Tradición con premio
En la edición de este año, entre otros premios, hubo dos dirigidos a distinguir a sendas fiestas tradicionales; a las Gaitas, como centro de las celebraciones magdaleneras en las que se conmemora la fundación de la ciudad de Castellón; y también a la entrada de Toros y Caballos de Segorbe.
Casi por las mismas fechas en las que se creaba Castellón de la Plana, en Segorbe, al menos desde el siglo XlV, viene celebrándose este singular encierro hoy, pero que antaño era algo común.
Acompañar a los toros hasta la plaza con caballos era algo habitual cuando no existían vehículos a motor, Joaquín Sorolla lo refleja magníficamente en su cuadro Andalucía.
Incluso en la ciudad de Valencia, desde el cauce del río Turia, entonces con agua, hasta la plaza de toros, transitaban toros escoltados por caballos por la que hoy es la comercial calle de Colón.
Con el transporte rodado se ha ido perdiendo esta costumbre en todas partes excepto en Segorbe, donde orgullosamente se ha mantenido, y hoy ese respeto por las tradiciones de nuestros padres ha tenido este galardón y otros muchos, como ser la primera fiesta de la provincia declarada de Interés Turístico Internacional o disfrutar de publicidad y de la rica afluencia de miles de personas.
Esta celebración única, no solo por ser un encierro acompañado de caballos sino por no tener barreras, ha sabido ha vivido todo tipo de vicisitudes; en 1592 el propio Obispo de Segorbe recordaba a sus clérigos que si asistían a los festejos taurinos serían excomulgados, y alguno de nuestros párrocos se aprestan valientemente a cortar la cuerda del toro embolado.
Especialmente oportuno resulta este premio Gregal a la ancestral tradición taurina segorbina cuando en algunas tierras de España se prohíben las corridas.
Al final estas son tradiciones con premio, la justa retribución, en forma de público y diversión, a la lealtad con nuestros antepasados que supone ser respetuoso con el legado inmaterial del que hoy disfrutamos.