La cortina de humo
La cortina de humo es una película estadounidense de 1997, dirigida por Barry Levinson e interpretada por Dustin Hoffman y Robert De Niro. El film trata sobre una guerra ficticia contra Albania, que monta un productor de Hollywood, con el objetivo de desviar la atención de los ciudadanos sobre un escándalo que afecta al presidente de los Estados Unidos. Lo que en política se conoce como cortina de humo.
En España también tenemos nuestra película, pero esta por desgracia es real. Desde Moncloa studios no paran de crear infinitas maniobras de distracción, enfocando el debate a temas incandescentes como la amnistía, la persecución de los jueces o el señalamiento a todo español, desde periodistas a empresarios, que no acaten su pensamiento único (1984. George Orwell). Todo vale para que la sociedad no hable de lo que verdaderamente importa, como la subida del precio de los alimentos, el imposible acceso de los jóvenes a la vivienda, el colapso de la sanidad pública o el paro.
En Castellón también han intentado correr un tupido velo para acallar la gran preocupación del sector cerámico, que representa el 19,7% del PIB industrial de la Comunidad Valenciana y que sustenta a decenas de miles de familias, por el ninguneo del Gobierno a sus demandas para paliar la crisis y el irrisorio paquete de limosnas que han concedido. Para este Gobierno, Castellón es una pequeña mancha en el mapa intrascendental para sus objetivos de poder.
Pero lo que quizás aún no saben es que en esta tierra vive gente valiente que con mucho esfuerzo ha levantado empresas que dan trabajo a miles de personas y que han conseguido liderar la calidad y la innovación cerámica en el mundo. Los castellonenses estamos orgullosos de este legado y no estamos dispuestos a agachar la cabeza ante un trato injusto y condescender a la falta de respuesta del ministerio de Industria ante la llamada de auxilio del sector cerámico.
Las ayudas concedidas hasta ahora, aún con todas las trabas administrativas y el inexplicable requisito de pago a proveedores a menos de 60 días, apenas han cubierto el 3,5% del sobrecoste experimentado por el sector desde 2021. Por eso, no podemos consentir que a la pregunta de esta senadora sobre si el Gobierno tiene previsión de nuevos programas de ayudas de apoyo a la industria gasintensiva, la respuesta sea un rotundo y duro NO. ¿No a qué? ¿No a que decenas de miles de personas puedan mantener su empleo? ¿No a impulsar el sector locomotora de la provincia de Castellón? ¿No a seguir liderando la innovación cerámica mundial? ¿Quién y qué marca el criterio? Porque curiosamente en la otra ribera del Ebro es Sí a todo, incluso a lo humillante, inconstitucional e indigno.
Ahora llega CEVISAMA y la cerámica castellonense volverá a demostrar al mundo lo que es. Un excepcional producto que viste millones de hogares, plazas, calles y edificios en todo el mundo. Nuestros empresarios han sabido reinventarse siempre y han superado todos los obstáculos que se han encontrado por el camino, por eso estoy convencida que, pese al Gobierno, tenemos un gran futuro por delante. CEVISAMA será el mejor escaparate de nuestro saber hacer, talento y excelencia para reimpulsar un sector al que se lo debemos todo.
Y este viento tan fuerte se llevará toda cortina de humo que nos pongan por delante.