Mi “mea culpa”, mi homenaje a mis héroes y mi reproche a los ineptos
Lo hago de corazón y sin dolerme prendas, porque mis amigos y quienes me conocen bien saben que siempre lo suelo hacer cuando los hechos muestran tozudamente que mis planteamientos podían ser razonables, pero inadecuados para un momento determinado.
Este es el caso.
Sólo he abordado el tema directamente en mi columna del 5 de Febrero:
CORONAVIRUS: ¿EPIDEMIA O POLÍTICA?
Posteriormente, siempre he tratado de minimizar la importancia del tema, para evitar una situación de pánico generalizado o histeria colectiva.
Estaba muy equivocado, porque la imparable manera de contagiar el CORONAVIRUS, le ha ganado la guerra a su poca letalidad entre las personas sanas, ya que entre los que sufrían afecciones respiratorias, cardiacas o de cualquier otro tipo, ya sabíamos todos, que cada invierno la gripe se llevaba por delante a más de seis mil ancianos o personas susceptibles de no poder superar la gripe normal.
El auténtico problema que nos he generado esta mutación del virus gripal, es que el contagio es tan progresivo e imparable, que los sistemas sanitarios mundiales, tanto los menos perfeccionados, como los mejores, entre los que se encuentra el español, se ven impotentes de poder atender, con la enorme cantidad de medios de los que dispone actualmente, a toda la avalancha de personas que se han contagiado y que presumiblemente se van a seguir contagiando en las próximas semanas y buscan atención inmediata.
Con las referencias de China e Italia por delante, ahora desde todos los medios disponibles se nos recomienda QUEDATE EN CASA, como la mejor medida siempre que vaya acompañada de unas medidas higiénicas oportunas.
Y para no saturar los Centros de Salud ni Hospitales, se nos recomiendan las consultas telefónicas en los casos habituales, para no paralizar indebidamente la atención médica a los casos realmente transcendentales.
Personalmente, he tratado de asesorarme con profesionales de la medicina o enfermería de mi entorno, y han sido ellos quienes me han convencido para quedarme en casa con mi esposa, durante al menos y de momento quince días, saliendo sólo a la calle por razones inaplazables de compras alimenticias, atenciones programadas de medicinas a la farmacia y poco más.
Sólo voy a echar mucho de menos a esos amigos de cada día, con los que compartía el horario matinal del café y el de la partida de domino después de comer y especialmente a mis hijos y nietos, que ya me han advertido que tendremos que acostumbrarnos a no verles durante este periodo de ALERTA marcado por las autoridades sanitarias, para evitar contagios que puedan ser letales para los septuagenarios, por muy sanos que nos sintamos.
Por lo visto ellos consideran la vejez como un factor de riesgo, aunque yo me empeñe en llevarles la contra, pero comprendiendo sus razones para protegernos.
Sobre todo, quiero que esta columna sirva de homenaje a esos ciento de miles de españoles, que han dedicado su vida a cuidar y proteger nuestra salud.
En estos momentos tan especiales, es cuando aparecen como verdaderos HEROES, porque como les ocurría a los soldados durante las guerras tradicionales (mucho menos en las actuales) ellos son los que luchan a brazo partido en primera línea, arriesgando sus vidas en este caso ante un virus que aun no tiene vacuna, por baja que sea su letalidad.
Por muchos escudos actuales que se pongan para protegerse, esas micro partículas siempre podrán superar todas las barreras para afectarles a ellos.
El Centro de Salud de Igualada es un ejemplo evidente de esos riesgos, como seguirán apareciendo algunos más porque es inevitable, pero en todos ellos y siempre encontraremos a esas personas preparadas y formadas para protegernos a todos, luchando ellos en primera línea.
La nota discordante la dieron nuestros políticos, permitiendo y promocionando manifestaciones multitudinarias el 8 de Marzo, para iniciar el día siguiente una lucha a brazo partido contra todas las expresiones multitudinarias.
Como decían en mi juventud los ancianos:
DESPUES DE MUERTO PASCUAL, LE DIERON UN ORINAL.
Ellos mismos se han desprestigiado frente a sus conciudadanos.
La suerte que tienen, es que es el momento de arrimar todos el hombro, para salir del problema.
Los filósofos clásicos tenían su adagio en latín:
PRIMA VIVERE, DEINDE FILOSOFARE.
En estos momentos sería más o menos:
PRIMERO SOBREVIVIR, LUEGO HABLAREMOS DE POLITICA EN LAS URNAS LLEGADO EL MOMENTO.
Hasta la semana que viene amigos.