Nuria Montes niega un problema de turismofobia en la Comunitat Valenciana: “No hay una presión turística insostenible o insoportable"
La Generalitat está trabajando en la modificación de la normativa de viviendas turísticas, preparando una batería de medidas que contribuyan, sobre todo, a mejorar su regulación
La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, ha apelado a “la hospitalidad y la convivencia como actitudes para presidir la industria turística”, que en el caso de la Comunitat Valenciana “aporta el 16 % a la economía autonómica”.
Nuria Montes ha mostrado su disconformidad con todos aquellos que intentan transmitir el mensaje de turismofobia y de odio a los turistas, porque “no podemos prescindir de la actividad turística, al igual que no podemos prescindir de otras actividades”, ha recalcado.
Así se ha pronunciado en Madrid la responsable de la política turística del Consell, tras haber mantenido una reunión con los dirigentes de Destinia, una de las principales agencias de viaje nacionales que opera en Internet, y en la que colabora Turisme Comunitat Valenciana. El objetivo de este encuentro se ha centrado en la preocupación por la creciente tendencia de brotes de turismofobia y su efecto negativo en determinados destinos españoles.
Contra el turismo masivo, la consellera ha señalado que este tipo de protestas son “manifestaciones absolutamente interesadas y orientadas de tipo político”; y ha recordado que “la Comunitat Valenciana siempre ha sido un territorio caracterizado por su convivencia pacífica entre turistas y residentes".
Asimismo, Montes ha vuelto a incidir que “en la Comunitat no hay un problema de turismofobia”, y ha hecho hincapié en que “no hay una presión turística insostenible o insoportable, y que las cosas se están haciendo bien”.
De hecho, ha remarcado que la Generalitat está trabajando en la modificación de la normativa de viviendas turísticas, preparando una batería de medidas que contribuyan, sobre todo, a mejorar su regulación, contribuyendo así a la lucha contra la economía sumergida y controlar el movimiento de la turismofobia.
Entre los principales pilares en los que se asentará esta nueva normativa, que se prevé lanzar para el inicio de su tramitación este verano, se encuentra el incremento de las sanciones a los infractores y el refuerzo de las competencias de los ayuntamientos, para que puedan decidir la imposición de límites en base a estudios de carga o capacidad máxima.