Adiós Sr. Ibarreche… adiós
Tuviste más de 10 años para combatirles, para aislarles y para encarcelarles, y en vez de eso tu Gobierno sólo se preocupó de financiar a todas las siglas de su entorno inmediato para que pudieran visitar a los asesinos encarcelados, en un detalle de humanidad incomprensible para sus víctimas.
He dudado siempre si eres un “cabrón” o un “cagón”, llevado por las actitudes que adoptaste.
Nunca supe discernir si en ti dominaba la cobardía y el miedo a los etarras o un sentimiento de odio y resentimiento contra lo español, que te hacía proteger de una forma subliminal, pero muy evidente, a aquellos asesinos a sueldo, que sólo buscaron y consiguieron hacer del terror su “modus vivendi”, es decir, su profesión.
Quizás no pecaste nunca por acción, pero sí lo hiciste en infinidad de ocasiones por omisión, y eso te responsabiliza de sus fechorías.
Has sido cobarde y malvado, hasta en el momento del adiós.
Presentas un programa de Gobierno como propio, y por el simple hecho de perder la investidura, sales del escenario político por la puerta de atrás y dando un portazo.
Argumentas mil razones infundadas, lamentando que no se les diera el derecho a votar a los terroristas, pero en ningún momento te acordaste de reprocharles que ellos les negasen el “derecho a vivir a sus víctimas”.
Entre el “derecho al voto” de los asesinos y el “derecho a la vida” de los ciudadanos decentes, no me cabe la menor duda.
A ti por lo visto sí.
Y es que ellos te sirvieron para tus fines durante todos estos años.
Ellos movían el árbol, cargado de fruta madura… y tú te comías la fruta madura que caía.
Hasta hubo un momento que ZP, obnubilado por tus éxitos electorales, quiso acompañarte en el tortuoso mundo del diálogo con quienes nunca quisieron dialogar, y les llamó “interlocutores válidos”…y “hombres de paz”.
Ha rectificado a tiempo.
Más vale tarde que nunca.
Tú sigues “erre que erre” y tu persistencia en el error te ha incapacitado para ganarte la simpatía de tu propio pueblo, que te ha gritado un “BASTA YA” innegable, y por eso te has tenido que ir, resentido, humillado y amargado.
Sólo dijiste una verdad en tu discurso de despedida.
Y es que Zapatero… “no es de fiar”.
Eso la sabemos todos, y tú también lo sabías, pero le has estado apoyando mientras servía a tus intereses inconfesables.
Ahora pareces haber descubierto la cuadratura del círculo.
El mismo número uno a las próximas elecciones al Parlamento Europeo del PSOE manifestaba ayer que Zapatero había incumplido muchas de las promesas a sus propios correligionarios, aunque lo justificaba como “una exigencia del liderazgo”.
No es para nada verdad, pero si con esa explicación duerme mejor, allá él.
Ahora queda por recorrer el mismo camino que debió empezar a recorrerse hace cinco años y que es el que se llevada andando desde 1996, con la diferencia de que se han perdido cinco años y se les han dado cinco años más de oxígeno a los etarras.
Espero y deseo de todo corazón que sea verdad la declaración de voluntad de Patxi López, y ponga todo su empeño en perseguir, encarcelar y hacer cumplir íntegramente las condenas a toda esa gentuza que vive del crimen, para disuadirles de seguir matando como forma de vida.
Solo así se podrá vivir en paz y armonía en ese precioso rincón de España, en el que la gente ya no morirá asesinada por el simple hecho de no pensar como sus asesinos… si es que éstos tienen capacidad de razonar… ¡¡¡que siempre lo he dudado!!!
Creo que el día en que has salido del Gobierno Vasco será recordado por todos los españoles, y muy especialmente por los vascos de buena fe, como uno de los días más brillantes de la reciente Historia de España y del País Vasco.
Vaya Vd. con Dios Sr. Ibarreche… y déjenos la PAZ… con nosotros.