Salvem el caqui
Nuestros agricultores producen el 90% de toda la producción europea de caqui y en nuestro territorio, además, se ubican la mayor parte de empresas que operan en el sector. Unas cifras que demuestran la importancia de esta fruta en el conjunto de la agricultura valenciana.
La climatología que venimos sufriendo no está ayudando a la producción, una realidad que, junto al incremento de plagas, está provocando graves daños a las cosechas. Desde el sector se habla de ‘cosecha catastrófica’ para este año. En las últimas semanas hemos podido reunirnos con cooperativas que nos han podido trasladar, en primera persona, los principales problemas a los que se están enfrentando sin que, hasta la fecha, ninguna institución pública esté haciendo nada por ayudarles. Me han trasladado que la merma en la producción de este año será de más del 65%. Un verdadero desastre. El sector prevé que la producción apenas alcanzará las 150.000 toneladas de caquis, convirtiéndose en la peor cosecha que recuerdan.
Los productores son conscientes de que hay situaciones que son impredecibles, pero es igualmente cierto que hay circunstancias que dependen, única y exclusivamente, de una gestión política de la que ellos se ven directamente afectados y que contemplan con total indignación. Las plagas son un buen ejemplo. Una plaga, en sí misma, puede resultar impredecible, pero las armas con las que los agricultores pueden luchar contra ellas dependen en exclusiva de la gestión política del gobierno de turno.
La Unión Europea ha prohibido la utilización de materias activas que se utilizaban para combatir las plagas en el campo sin ofrecer alternativas viables y reales. Es lamentable cómo, quizás por total desconocimiento, se hace cada día más difícil el trabajo a los agricultores. Este problema se incrementa con la falta de normas recíprocas que Bruselas debería aplicar, ya que el uso de estas materias activas sí está permitido en terceros países de los cuales importamos alimentos y sin embargo la legislación europea los prohíbe.
Les he enumerado una serie de problemas que son muy grandes para quiénes los padecen y la obligación de los que trabajamos desde las instituciones es trabajar por dar soluciones. Por eso, desde el Grupo Popular en la Diputación de Valencia vamos solicitar en el próximo pleno que se inste a la Generalitat Valenciana a que se creen planes de empleo extraordinarios que puedan ofrecer alternativas laborales a los trabajadores que se dedican a la producción de caqui y que, debido a las pérdidas de este año, se encuentran desempleados. Ese es, y debe ser siempre, el objetivo principal de la política. Confío que el resto de grupos se sumen a esta propuesta, no por sumarse al grupo político que represento, sino por sumarse a los agricultores que, generación tras generación, nos han venido representando a todos y cada uno de los valencianos con su trabajo diario.
Además, seguiremos luchando por los precios justos de los productos del campo y denunciando la subida de los costes de producción, es el lema de la campaña que iniciamos el pasado mes de septiembre con el objeto de que nuestras naranjas, nuestras uvas, nuestras aceitunas o nuestros caquis tengan unos precios dignos y para eso hace falta que los que gobiernan muestren su compromiso con el sector primario.
