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Por Miguel Bataller
Columna de Michel - RSS

La cultura occidental excluyente (II)

    Después de analizar la semana pasada lo referente a este tema, relativo a la vertiente occidental del Golfo Pérsico o Mar Arábigo, según quien lo escriba, hoy incidiré en la problemática vivida en otros países de Oriente Medio, procurando especialmente centrarme en otro de ellos, aunque el caso del Líbano tenga unas ramificaciones con sus vecinos Israel, Siria y Jordania.

    LIBANO

    Estuve allí por vez primera en primavera de 1970 y con apenas veinticinco años, me quedé enamorado de aquel país, de aquella sociedad y de aquel modo de poder convivir en paz y armonía cristianos, musulmanes y un número importante de europeos establecidos en aquel maravilloso país, al que yo describía como otra Valencia, pero en la que el sol salía por el monte…..y se ponía por el mar.

    Próspero, multirracial y pluricultural, con la Universidad de Beirut en la que se educaban la flor y nata de todo el mundo árabe en clara competencia con la del Cairo y una situación económica muy brillante.

    Un sistema político bien estructurado, en el que constitucionalmente la Jefatura del Estado la ejercía un musulmán y la del Gobierno un cristiano.

    Era una sociedad totalmente bilingüe, y te podías comunicar tanto en francés como en árabe y en muchos casos también en inglés en relaciones comerciales.

    Gente sería, trabajadora, muy emprendedora y hospitalaria, aún ahora casi medio siglo después de aquello, recuerdo con un cariño especial todos aquellos clientes y amigos, que me hicieron sentir como en mi propia casa durante una semana, las familias de Ibrahim Beiruty, Adib T. Moun, los Diab y los hermanos Cababbe.

    Y siento una pena enorme al recordar, que después de algunas otras visitas comerciales de las mismas características, aquel mundo se vino abajo destruido, precisamente por aquellos refugiados palestinos, a los que los libaneses les abrieron las puertas después del Septiembre Negro de 1970, en el que Jordania les expulso del país, al querer discutirle al Rey Hussein los derechos sobre los terrenos de Cisjordania.

    Ni doy ni quito razones en aquel conflicto, pero lo cierto es que al abrirles las puertas de su país a 400.000 refugiados palestinos, estaban importando el germen de los conflictos que luego vivieron los libaneses, y acabaron con la desestructuración de su propio Estado.

    Dentro de suelo libanés la OLP empezó a formar milicias para atacar u hostigar a Israel desde las zonas fronterizas del sur de Saida y Tiro, y sin comerlo ni beberlo se inició un conflicto que llevó a la separación entre Beirut Este y Oeste y acabó en una Guerra Civil

    En Damour los palestinos asesinaron a 582 cristianos maronitas y profanaron su cementerio y en Septiembre de 1982 asesinaron al volar con explosivos la sede central de las Falanges Libanesas a Bashir Gemayel y medio centenar de correligionarios.

    Parece ser que contaron con el apoyo del gobierno sirio y en represalia a los pocos días los falangistas libaneses, llevaron a cabo las matanzas de palestinos en los campos de refugiados de Sabra y Chatila, al parecer con la colaboración israelita.

    Yo me encontraba de viaje en Kuwait, acompañado de un compañero de trabajo palestino ( Zaki Al Kouby ya fallecido) y durante quince días fue un sin vivir, porque él había nacido en Saida (Libano)……pero era de origen palestino y lloró a sus cuarenta años con una pena inconsolable, de ver como se asesinaban entre ellos.

    Seguramente nunca se hubiera llegado a esos extremos, de no intervenir intereses ajenos al pueblo libanés, que ya había aprendido a convivir con valores occidentales y funcionaba a las mil maravillas.

    Pero de aquella lección, aprendí que cuando algo funciona maravillosamente se debe de proteger siempre desde dentro, ya que cualquier influencia externa puede destruir en poco tiempo lo que se tardó mucho tiempo en construir.

    Los europeos habían querido imponer nuestra cultura y nuestros hábitos democráticos en Líbano y lo habían conseguido, o al menos eso consideraba yo, pero como dice el refrán “la cabra siempre tira al monte” y lo que había costado bastantes años en ser edificado, fue derruido en apenas unos meses de mayoría musulmana, en una zona geopolítica donde Israel era el enemigo a batir y el ejemplo mas evidente de la cultura judeo-cristiana, que además estaba protegido y amparado siempre por los EEUU, y aunque por momentos en el Consejo General de la ONU las opiniones árabes fueron apoyadas por Francia e Inglaterra en concomitancia con el tradicional apoyo soviético a la causa árabe, no prosperaban por el derecho a veto.

    Después de aquello, me quedó claro que hasta 1948 solo había una diáspora:

    LA DE LOS JUDIOS

    A partir de entonces, acabé convencido de que durante muchos años irán surgiendo muchas más y ya tenemos la de los palestinos y la de los libaneses cuyo mayor número ya no viven en su tierra sino dispersos por el mundo y ahora ha llegado la de los sirios.

    Y como no me gusta hacer columnas interminables, el caso de IRAN, que en principio pensaba analizarlo hoy junto al de LIBANO, lo pospondré hasta la semana próxima, ya que su explicación puede hacer esta columna excesivamente larga.

    En definitiva sólo se trata de reflexionar sobre la conveniencia o inconveniencia de pretender que todo el mundo se rija por nuestros criterios de convivencia democrática y valores humanos.

    Para nosotros eso es innegociable, pero para ellos puede resultarles imposible aceptarlos, o al menos así se deduce de las experiencias explicadas.

    La semana que viene trataremos de analizar los movimientos occidentales en IRAN desde la década de los años 1940 hasta la REVOLUCION DE LOS AYATOLAS en 1979 y sus consecuencias posteriores.

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    comentarios 4 comentarios
    jose megias verges
    jose megias verges
    19/10/2015 01:10
    una buena reflexion

    Como siempre una buena reflexión ,te felicito por redacción ,aunque el contenido solo esta interpretado de un punto de vista particular, yo soy de la historia no hay que juzgarla por lo que afecta ,mas bien por lo que ha sido .Como bien dices el que desconoce la historia ,seguramente caerá en los mismos errores .Pero también hay que decir que el que no quiere conocer otros puntos de vista también caerá en los mismos errores .Espero que sigas opinando y explicando tus vivencias aunque muchas veces no coincidan con las mias P.D Cuando siempre recibimos opiniones e informacion en el mismo sentido, nuestras posturas se van haciendo mas inflexibles y nos volvemos radicales defendiendo estas posturas y no admitimos otros puntos de vista distintos del nuestro. Este sera el origen del fanatismo politico o del integrismo religioso.

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