Faisán: punto final… de momento
Cuando en mi columna del 21 de septiembre “ENTERRANDO AL FAISAN” les anticipaba aproximadamente la sentencia dictada casi un mes después, aun tenía la impresión de que el equivocado podía ser yo.
Hoy ya quedan pocas dudas.
Con esta sentencia alcanza su punto culminante el desprestigio de la Justicia española, ya que como ocurrió en el atentado criminal con casi doscientos muertos de marzo del 2004, se dicta una sentencia que acaba por no sentenciar a los culpables, sino en este caso a dos policías a quienes un superior jerárquico suyo, o alguien directamente del Ministerio del Interior, les había ordenado avisar a los etarras en el Faisán, para evitar que fueran detenidos quienes llegaban desde Francia para recoger 54.000 euros en una de las misiones de recogida del dinero de las extorsiones de ETA a españoles atemorizados y obligados a pagarles.
La sentencia da todo eso por sentado, y reconoce que hubo “chivatazo”, pero curiosamente entra a analizar intenciones, en vez de aplicar simplemente la Ley.
¿Cómo se puede querer convencernos que eso no es un delito de colaboración con banda armada, cuando evita la detención de los asesinos y permite la salida de esos fondos a Francia, para poder utilizarlos y seguir matando?
Basta recordar que poco después de eso ETA voló la T-4 de Barajas, asesinando a dos personas inocentes, y luego durante tres años más siguió asesinando, es decir que para nada había terminado el proceso de Paz.
¿Por qué no pensar que esos euros, pudieron servir para cometer todos esos crímenes posteriormente?
Me he cansado de escuchar inmediatamente después de hacerse pública la sentencia, a políticos socialistas y del PP, a un representante del Sindicato de la Policía, y a los representantes de Dignidad y Justicia.
Y me siento avergonzado de nuestros políticos.
De la cobardía de quien desde el Ministerio del Interior, sacrifica y descalifica como policías profesionales, a dos señores que se limitaron a cumplir órdenes.
Eso sólo pueden tolerarlo las tragaderas de los españoles, y la indignidad de sus representantes políticos, que cuando algo parecido ocurrió en Inglaterra tuvieron a una Sra.Thatcher, que dio la cara por todos los miembros de sus servicios de Inteligencia, haciéndose responsable total de los hechos.
O de un Nixon, que por algo mucho menos grave, dimitió como Presidente de los Estados Unidos.
Tampoco acabo de entender las actitudes de Pamíes y Ballesteros, comiéndose ellos el marrón totalmente, a no ser que de algún modo y junto a una condena muy suave, tengan otro tipo de recompensas, como las que tuvieron sus compañeros previamente condecorados.
No entiendo la actitud de su portavoz sindical el Sr. Benito cuando dice que en el Supremo hay muy poco más que conseguir, ya que los responsables de todo ese montaje ya se han encargado de borrar las huellas, y no dejar resquicios, pero que no eran ni Pamies ni Ballesteros.
Solo el Sr. Portero de Dignidad y Justicia, ha recurrido la sentencia, porque estima que hay serias posibilidades de reabrir el tema, y cambiar la sentencia.
Me parece vergonzosa e incalificable la actitud del PP ahora en el Gobierno.
Desde la Oposición prometió mil y un esfuerzos, para llegar al fondo de la cuestión, y ahora, cuando tiene a su disposición todo el aparato del Estado para investigarlo, hace mutis por el foro.
Si los españoles que pensamos y razonamos con sentido común, ya estábamos convencidos de que la Independencia del Poder Judicial, era una utopía en España, ahora este golpe bajo a la Justicia nos lo ha terminado de confirmar.
No tenemos para nada una Democracia.
Tenemos una lamentable Partitocracia bipolar, en la que uno de los dos partidos que se alternan en el poder, no tiene la menor vergüenza en violar o burlar las Leyes todas las veces que le venga en gana, porque sabe que cuando llegue el siguiente, se va a dedicar a analizar y estudiar “el sexo de los ángeles”, en vez de perseguir todos sus delitos.
Y deduzco que ello se debe, a que también tienen muchas cosas que hacerse perdonar, y en ese “hoy por ti, mañana por mí”, utilizan a la Justicia única y exclusivamente en su propio beneficio, que para algo les eligen ellos.
Triste, pero evidente.
Aunque ya predije este final y la sentencia hace un mes, con pequeñas diferencias hoy no puedo menos que avergonzarme de nuestro sistema judicial, que se permite interpretaciones infantiles de las voluntades de quienes delinquieron, a simplemente aplicar las Leyes, como se haría en cualquier democracia normal.
No quiero ver a dos policías de a pie en la cárcel, ni expulsados del cuerpo.
Quiero que cada palo aguante su vela, y siento ganas de vomitar cuando uno de los más despreciables políticos españoles de los últimos veinte años, aparece con excesiva frecuencia en la Televisión y en la prensa escrita, dando lecciones de ética, de moral o de democracia, cuando se ha pasado seis años negando una evidencia, que ahora la sentencia reconoce sin dejar lugar a dudas:
EL CHIVATAZO EXISTIO, Y ALGUIEN LO ORGANIZÓ Y ORDENO.
Y eso no es una opinión mía, ni de muchos millones de españoles, es una SENTENCIA JUDICIAL.
Una cosa es infiltrar a policías ignorados por el mundo abertzale en sus propias infraestructuras del terror, para anticiparse a sus atrocidades y pararlas en la medida de lo posible, o desactivarlas, y otra muy distinta es que dos altos responsables de la Policía, con cargos públicos perfectamente identificados, vayan a llevarle un teléfono con sus propias manos al "recaudador del impuesto revolucionario", para que un superior debidamente autorizado y acreditado que ellos conocen, les diga en persona que no vayan a la cita que tenían para no ser detenidos y su dinero incautado. Una cosa y la otra, tendrían un tratamiento perfectamente diferenciado. Tu me hablas del célebre Lobo, que estuvo infiltrado en ETA , y llegó a figurar entre los líderes de la misma banda terrorista, lo que ayudó mucho a su desarticulación en su momento, y otra este grave delito de "colaboración con banda armada", que ahora se ha querido interpretar por el poder judicial, de modo diferente.