Cataluña: ¿Leyes o sentimientos?

El ocho de Abril y en el Congreso de los Diputados, se puso el punto final político al manido tema del independentismo catalán.

Un ochenta y seis por ciento de la representación democrática de la voluntad popular de los españoles, expresó bien a las claras y con todo tipo de argumentos legales y constitucionales, que siempre que se aborden problemas de índole estatal, han de ser escuchados todos los españoles, respetando las normas constitucionales de momento.

Y que la Constitución siempre podrá cambiarse, pero nunca a la medida de las exigencias o intereses de grupos minoritarios, sino en orden a mejorar la convivencia entre todos.

Los tres miembros del Parlamento de Cataluña, que tuvieron que venir a defender sus tesis, faltos de elementos de defensa aceptables, recurrieron en exceso a los “sentimientos”, sin querer percatarse de que cada persona, tiene unos sentimientos diferentes y ni todos los catalanes sienten impresa en su corazón la exigencia del independentismo y su desapego de su condición de español, ni los Parlamentos son los ámbitos de discusión de los mismos.

La labor parlamentaria es legislativa, y por lo tanto las mismas personas que elaboran las leyes y las estudian antes de promulgarlas, no pueden dedicarse a vulnerarlas una vez convertidas en textos legales vigentes.

Muy al contrario, su obligación es cumplir y hacer cumplir las Leyes, y por encima de todas ellas “NUESTRA LEY DE LEYES: LA CONSTITUCION”.

Se les podría y debería recordar a los catalanes que ellos mismos la votaron con más de un 90 % a favor, concentrándose allí uno de los mayores porcentajes de aceptación en todo el territorio nacional, por lo tanto no es de recibo la actitud irracional y poco respetuosa con el orden constitucional de Convergencia, de ERC del comunismo catalán y de esas otras sopas de letras catalanistas, que han surgido alrededor de la disidencia extremista dentro de esos grupos políticos.

Por supuesto y arrimando el ascua a su propia sardina, PNV, BNG, AMAIUR, CC y uno de los dos diputados de GEROABAI , así como Izquierda Unida, votaron al lado de los independentistas catalanes, pero eso no es de extrañar, ya que todos los primeros como Mas, pretenden ser “cabeza de ratón utópico, a parte de león real”, e Izquierda Unida suele ser siempre la nota discordante, el defensor de las causas perdidas y la manzana de la discordia en cuantas decisiones de ámbito estatal transcendentes hay que tomar, porque de otro modo, pasaría inadvertida, y dejaría de cultivar el campo de las insatisfacciones ajenas, para engordar su escuálido granero de votos.

Todos ellos, aunque la lista es larga, vienen a representar menos del 14 % del cuerpo de votantes del Estado, por lo que sus propuestas carecen totalmente del peso específico necesario para ser no sólo impuestas, sino incluso seriamente consideradas.

Pero en mi opinión quienes mas perjudicado han quedado de todo este “mare magnum” innecesario, ha sido Arturo Mas y Convergencia.

El Presidente de la Generalidad Catalana, al rehuir ser él quien defendiera sus propias ideas, ha quedado como esos generales cobardes, que esperan en retaguardia ver el lamentable espectáculo del fracaso de sus tropas, enviadas por ellos al sacrificio aún a sabiendas que nunca podrían tomar los reductos que estaban atacando, pues estaban en evidente inferioridad.

No le ha importado dejar a otros en ridículo, pare evitárselo él mismo.

Posiblemente la imagen de un Ibarreche derrotado y permanente descalificado para el ejercicio de la política independentista vasca en el futuro, ha pesado en su ánimo.

Al menos el ex lehendakari, tuvo el valor y los arrestos necesarios, para defender sus propias convicciones en sede parlamentaria, y dio la cara por sus ideas.

Este indefendible personaje, ha enviado a torear a Jordi Turull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (IU), sin darles mas capa, muleta y estoque que sus sentimientos, y un derecho a decidir que lo exigen para ellos mismos, pero lo niegan a los demás.

Con tan pocas defensas, era imposible cortar orejas y rabo en una plaza tan exigente como el Parlamento Español, y por eso Mas, acostumbrado a la aclamación sin oposición del Parlamento Catalán, no se consideró capacitado para evitar el ridículo, y envió a otros a que lo sufrieran por él.

Descanse en paz Presidente, y disfrute de los escasos meses que le quedan en su sillón.

Pero procure no seguir creando problemas de imposible solución, porque sus sueños de grandeza no se pueden arreglar tomando cafés con Rajoy.

Son problemas generados por su ignorante soberbia, y esos sólo se curan como se curaron los de Ibarreche, quitándoles de la circulación política española, para que otros con mas “seny” acepten que “son españoles sin derecho de pernada” y que la solidaridad que ha conseguido un cierto grado de igualdad en derechos, deberes y estatus económico entre todos los españoles, no es algo exclusivo de los catalanes, pues mucho antes que ustedes los valencianos ayudamos con las divisas de nuestras exportaciones de cítricos a la reconversión industrial de Cataluña y del País Vasco, cuando se nos liquidaban a una paridad política, y el diferencial iba destinado a mejorar las condiciones de vida de los residentes en esas regiones, y entre ellos abundaban los andaluces, extremeños y castellanos.

Nuestros antepasados, como bien canta nuestro Himno Regional, lucharon para ofrendar nuevas glorias a España, y nunca reclamaron nada.

Ustedes ahora, están reclamando el fruto de aquellos esfuerzos valencianos, y le añaden el considerando de “deuda histórica”.

Aprendan a ser solidarios, en vez de dar continuas tesis de “EGOISMO NACIONALISTA”.