Andalucía y la corrupción total

En contra de lo que se esperaba, la corrupción política y sindical en Andalucía no ha penalizado en absoluto al PSOE (partido que gobernaba) y ha laminado casi totalmente a Izquierda Unida, sus socios de Gobierno, incomprensiblemente.

Lo primero que se le ocurre pensar a cualquier observador bien intencionado, es el por qué y las razones para que eso haya ocurrido.

No parece comprensible, que la Comunidad Autónoma más pobre de España, con el mayor índice de paro absoluto de toda Europa, y con un paro juvenil que supera el 50 % y el mayor índice de analfabetismo de toda la nación e incluso de todo el continente, que lleva gobernada desde hace casi cuarenta años por el PSOE, siga permitiendo a quienes les han llevado a ese punto que se mantengan en el Gobierno.

Eso no sería comprensible en ninguna otra región del mundo occidental o de un mundo civilizado.

En España sí, por lo que hay que encontrar las razones.

Y he procurado analizar el tema, llegando a la siguiente conclusión.

Los andaluces que durante siglos se quejaron del caciquismo de sus terratenientes que solían pagarles sus votos en períodos electorales(tanto con gobiernos monárquicos como republicanos) olvidándose de ellos después durante varios años hasta la llegada de otras elecciones, han encontrado ahora un cacique estatalizado.

No les ha importado ni siquiera, que les hayan robado hasta el dinero de los ERES.

Ese cacique es el PSOE, que presenta la ventaja de que lleva pagándoles durante casi esos cuarenta años, mensualmente su PER y firmándoles todas las peonadas que necesiten, para que sigan mal viviendo.

El andaluz rural está convencido que “mas vale eso que nada” y con ese ingreso fijo y sus “apaños” se va arreglando para malvivir.

No he encontrado otras razones que justifiquen los resultados salidos de las urnas en Andalucía, ni ahora ni nunca, al menos desde hace más de veinte años.

Las “mayorías” ya sean absolutas o minoritarias, no tienen otra explicación razonada ni razonable, que no sea esa.

Se consiguen en la Andalucía profunda y rural, que vive del PER (en muchas ocasiones el PP ha llegado a tener gobiernos municipales en siete de sus ocho capitales, y en casi todas las grandes ciudades) pero nunca ha podido conseguir el PP ni tan siquiera una mayoría absoluta para poder Gobernar.

Tan sólo en cuarenta años una mayoría minoritaria en 2011, pero el pacto PSOE-IU imposibilitó su llegada al gobierno andaluz, y paralelamente ha servido para hundir a los comunistas tradicionales.

En cierto modo podríamos hablar de la CORRUPCION TOTAL, consentida y tolerada por el PP cuando ha tenido el Gobierno de España, por no haber puesto las medidas legales oportunas para evitar que tanto los Gobiernos Andaluces como sus ciudadanos, pudieran perpetuar ese anacronismo de subvenciones que todo el mundo sabe que se facilitan ilegalmente, como contrapartida a los votos recibidos o recibir.

El campesino andaluz, aplica sabiamente el refrán del “dame pan y llámame tonto” y allí nadie se atreve a levantar la voz con el sonsonete catalán del ESPAÑA NOS ROBA porque todos son muy conscientes de que en ese caso ESPAÑA SE DEJA ROBAR ya que entre DEUDA HISTÓRICA inadmisible e indemostrable y el PER, los miles de millones de euros que nos ha costado al resto de los españoles la Comunidad Andaluza, los conoce muy bien el PSOE, así como el destino que se les han dado.

Es el precio de los votos recibidos.

Pero lo curioso, es que los pagamos todos los españoles con nuestros impuestos, para que los disfruten los campesinos andaluces y los políticos socialistas.

¿Cuándo se enterará el Partido Popular español, de que mientras el socialismo tenga ese granero de votos en Andalucía le va a resultar poco menos que imposible ganar en España con mayorías absolutas?

Sólo lo podrán lograr tras otro Zapatero que nos arruine a todos, incluso a los andaluces, y en ese caso recibirán las ruinas que recibieron en 2011 en cuyo caso se volverán a quemar en cuatro años de recortes y apretarnos los cinturones a todos los españoles y nunca podrán revalidar su permanencia en el poder, porque la memoria de los españoles, es muy frágil.

Una buena campaña desde la izquierda desprestigiada por su mal gobierno, combinada con los desesperados y algún grupo emergente del descontento, será más que suficiente para echar del Gobierno a los populares por las razones ya apuntadas.

Y ellos erre que erre, sin querer abrir los ojos para aprender.

Ni lo han hecho en Cataluña ni en Andalucía ni en las provincias Vascongadas.

Y sin esos nichos de votos, por muchos que obtengan en el resto del Estado, no hay manera de llegar al poder ni de conservarlo, en circunstancias normales.

La semana que viene no me esperen.

Descansaré y dejaré descansar a mis lectores habituales para no cansarles más.