La descoordinación de los gobiernos de Zapatero
El segundo, que dejaré para otra columna, es el de la cooficialidad de las lenguas españolas en las distintas regiones, a lo que le ha contestado el Sr. Bono que entendía que los que se sintieran discriminados deberían de recurrir a la Justicia para evitar dicha discriminación, ya que la legalidad vigente está para cumplirse y nunca debe de haber nada ni nadie por encima del Imperio de la Ley.
Estoy de acuerdo, pero tanto él como yo sabemos que se vulnera ésta diariamente sin el menor recato, y siempre los politicastros de turno buscan vericuetos innobles para lograr sus propósitos.
Pero el tema del que me ocuparé en esta columna es el del personaje de Otegui, ya que la presentadora le ha preguntado al Sr. Bono cuál era su opinión al verle ya en la calle.
El Presidente del Congreso le ha contestado que no es costumbre en él hablar de delincuentes, pero que en este caso iba a hacer una excepción.
Dijo muy claramente que la palabra que definía perfectamente a este señor era la de “delincuente”, y que a los españoles en general nos podría engañar si nos sentíamos predispuestos a ello, pero no a él, ya que había oído en su etapa de Ministro muchas de sus conversaciones y le conocía muy bien.
Que no se fiaba en absoluto de este elemento, que era un “mentiroso” y nadie debería fiarse de esta clase de gente, que además, sufría lo que el ex Ministro definía como “síndrome de Yoyes”, es decir, que sólo podía hablar y decir lo que estaba permitido en los códigos de los asesinos terroristas, ya que si se propasaba corría el riesgo de ser asesinado él mismo.
Eso, los españoles de a pie mínimamente interesados en el tema, ya hace más de veinticinco años que lo sabemos, pero por lo visto el Presidente del Gobierno, o no estaba interesado en el tema o no estaba “informado” por su Ministro, ya que apenas hace algo más de un año definió a Otegui, como “hombre de paz e interlocutor válido”.
Ahora, ese “matón de pacotilla” que se ha llenado la boca amenazando a la sociedad civil española, se presenta como adalid de la negociación y de la paz, de nuevo, y no se le ocurre otra cosa que pedir la libertad de todos los terroristas asesinos que llenan las cárceles españolas sin pensar por una sola vez, ni mencionarlo, el daño que han causado y los asesinatos inútiles que han llevado a cabo.
Está “cagado” de miedo y eso que es muy consciente de que no le van a matar quienes le han encarcelado, sino muy probablemente aquellos a los que cree representar.
Hoy este señor es un “muñeco roto”, como lo fue Yoyes en su día.
A quienes han pasado a ocupar su puesto de responsabilidad en la cúpula del terrorismo etarra, Otegui les importa un comino, como a él y a sus secuaces y compañeros en su día les importó un comino la ex dirigente etarra a la que asesinaron.
Él ya forma parte del pasado como lo formaba ella, y en cuanto empiezan a hablar de paz y negociación pasan a formar parte de los “contaminados” que pretenden que una estructura nacida para asesinar y vivir del crimen y la extorsión se platee dedicarse a trabajar honradamente y “ganarse el pan con el sudor de su frente”.
Eso no ocurrirá nunca, ya que esos lobeznos que empiezan en la “kale borroca” y se preparan en ella para empresas mayores, nunca han dado un palo al agua y sólo se han preocupado de aprender a apretar el gatillo (preferentemente por la espalda) y eso les ha dado unos rendimientos notables, pues además de vivir del cuento les han hecho creer que son “héroes o mártires del nacionalismo” y, claro, en la juventud esa vanidad les puede.
Cuando pasan de los cuarenta (como le ocurrió a Yoyes y ahora a Otegui) y prueban la estancia en el “trullo”, se percatan de que la verdad no es como ellos la veían y tratan de enderezar el camino, pero ya es tarde, porque detrás de ellos hay miles de jovencitos, educados en el crimen y el odio, que ni les respetan ni les han respetado nunca, porque ellos nunca representaron nada respetable, y empiezan a ser víctimas del mismo miedo cobarde que ellos infundieron en sus antecesores.
Tengo la seguridad de que el Sr. Bono esta filosofía la tiene tan sabida y asimilada como yo, pero sin embargo no ha sabido trasmitírsela a su jefe de filas.
Quisiera pensar que de todo lo que se enteró en el ejercicio de sus funciones como Ministro le pasó el informe correspondiente al Presidente del Gobierno, y que por lo tanto el Sr. Zapatero debería de disponer de la misma información de la que dispone el Sr. Bono para manifestarse como le he oído manifestarse hoy y con lo que coincido totalmente con él.
Lo que no llego a entender es la razón por la cual, con los mismos elementos de juicio y las mismas bases y argumentos, para el Sr. Bono, Otegui es un “delincuente mentiroso” y para el Sr. Zapatero “un hombre de paz y un interlocutor válido”.
¿Alguien puede explicarme este jeroglífico?
Si son capaces de hacerlo, les prometo poner de mi parte la mejor voluntad para entenderlo.
Dentro de unos años todo se sabrá no os preocupéis, la invasión de inmigrantes,la rotura de España, la perdida de valores, las desviacioones sexuales lejos de lo natural, al aborto, el divorcio, la violencia , el acceso de la mujer al mundo laboral y la dejadez de sus labores tradicionales, la rotura de la familia, los camareros mal preparados, la perdida de patrimonio de la iglesia,el derecho a la huelga, las pensiones a los vagos, la asistencia sanitaria gratuita a cualquiera, la educación para la ciudadanía,...todo esto culpa de los Rojos y socialistas...que desdes sus canales de television y sus periodicos intentan subvertir el orden tradicional y natural...Ya esta bíen!!! mano dura