Empieza la campaña electoral de municipales y autonómicas
La campaña, en modo alguno va a decidir quien va a ganar las elecciones, pero ciertamente, sí puede marcar desde una diferencia de escándalo (que sería lo deseable para que la oposición tanto municipal como autonómica se enfrentaran a su partido en defensa de los intereses valencianos), o se quede en un victoria sensible, pero no escandalosa.
Ni se me ocurre pensar en otra posibilidad, pues creo que el sentido común se impondrá a la demagogia, y los hechos a la propaganda de medios que nos bombardeará a mentiras desde mañana hasta el día de “reflexión”, que esperemos que esta vez sí nos permitan reflexionar, y no nos den otras razones para desviar el voto, como se hizo en las últimas generales.
Al parecer a nivel municipal, los dos partidos mayoritarios manejan unas estadísticas pre-electorales muy semejantes. Oscilan del 12 a 9 favorable al PP, a un 12 PP, 8 PSOE y 1 para Coalición Valenciana.
En estos dos últimos casos, la campaña sí puede ser decisiva, ya que están bordeando el 5% los dos partidos, el Bloc con décimas por arriba y Coalición Valenciana, un poco por debajo, pero los dos podrían llegar a su objetivo de obtener representación municipal.
Si la campaña que se hace es muy trabajada, ambos podrán llegar a sus objetivos, el Bloc arañando votos de izquierda al PSOE o a los escépticos catalanistas de Izquierda Unida, si los votantes se percatan de que no van a sacar nada, y reparten su voto entre PSOE y Bloc, y Coalición Valenciana, si los regionalista valencianos de Unión Valenciana llegan a la misma conclusión y reparten los suyos entre PP y Coalición.
Las demás candidaturas no se acercan ni de lejos al listón del 5 %, por lo que presumiblemente, a no ser que hagan campañas espectacularmente convincentes, no llegarán a nada. Es decir, restarán a sus homogéneos, pera disfrute de sus adversarios.
Me encantaría ver a Mercedes Giménez en un escaño municipal y ejerciendo labores de gobierno, junto al Partido Popular si así lo decide el voto de los ciudadanos, y no me sabría mal en absoluto que José Miguel Ros entrara también en el consistorio, pues estoy seguro de que su sensatez y hombría de bien sólo serviría para ejercer de contrapunto moderado dentro del Ayuntamiento, ejerciendo de conciencia ciudadana en momentos determinados.
Pero por otra parte, no podré lamentar que el Bloc se quede fuera del consistorio, ya que será la única forma de convencerles de que no se puede ser pancatalanista durante cuatro años, defender las posturas políticas que les llegan del norte, negar la identidad propia y nomenclatura de la lengua valenciana y pactar con ese conglomerado de intereses catalanes que han firmado para poder tocar poder, y a la vez, pedir sin rubor el voto del pueblo valenciano y manifestar su valencianía, solamente durante la campaña electoral.
El pueblo, no se deja engañar tan fácilmente, y seguramente les castigará, negándoles el voto, aunque hay tanto “catalino” converso en nuestra ciudad, que no me sorprendería que llegasen a su situación actual de un representante en el consistorio. Más que eso, es improbable y me parecería lamentable para los que nos sentimos muy valencianos, muy españoles y para nada catalanes, ni componentes de esos “Paisos Catalans” que tan profundamente sienten ellos.
Y a partir de aquí, “a quien Dios se la dé, San Antonio se la bendiga”.
Las variaciones muy sensibles que se produzcan en desviaciones de:
Partido Popular: 11-12 concejales
PSOE: 9-8
Coalicion Valenciana: 1-0
Bloc: 0-1
será el fruto de una campaña electoral bien llevada y trabajada, o con deficiencias, pero en esta carrera, los caballos de salida están en estas posiciones, y en el momento de la llegada veremos el esfuerzo y la estrategia que ha desarrollado cada uno para mantener sus posiciones o mejorarlas.
Suerte a todos en los resultados, pero sobre todo buena gestión después de conocerlos, pues de esa gestión es de lo que nos serviremos en futuras elecciones para depositar nuestro voto.