La Generalitat Valenciana nos roba

Probablemente a algunos lectores les pueda parecer exagerada mi expresión, pero cuando acaben de leer todas mis explicaciones, es posible que estén totalmente de acuerdo con el enunciado de mi columna, y le añadan a la misma el adjetivo de IMPUNEMENTE.

Y lo más sorprendente es que quienes han llegado ahora, venían a defender los derechos de los ciudadanos y a limpiar las Administraciones Públicas.

¡Pues vaya principios de gestión que están demostrando a los diez meses de aterrizar!

En el año 2012 compré uno de los miles de apartamentos de playa que se habían quedado en manos de los bancos, como patrimonio inmobiliario de difícil salida debido a la quiebra de la empresa constructora.

Pagué al final un diez por ciento mas de lo que en un principio me pidieron, pero como pese a todo estimé que era una buena compra, me hice cargo de todos los deterioros que había en el mismo, ya que lo habían terminado de mala manera, y algunos de los proveedores al no cobrar se habían dedicado a perjudicar las instalaciones comunes de la finca e incluso en los timbres de acceso a la vivienda con videoteléfono, se pusieron menos unidades que pisos había y en los ascensores, faltaron planchas metálicas en su interior y en los buzones de correo tampoco estaban todos los que eran necesarios.

O sea que el la compra tenia sus perjuicios, pero los vecinos hicimos frente a los desperfectos e incluso a algunos defectos de fachada y se solucionaron todos los problemas.

La voracidad fiscal de nuestras autoridades autonómicas encontró una fuente de ingresos importante en la revisión de todos esos precios de venta (que han ido disminuyendo de una forma importante en los cuatro años trascurridos) y empezaron a pedir dinero a los compradores, argumentando que el valor real de los pisos adquiridos era mayor al realmente pagado, pero quienes recurrían solían ganar el recurso, porque no había forma legal de demostrar lo que valían.

Consecuentemente, la nueva Administración llegada la pasada primavera destinó a un grupo de Tasadores a visitar y evaluar de acuerdo a sus propios criterios las viviendas que de una manera aleatoria iban determinando en función de no sé que criterios.

Pero lo cierto es que a mi me avisaron y aunque hubiera podido negarme a la visita, porque tenía el piso alquilado y no tenía porque molestar a mis inquilino recibiendo la visita de los tasadores, procuré coordinarlo debidamente y vino en el día que ellos determinaron un Tasador muy educado y cordial, que de una manera clara me dijo confirmó que lo que yo había pagado por el apartamento en 2012, era más dinero que el valor actual del mismo y me pidió un listado de todos los gastos cubiertos por mi para dejar la vivienda habitable y en condiciones.

Se le facilitaron todos los detalles que nos pidió pero ya me comentó que pese a todo no debería de sorprenderme si me reclamaban un pago complementario, ya que ellos tenían unas valoraciones establecidas de las que no podían salirse a su criterio personal o sea que sin decírmelo yo deduje que me iba a tocar pagar, aunque me puntualizó que seguramente así sería pero no iban a ser cantidades exageradas.

En un ambiente de cordialidad y confianza me dijo que siempre me quedaría la posibilidad de recurrir, pero estaba convencido de que yo no lo haría.

Y eso me dejó una duda, que con el paso del tiempo se me ha ido aclarando.

El no quiso exponérmelo pero inmediatamente supe, que el pago a realizar sería sin duda similar o ligeramente inferior a lo que me hubiera costado hacer un recurso legal al que tendría que añadir una tasación profesional aportada por mi, para contraponerla con la valoración que ellos habían determinado, así que me quedé con la duda de si yo había hecho bien en abrirles las puertas de mi casa y facilitarles el acceso a la misma, cuando no era imperativo.

A los dos meses me ha llegado su peritaje y tasación y me piden 2.600 euros como liquidación complementaria, hablo con mi asesor y me dice que en los casos en que ya hay tasación de ellos, se puede ganar el recurso, pero también hay riesgo de perderlo y que si emprendemos el recurso y tengo que buscar tasadores al final me va a costar mas o menos ese dinero……con el evidente riesgo de perderlo.

Si no hubiera habido tasación oficial sin duda el recurso se habría ganado como se han ganado la inmensa mayoría, hasta empezar con las tasaciones previas oficiales.

Pero lo más chocante se me presenta ahora, cuando unas semanas después de haber aceptado su tasación para evitarme riesgos de tener que pagar más de lo que me pedían, me llega la liquidación definitiva y a la liquidación anterior le añaden 419,12 euros, de intereses de demora.

Parece ser que no se cansan de abusar de los que pagamos religiosamente nuestros impuestos, porque no me explico en base a que criterios me quieren cargar ahora unos intereses de demora, que en ningún caso he generado yo.

Pagué por la vivienda el precio que se convino con el Banco vendedor, y tuve que pagar todas las deficiencias detectadas en la terminación del piso, pagué todos los impuestos correspondientes y pese a la depreciación de la vivienda me imponen ellos una valoración que deciden ellos unilateralmente y yo acabo aceptando para no incurrir en mas gastos ni en demorar el expediente y como “castigo” me recargan unos “intereses de demora” que determinan en función de no sé que demora que yo haya originado, porque les he facilitado todos los datos que me han pedido con una inmediatez inmejorable.

¿Qué deuda fiscal tenia yo contraída con la Generalidad legalmente durante los años 2012-2013-2014-2015 y hasta que vinieron a realizarme la tasación en 2016 si ya había liquidado todos mis impuestos acorde a Ley?

¿A que santo me hacen pagar ahora intereses de demora del 5 % los tres primeros años, al 4,375% en 2015 y hasta al 3,75 % 68 días de este año 2016 cuando que yo supiera no les adeudaba nada hasta que ustedes me pasaron su liquidación, que les acepté por las razones ya expuestas con sus propios criterios y sin ninguna base lógica que invalidara el precio pactado con la entidad vendedora?

¿ES ESA, UNA MANERA LEGAL DE ROBAR A LOS ADMINISTRADOS O NO LO ES?

Como en mi opinión no deja lugar a la menor duda lo expongo y lo dejo a la consideración de todos ustedes, y además les prevengo a todos los que se encuentren en mi caso para que se defienda lo mejor que puedan de estos “cacos” disfrazados de Políticos o Administradores del Estado.

¿Habrán procedido con la misma rapidez en el tema de CARNS DE MORELLA y les habrán abierto las puertas a los Inspectores como lo he hecho yo o por allí ni habrán aparecido ni aparecerán para no arriesgarse a perder su puesto de trabajo?

Me gustaría saber como acaba el tema.

En mi caso en tres meses tendrán mi dinero en sus arcas para poder pagarles a todos los políticos y funcionarios autonómicos a final de mes.

Me conformaría con que se depuraran las responsabilidades de la empresa que he mencionado en el doble de tiempo, pero mucho me temo que ni devolverán ni un solo euro de las subvenciones que se le regalaron inexplicablemente, ni quien se las otorgó tendrá la decencia de dimitir.

Y es que una cosa es predicar y otra dar trigo.

Y las izquierdas españolas, predicar lo hacen excepcionalmente bien, pero el trigo nunca lo dan ni lo reparten, porque SE LO QUEDAN TODO PARA ELLOS.