Una canción de Serrat
Y dice la canción: “No hago otra cosa que pensar en ti, para alagarte y para que se sepa, tomé papel y lápiz y esparcí… las prendas de tu amor sobre la mesa. Buscaba una canción y me perdí, en un montón de palabras gastadas, no hago otra cosa que pensar en ti, y no se me ocurre nada…” Y así estamos, sí señor, porque a los de nuestra generación no se nos puede comprender sin la banda sonora de Serrat como música de fondo. Te podrá gustar más o menos su voz trémula, saberte las letras o no saberlas, canturrear Mediterráneo hasta el éxtasis o con media turca de gintònic, pero que a nadie deja indiferente Joan Manuel, eso es rigurosamente cierto. Pero no voy a hablar ahora del cantautor de mis suspiros juveniles que tiempo habrá, sino de la inspiración de una de sus muchas canciones.
Con la llegada del nuevo año, y siguiendo la línea argumental de la canción serratina citada, me he planteado muy seriamente “dejar de fumar” dice la canción de marras, y yo digo, dejar de escribir. Dejar de fumar ya lo hice por fuerza mayor. Respirar para vivir y vivir para respirar, versión radical de Manuel, enfermero de la UCI del Hospital la Plana. Y aunque no he hecho otra cosa que pensar en ti (L’Alcora) desde que nací, para alagarte y para que se sepa, y tomé papel y lápiz y esparcí las prendas de tu amor sobre la mesa, aunque no me he perdido en canciones, ni en palabras gastadas, ni las musas han “pasao de mi y no se me ocurre nada”, me cuesta cada vez más escribir sobre ti.
Si solo busco el alagarte, te pavoneas; si te critico me pelas como a un conejo, si me alejo por la arcadia feliz campestre, entonces esquivo la realidad e idealizo. Si entro en el coto privado de “alguien” se siente agredido, si doy mi opinión fuera de la onda general, sienta mal y se cabrean, me insultan en la primer tertulia de bar casposo y acaban argumentando mi infinita ansia de protagonismo, y así desde el camí del Martinet al real de Chodos, y desde el Pla de Morvedre hasta Torremundo. O sea, que lo mires por donde lo mires, la cosa literaria anda chunga si me salgo de los cánones aceptables político-correctos y las biografías cariñosas de personas a las que quiero, admiro y respeto. ¿Y qué hacer? Uno no vive de la escritura, no me da ni propinas, bien lo sabe quien dirige este espacio del periodic.com y si lo piensas a fondo, quebrantos sin paga, mal negocio.
Un dilema pensado y repensado en estos días del aniversario de mi nueva vida, y de las fechas propias de la Navidad y Año Nuevo, donde la época invita a hacerse planteamientos y revisiones de vida. Así que en esas estoy amigo lector. Pensando y repensando qué “Camins” seguir por esta Alcora de mis amores. Si contribuir a la euforia autocomplaciente y generalizada de ser o creerse siempre los mejores en todo, mejores en deporte, en arte, en cerámica, en tradiciones como ocho mil rollos este año y diez mil prims el otro, en tocar el tambor mejor que los de Híjar o morir en el empeño; en los medievales más puros y purísimos de los reinos de Castilla y Aragón, vamos en todo hay que rallar en lo más alto o no podrá ser de otra manera. O comenzar por admitir que tenemos unos fiascos y carencias de campeonato, que la cosa no está para bollos, que hay mucho desperdigolado y desnortado sueltos, que hay que echar no una mano, sino las dos a los desahuciados de esta sociedad tanto físico como psíquicos; que se nos muere el alma de las cosas de tanto usarlas y abusarlas, y que al final lo que cuenta, no es ser el mejor contra nadie, sino ser bueno con todos y pasarlo bien, que esto son cuatro días, y ya vamos para el cuarto.
Y para más coñas marineras se echa encima de la chepa un año electoral para alcaldes y concejales que resultará insufrible con las autonómicas en barrecha. Cruces de navaja mitinera a partir de ya. Como para hablar del concejal a propósito de saetas envenenadas y otras zarandajas que te cuestan el oprobio y el destierro. Más medieval imposible. Así que antes de tomar la decisión definitiva sobre el asunto que me ocupa y preocupa, voy a rescatar del polvo la discografía de Joan Manuel Serrat, en versión cassette, Long Play y Cd, para desentrañar, como las sibilas de la antigüedad, en las entrañas de sus ranuras micro surcadas del vinilo, qué me deparan para el futuro, los textos sagrados del noi del Poble Sec. Admito sugerencias del respetable. Y no valen, “Hoy puede ser un gran día” ni “Paraules d’amor” por razones obvias, oigan.