El problema de ser madre en España
La crisis en España ha afectado en todos los aspectos que podía hacerlo, no sólo a nivel laboral y económico, también se ha visto perjudicada en el ámbito familiar, sobre todo en la parte que le corresponde a la mujer en su papel como madre.
A lo largo de los último 30 años la maternidad en España ha evolucionado al igual que lo ha hecho el protagonismo de la mujer en el área laboral.
En los 80, algunas mujeres optaban por dejar su trabajo y dedicarse plenamente a sus hijos y su hogar. Esto implicaba que con un sueldo se podía vivir y criar a más de un hijo.
Con el tiempo son más las mujeres que se han ido incorporando a la vida laboral, en algunos casos adquiriendo puestos que hace justo 30 años era impensable que una mujer pudiera desempeñar. En la actualidad son muchas las mujeres que tienen estudios superiores y de posgrado y que intentan buscarse un hueco en este país.
Desgraciadamente la crisis que llevamos arrastrando no ha favorecido mucho, puesto que ha pospuesto las metas y objetivos de la mayoría de ellas. También lo ha hecho con los hombres, pero la diferencia radica en que muchas mujeres quieren ser madres y no pueden por diferentes motivos. Entre estos el principal es la economía, pues a veces con dos sueldos no es suficiente y por ello hay que pensar bien el ser padres.
Por otro lado, si la mujer tiene una carrera profesional, cuando esta viene a despegar es a partir de los 30 años como pronto. Esto sin contar lo que ha retrasado la crisis y la falta de empleo, cosa que empeora las cosas.
Estos son motivos suficientes por los que muchas mujeres no son madres hasta los 35, 38 o incluso 40.
Ser madre implica sacrificios, entre ellos sacrificar algo por lo que han luchado toda su vida, su profesión, algo que no hacen los hombres para ser padres.
Si a esto se le añade que estas mujeres viven lejos de su familia y no tienen ayuda para criar a sus hijos, la dificultad incrementa. En ocasiones las distancias hacen que los abuelos no puedan echar una mano como les gustaría.
Si es este el caso, deben confiar en las guarderías para dejar a sus hijos, además de tener que pagar bastante para que estos estén bien atendidos mientras ellas cumplen con su horario laboral.
He aquí otro gran problema, la conciliación de la vida laboral con la familiar, algo con lo que la mujer ha venido luchando durante años, y que por desgracia en España continúa igual.
Y digo yo, que ahora que existen mujeres en puestos directivos, con altos cargos, o incluso en el propio Gobierno, algo se podrá hacer para mejorar la calidad de vida y favorecer la maternidad.
