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O la UNION EUROPEA se libra del yugo del poder en la sombra que representan Goldman Sachs, Standart & Poors, Moody´s y demás agencias anglosajonas al servicio de no se sabe que poderes fácticos, o acabarán por hundir no solo nuestras economías, sino incluso nuestras democracias.

Parece una maquinación perfectamente orquestada desde el otro lado del Atlántico, y por unos grupos financieros de presión, que ante el temor de hundir a la economía mas frágil y desequilibrada del mundo, como es la americana, han optado por hundir a la vieja Europa, que les cae mas lejos y cuyas consecuencias van a poder disfrutar ellos.

Si un simple ciudadano europeo, con una información limitadísima como soy yo mismo, percibe esa situación, con infinitas mas razones y argumentos la deben de conocer los Gobiernos de los Estados de la Unión Europea, y sin embargo nadie ha movido un dedo para dejar de facilitarles las informaciones de los estados económicos de todas las entidades financieras y bancarias europeas a esa empresas, con lo cual evitarían ser sujetos pasivos de sus maquinaciones y descalificaciones que nos han llevado a la situación actual.

No entiendo como todos estos señores que estuvieron encubriendo los estados calamitosos de Lehman Brothers y otras instituciones financieras estadounidenses durante años, pueden decidir ahora “la vida y la muerte” de democracias consolidadas desde hace cientos de años en Europa.

De momento y sin el menor pudor, eludiendo cualquier proceso electoral o democrático, han colocado como Presidentes de los Gobiernos de Italia y Grecia, a dos “ex funcionarios” de Goldman Sachs, como son los señores Monti y Papademos.

El primero de ellos, el actual Primer Ministro italiano Monti “por la gracia….de las finanzas” fue asesor de Goldman Sachs en el período en que esta empresa ayudo a ocultar la información real de las cuentas del Estado Griego a la Unión Europea, para sumir su economía en una pendiente de bajada definitiva y sin frenos posibles, que les han llevado a la bancarrota.

Ha sido además Director europeo de la Comisión Trilateral, y miembro directivo del Grupo de Bilderberg, según información publicada en los medios económicos, es decir del “club de multimillonarios” que acrecientan sus fortunas, especulando con capitales por todo el mundo a su propia conveniencia.

De esas manipulaciones ya le oí yo hablar al Primer Ministro de Malasia Sr. Mahatir durante el último cuarto del siglo pasado.

Él inculpaba directamente al Sr. Soros, aparentemente otro miembro del Club, pero sus actuaciones posteriores en Argentina durante el “corralito” y ahora en Europa, me hacen pensar que no se trata de algo puntual, sino de un ajedrez de estrategias coordinadas, para debilitar a hundir aquello que les proporcione a ellos, un beneficio jugoso.

Papademos, el nuevo Primer Ministro Griego, es otro miembro de la Comisión Trilateral desde 1998 fundada por los Rockefeller para catalizar a las principales fortunas e incidir en los intereses comunes a todas ellas.

Fue Gobernador del Banco Central de Grecia entre 1994 y 2002, falseando las cuentas de los déficits públicos del Estado con la impagable colaboración de Golden Sachs, lo que inició el proceso de descomposición financiera de Grecia.

Como ven podría decirse, que fuera de cualquier proceso democrático natural, tanto Italia como Grecia, han puesto “a las zorras para guardar las gallinas”, o casi más adecuadamente que han “colocado a dos pirómanos, para apagar el fuego financiero de sus Estados”.

Por si eso fuera poco, nos han colocado al frente del Banco Central Europeo al italiano Mario Draghi, como sustituto de Jean Paul Trichet.

El Sr. Draghi, como los anteriores, llega avalado como Viepresidente para Europa de Goldman Sachs entre 2002 y 2006, es decir que fue otro de los responsables del falseo de documentos del Estado griego.

Aparentemente los dueños y señores de los resortes de poder actuales en Italia, Grecia e incluso en el Banco Central Europeo, son tres personas estrechamente vinculadas con la misma institución financiera norteamericana, que tanto daño ha hecho a los países europeos.

Y no para ahí la cosa, o al menos no estimo yo que vaya a parar.

Tenemos intervenidas a Grecia, Irlanda y Portugal, en una situación gravísima, aunque los irlandeses parece que saquen la cabeza de debajo del agua, y cumpliendo unos parámetros razonables, van cubriendo objetivos.

Tenemos en la UVI, pero sin intervención quirúrgica posible por riesgo de muerte del cuerpo total europeo a Italia y a España, si no se moderan los tipos de interés de sus Deudas Publicas.

Y ya pende la espada de Damócles sobre Bélgica y Francia, cuya Prima de Riesgo respecto a la alemana, empieza a distanciarse.

La última tecla a tocar en ese piano económico, será la alemana que de momento no encuentra el menos problema para colocar toda la Deuda Pública que quiere a un tipo bajísimo……..pero todo llegará.

La voracidad de la “Bestia financiera”, no conoce límites, y una de mis dudas, a la vista de la fragilidad de las finanzas yankis, es saber si todos esos “factotums” que manejan los hilos de esta trama desestabilizadora, actúan por cuenta propia, o en nombre y representación de los únicos que en estos momentos disponen del dinero del mundo, que son el Estado Chino y las fortunas de los jeques del Golfo Pérsico.

Hasta hace poco, tanto unos como otros, dependían de Occidente, para todos sus proyectos.

Hoy aparentemente, Occidente está en sus manos, y aquellos ciudadanos chinos y árabes, siguen siendo pobres…..aunque menos, pero sus Estados monopolizan la mayor parte de la Deuda Pública Occidental, en un curioso trasvase de poderes y economías.

Nosotros nos consideramos ciudadanos ricos de unos países arruinados, lo cual a medio y largo plazo significara volver a ser ciudadanos pobres.

Ellos en su pobreza, sufrirán menos al no haber vivido en la opulencia aparente como nosotros, y en definitiva sus Estados podrán ofrecerles una parte ese Estado de Bienestar, que aquí está condenado a desaparecer….por mucho que nos lo nombren.

A los ciudadanos sólo nos cabe rezar…y esperar.

A nuestra clase política, tomar las riendas de nuestro futuro, para que sea lo menos traumático posible.