Soros, cuando los nacional socialistas de Hitler ocuparon Hungría en 1944, para escapar de la persecución implacable durante el exterminio de judíos europeos.

Escaparon del nazismo estableciéndose primero en Londres, donde nuestro personaje estudió en la London School of Economics, para llegar definitivamente a Nueva York en 1956.

Dotado de una inteligencia brillante para el mundo de las finanzas, empezó a trabajar en Wall Street, labor que simultaneaba con brillantes aportaciones sobre teorías sociales y económicas.

Pero su primer paso trascendental y base de su imperio financiero tuvo su origen el 16 de Septiembre de 1992, conocido como EL MIERCOLES NEGRO, cuando contribuyó de una manera determinante en la quiebra del Banco de Inglaterra, que le supusieron a él unos beneficios de alrededor de 1.000 millones de dólares y unas pérdidas de 3.400 millones de libras esterlinas al Estado Británico.

Esa fue la base inicial de su actual fortuna, que en la última década del Siglo XX, se vería incrementada exponencialmente con movimientos similares contra las monedas de algunos países del Sudeste Asiático.

Se le estima actualmente una fortuna de unos 25.000 millones de dólares,

Recuerdo perfectamente la aversión que despertó especialmente Tailandia y en Malasia en aquellos años, ya que sus movimientos especulativos en los aquellos tiempos en los que yo visitaba tanto Singapur, como Malasia, Indonesia, Tailandia, Filipinas y Brunei dos o tres veces al año, acabaron con una terrible devaluación del ringgit y el bath, monedas malaya y tailandesa frente al dólar e incluso frente al dólar de Singapur.

Allí fue precisamente donde yo empecé a conocer la auténtica dimensión de este personaje, capaz de hacer temblar los cimientos financieros es Estados riquísimos en recursos naturales y con unas economías boyantes.

Esquilmadas en gran medida las posibilidades de seguir rentabilizando sus inversiones en el Sudeste Asiático donde perdió la confianza  de sus políticos, puso su mirada en el Cono Sur de América y muy especialmente en Argentina.

Los vaivenes de la frágil economía argentina en los últimos veinte cinco años, con sus devaluaciones y “corralitos” correspondientes, no sé hasta qué punto pudieron verse afectados por los movimientos especulativos de las empresas y fondos de inversión  manejados por Soros, pero sin duda alguna, influencia tuvieron y siguen teniendo, porque creo recordar que en 2017 volví a leer que había mostrado un interés muy especial en el mercado argentino.

Curiosamente, tengo la impresión de que como buen magiar de origen, tiene cierta semejanza con Atila.

Por donde pasaba el caballo de Atila, dice la leyenda que no volvía a crecer la yerba.

Por donde pasan las inversiones de Soros, difícilmente renacen los beneficios, una vez ellas desaparecen.

Aunque eso, puede ser una simple impresión mía en la distancia hoy.

Fue una realidad evidente en los tiempos que yo he analizado.

Precisamente por eso, mucho me temo que este señor, durante los últimos años se ha dedicado a lavar su imagen pública, aportando cantidades mil millonarias de euros o dólares a destinos aparentemente filantrópicos.

Pero como en mi opinión, “la cabra siempre tira al monte” me estoy tratando de informar a través de personas que han seguido la trayectoria reciente de este señor.

Yo en esta columna les he contado lo que vi y analicé sobre el terreno en su día.

Ahora voy a empezar a leer el libro “SOROS ROMPIENDO ESPAÑA”  de José Antoni Castro de Arespacochaga que  se ha preocupado de analizar sus últimas andanzas que afectan a nuestra querida España, para poder comentarles mis impresiones una vez estudiados sus análisis argumentados.

Quizás con un estudio comparativo de su pasado y su presente, podamos evitar un futuro tan lamentable para España como lo fueron en su día para otros países las maniobras interesadas de este personaje.

La semana que viene les seguiré hablando del tema.