Moncofa, de aquellos fangos, estos lodos
Recientemente he oído repetir a varios concejales de la oposición que si Moncofa ahora esta tan bien es gracias a la herencia que hemos recibido. Nada más lejos de la realidad. De hecho, todo lo contrario.
Para los vecinos de siempre es de sobra conocida la calamitosa situación en la que se encontraba la población y las arcas municipales cuando en 2015, con minoría el pueblo, me eligió. A mí y a cuatro concejales más como nuevos gestores de nuestro municipio.
Impuestos desorbitados, parques abandonados, calles y caminos rurales en pésimo estado, una playa con vertidos y que había perdido una de sus banderas azules, un ayuntamiento paralizado, etc.
Y aunque en el año 2010 el partido socialista acababa de cobrar 6.000.000 de euros del canon del alcantarillado, que, en vez de destinarse a la renovación del mismo, se tuvieron que destinar a pagar a proveedores y las nóminas de los trabajadores del Ayuntamiento un par de años después; en 2012 el gobierno socialista de Moncofa aún tuvo que pedir al gobierno de Mariano Rajoy que le avalara con otros 8 millones de euros para pagar facturas en el cajón. Ayuda solo superada en la provincia por los avales solicitados por Castellón capital y La Vall d’Uixó, ambas poblaciones de un tamaño considerablemente mayor a Moncofa.
Dieciséis años de gobiernos PSOE y Bloc (dos legislaturas) habían dejado las arcas municipales “en situación de quiebra” según un informe de la propia secretaría del Ayuntamiento. Y eso justo después de haber obtenido ingresos millonarios, que habían convertido a Moncofa en una de las ciudades con mayores ingresos de la provincia. Moncofa paso en pocos años de ser el cuarto mayor presupuesto de la provincia, a ser la tercera población que más dinero pedía al gobierno central para pagar a sus proveedores.
Y esa solo es parte de la herencia envenenada. Porque no solo es que después de tener unos ingresos municipales millonarios se dejaran al ayuntamiento en situación de quiebra, sino que se dejó firmado un acuerdo con ACUAMED por el cual en cualquier momento nos pueden girar una factura anual de más de 1.000.000 de euros. También se dejó sin acabar una piscina, que debían de pagar los urbanizadores con un coste de 3.000.000 de euros en obra pendiente. También se mal gestionó un PAI (Belcaire Sur) que el pueblo va a tener que terminar, obra valorada en 15.000.000 de euros y que dejaron abandonar a sus amigos los urbanizadores. También se permitió que los urbanizadores se quedaran a bajo precio todas las parcelas urbanas y obtuvieran grandes beneficios. Y también se quedaron 5 PAI’s estancados sin finalizar, etcétera, etcétera.
Y es por todo lo anterior que desde 2015 el Ayuntamiento no ha podido realizar grandes obras. Se ha abierto la Biblioteca Municipal, el Museo Etnológico, al campo de césped artificial, los parques del “Barco” y del “Yeti”, la Sala de Exposiciones María Sorolla y Pleamar, las nuevas dependencias de Servicios Sociales o Intervención… Y ahora tenemos en marcha el Espai Jove, la Ampliación del Polifuncional y la carpa polivalente. Muchas obras, necesarias, pero ninguna obra faraónica, obras de mediano tamaño porque pagar 15 millones de euros para terminar el PAI con un presupuesto anual inferior a esa cantidad no va a ser fácil. Y no olvidemos que, en plena crisis, cuando el desempleo estaba disparado, cuando nuestros vecinos no encontraban un lugar donde trabajar y cuando PSOE-Bloc había subido los impuestos estuvimos al lado de todos, de los más necesitados, de los que no tenían trabajo, de los que no podían pagar los impuestos (bajándolos) y también saneando la situación económica porque sabíamos lo que estaba por llegar.
Por eso, permítanme decirles que, si Moncofa se encuentra lo bien que se encuentra no es gracias a la herencia del PSOE-BLOC, es a pesar de la herencia envenenada recibida.
