Me avergüenzo de ser español

EL LEGISLATIVO, EL EJECUTIVO Y EL JUDICIAL.

Desde que a Felipe González se le ocurrió “ejecutar a Montesquieu” en la década de los ochenta, se han ido deteriorando los órganos gubernamentales de los tres estamentos, hasta confundirnos a todos los españoles.

Esto viene a ser en términos teológicos como una “Santísima Trinidad” de los tres poderes, manipulados y utilizados al servicio de la PARTITOCRACIA que sufrimos, y que no es ni más ni menos que la negación de la esencia de la DEMOCRACIA.

Desde el mismo momento que se supeditó el poder JUDICIAL a los caprichos y vaivenes de la POLITICA, se le cayó la venda de los ojos a la hermosa dama que la representa con una balanza en la mano, y ya a partir de ese momento la “bella” en cuestión se convirtió en la “bestia” manipulada por unos asalariados de los poderes ejecutivo y legislativo, en su propio beneficio.

Y viene a cuento todo esto, a raíz del caso del Juez Divar, Presidente a la vez del Consejo Superior del Poder Judicial y del Tribunal Supremo.

Curiosamente a este señor se le acusa de disfrutar de largos fines de semana entre los jueves y los martes en hoteles de lujo en Marbella y otros varios destinos, con su cohorte de guarda espaldas y acompañantes más o menos identificados, con cargo al erario público.

Y curiosamente, parece ser que no había ninguna falta ni delito en esta actitud.

Imaginen Vds. con que benevolencia o perversidad se había legislado sobre el particular, que este señor ha tenido que renunciar a sus cargos y privilegios, no basándose en un hecho delictivo o en una falta mas o menos grave, sino por el clamor popular desatado al denunciarse ese detalle por un compañero.

Casualmente bajo la Presidencia del Sr. Divar se inhabilitó recientemente al Juez Garzón, y ahora el abogado defensor de esté señor, miembro a su vez del Consejo Superior del Poder Judicial, es quien ha presentado la denuncia contra su Presidente, aportando datos muy concretos “de unos hechos que aparentemente no eran delictivos” pero si desprovistos de la menor ética en su conducta.

Si la cuarta autoridad de nuestro Estado ha llegado a esta situación y por estas razones, me pregunto yo con que criterios de ética y moral se legisla en España, y con que razones judiciales se imputa, inculpa o condena a los individuos.

Más bien parece un “ajuste de cuentas”, entre dos bandas mafiosas rivales, en el control del hampa norteamericana, en la primera mitad del siglo XX.

Que conste que me parece perfecta la decisión de quien quiera que la haya tomado de cesar al Sr. Divar o de dimitir él mismo si nadie podía obligarle a presentar la dimisión, ya que como dice el refranero español “la mujer del Cesar, no sólo ha de ser honrada, sino también parecerlo” y en el caso que nos ocupa esa honradez brillaba por su ausencia según se aprecia a primera vista.

Podrá ser más o menos legal, pero lo que de ninguna manera parecer ser es honesto.

Y puestos a limpiar de esas corruptelas el patio judicial español, no estaría de más “entrar a saco” de una vez y devolverle su autonomía al Poder Judicial, independientemente del Poder Político, y a partir de entonces quizás los españoles recuperaríamos nuestra confianza en un sistema judicial desprestigiado a fuerza de manipulaciones de “tirios y troyanos” de navajazos y venganzas entre jueces adictos a la ideología de derechas o de izquierdas, y quizás de ese modo se podrían aclarar casos tan lamentablemente guardados en el último cajón de la última mesa del último funcionario de Justicia, porque no les conviene ni a los que nos gobernaron ni a los que nos gobiernan que se sepa LA VERDAD.

La lamentable clase política que padece España desde hace ya bastantes años, utiliza unos argumentos y los exactamente contrapuestos, según esté en el poder o en la oposición, y los españoles que tratamos de pensar y analizar las situaciones según se van presentando, acabamos tan perplejos como confundidos ante tanta falacia e incapacidad para ser sinceros, y de esconderse tras verdades a medias, que son las peores de las mentiras.

No sé si con el paso de los años sujetos a tanta manipulación, los JUECES serán capaces de recuperar la ESENCIA DE LA JUSTICIA, para el correcto funcionamiento de un Estado moderno.

Pero de lo que no me cabe la menor duda, es de que con “los usos y costumbres” de la clase política que “nos desgobierna y miente continuamente”, y con su manipulación del PODER JUDICIAL, solo podemos acabar como la peor de las republicas bananeras del Caribe, ya que cada día nos parecemos más a ellas, y estamos tan arruinados como lo están ellas…..aunque aquí queramos que la culpa sea de la Sra. Merkel o del Sr. Obama.

La culpa es de todos los españoles, que permitimos que nos manipulen como lo hacen.

A punto de cerrar la columna, me llega la noticia de la LEGALIZACION DE SORTU, por un Tribunal Constitucional, que se ha apresurado a dictar sentencia cuando él mismo está a punto de desaparecer, para ser sustituido por otro en función de los últimos resultado electorales, a primeros de Julio.

Antes de morir, le ha querido pagar al PSOE y a sus aliados nacionalistas e independentistas su último favor, contraviniendo la sentencia del Tribunal Supremo.

Una razón más para avergonzarme de ser español, de su JUSTICIA y de su casta política.