Gibraltar crece, Melilla mengua
Nadie parece haberse enterado de que lideramos la costosa Alianza de Civilizaciones.
Ayer Gibraltar, hoy Mellilla y Ceuta, mañana…
Gibraltar crece, ganándole metros al mar y lo que fue un peñón, que junto a Menorca cayó en manos inglesas, pronto tendrá una nueva urbanización de lujo en lo que siempre fue territorio español.
No contentos con hostigar a la Guardia Civil en su lucha contra el narcotráfico, en un nuevo desafío, las autoridades gibraltareñas llevan a cabo desproporcionadas actuaciones que inevitablemente repercuten en la costa española.
Cuando nuestro Ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos viajó a Gibraltar, en el enésimo error gubernamental, para darle la entidad de Estado a lo que siempre será una colonia británica, debió pensar en que pronto sacarían pecho ante nuestra tibieza.
Y mientras el Peñón, ocupado ilegítimamente en 1704 y afianzado por Gran Bretaña con el Tratado de Utrech en 1713, crece, los terrenos neutrales en torno a Melilla y Ceuta han sido ocupados por marroquíes con la complacencia de su gobierno y ante la desidia del nuestro.
Los marroquíes bloquean la entrada de fruta, verdura y pescado a Melilla mientras exportan sus productos a la Unión Europea, a costa de los nuestros, con la mayor de las facilidades.
En España residían, el pasado año, 710.000 marroquíes, el dinero que envían a su país es una de las principales fuentes de ingresos exteriores, y sin embargo su gobierno no es capaz de limitar, ni los boicots de productos en la frontera, ni los insultos y las acciones contra nuestro país y su policía.
Esta es una situación difícilmente comprensible en otro país occidental.
Todos se atreven con Zapatero, su debilidad en lo económico y su tibieza en la política exterior e interior, es aprovechada por todos, dentro, por el separatismo, y fuera por los vecinos.
Zapatero, indolente él, no actuará frente a Marruecos, como con la crisis económica dejará que el problema crezca indefinidamente, hasta que las consecuencias las paguemos todos.