Ejemplos y vergüenzas ajenas

Acabo de ser testigo presencial de dos situaciones relacionadas con las fuerzas del orden público de Burriana, hoy sábado día 12 de Abril, que en una misma situación han puesto en evidencia una conducta ejemplar y otra que si no vergonzosa, al menos me ha parecido inadecuada y por eso quiero referirla.

Y espero que pueda servir para mejorar a quienes no han tenido la sensibilidad adecuada para actuar.

Alrededor de las 12 del mediodía y estando tomando en sol un anciano sentado en un banco al otro lado del río, se vio abordado por una gitana, según me explicaron las sobrinas de la víctima, que le metió la mano en el bolsillo robándole el dinero que llevaba.

No sé si la Guardia Civil o la Policía Local (había dos coches de atestados de los dos cuerpos) que seguían a la delincuente a distancia, al percatarse de los hechos procedieron a detenerla, pues era su modus operandi, y estaban ojo avizor para proceder a su detención.

Hasta ahí, una conducta ejemplar de protección de la ciudadanía, por lo que les felicito cordialmente, porque para eso están, para protegernos de los delincuentes.

Pero circunstancialmente mientras estaban llevando a cabo el atestado, y estando varios amigos observándolo desde el Bar Molina en la distancia, llegó otro coche patrulla de la Policía Municipal y aparcando su coche indebidamente en un parking de minusválidos frente al mismo bar, se incorporaron sus compañeros y a la Guardia Civil del puente, cuando ya eran en ese momento 6 agentes entre Guardia Civil y Policía Local, por lo que imagino que para detener a una gitana y hacer el atestado eran más que suficientes.

Alguno de mis compañeros comentó en voz alta “ya tenemos a toda la Policía en el puente” recibiendo una respuesta airada del conductor del este coche, pero no le dimos mas importancia.

No obstante al volver a los pocos minutos cogió su carpeta y se dirigió a la acera de enfrente donde estaba aparcado en una zona de aparcamiento prohibido un Citroen gris , matricula 3143 BJP, con los intermitentes puestos que apenas llevaba unos minutos allí, y procedió a denunciarle.

Estaba en su perfecto derecho de hacerlo, pero me hubiera parecido mucho mas adecuado preguntar en el Bar en la Floristería o en el Horno de Barrionuevo si era de alguien que estaba cargando o descargando.

Eso hubiera sido una conducta cívica y lo que hizo cumplir con su obligación., pero sin matizar los detalles.

Delante del Citroen había un Mercedes, igual de mal aparcado y enfrente justo delante de su coche patrulla, que como dije estaba también mal aparcado, un Audi 4 que tenia la parte trasera del coche dentro del parking de minusválidos.

Al preguntarle yo, porque solo denunciaba al único que tenia puestos los intermitentes y no lo hacía con el Mercedes ni el Audi 4, me respondió que porque no quería.

No debí de hacerle la observación, pero tampoco él debió de responderme como lo hizo.

Menos de dos minutos después, llegaron dos chavales de menos de 20 años, cargados con dos cajas de monas, que es lo que habían ido a recoger, y al ver la multa se llevaron un disgusto de padre y muy señor mío, ya que eran Scouts que cogieron el coche del padre de uno de ellos, para ir a recoger el dulce para la fiesta del sábado por la tarde, y al ver una multa de 200 euros, el chico se puso muy nervioso, ante el problema que le habían creado, y no sabía como iba a reaccionar su padre.

Al preguntar yo a los presentes si conocían al Policía Local, me dijeron que se llamaba Ramón (más coloquialmente Ramonet), y los comentarios en general no le fueron nada favorables.

Yo sólo puedo opinar de lo que presencié, y he procurado expresarlo con absoluta neutralidad y exactamente como se desarrollaron los hechos.

Aconsejé al chico denunciado, que tratara de presentar un recurso y le di mis datos con DNI y número de teléfono, por si necesitaba un testigo presencial de los hechos.

Pero no me he podido resistir a explicar los hechos como se han desarrollado, y considero que la Policía Municipal debería de tener una actitud más positiva y considerada con la gente de bien y honrada, en situaciones como la que relato.

Les es exigible severidad con los delincuentes pero a la vez comprensión con los ciudadanos, y ganarían mucho en prestigio y consideración ciudadana, dando ejemplo de convivencia y generosidad.

Y por supuesto detectando y expulsando del cuerpo a quienes infrinjan los códigos éticos de conducta.

Siempre respetaré a las Instituciones del Orden Público, por que son necesarias e imprescindibles.

Pero nunca entenderé un corporativismo a ultranza entre sus componentes, ya que si el cáncer no se extirpa de raíz, sus metástasis acaban destruyendo todo el cuerpo en el que viven y crecen.

Pdt.- Antes de mandar la columna, me ha llamado el chico denunciado, para decirme que había hablado personalmente con él y le había quitado la multa, por conocer a la familia, pero precisamente por eso, quiero que se publique la columna, porque de no haberle conocido un ciudadano habría sido victima de esa falta de sensibilidad.