Pasqua a Onda
Hay momentos que nos devuelven la capacidad de disfrutar de lo sencillo. Y en Onda, la Pascua es precisamente eso: un reencuentro con las pequeñas cosas.
Pasear por la Pinada del Salvador y ver a los niños corretear entre los pinos, escuchar sus risas mientras juegan, o ver a las familias reunidas alrededor de una mona… son escenas que hablan de lo que somos en Onda.
Cada año, desde el Ayuntamiento, trabajamos con ilusión para que esa esencia no se pierda. Y lo hacemos desde todos los rincones: con actividades para los más pequeños con la Peque Pasqua, con propuestas para jóvenes con Pasqua Jove en el Casal, con espacios para la música como los bailes del CIM, la cultura con una Pasqua de Cinema en la Biblioteca y nuestras raíces con las visitas teatralizadas. Este año, más de veinte citas diferentes invitan a salir, disfrutar y vivir juntos esta época del año tan nuestra.
Pero si algo me emociona especialmente, es ver cómo Onda se llena de vida. Cómo las generaciones se mezclan. Cómo lo de siempre convive con lo nuevo. Cómo la Pascua Taurina sigue latiendo con fuerza. Y cómo nuestros jóvenes encuentran en el Sonora un lugar propio donde la música se convierte en punto de encuentro.
Cuando cuidamos nuestras tradiciones y las hacemos crecer, también estamos cuidando de nuestra identidad. Estamos diciéndonos, una vez más, que merece la pena quedar, encontrarnos, compartir y celebrar.
Porque la Pascua en Onda se convierte, año tras año, en una de las épocas más bonitas para estar en casa. Y porque Onda, en Pascua, siempre es el mejor lugar para quedar.