La Virgen de la Soledad, un faro de fe para Nules durante 126 años
La devoción de un pueblo que encontró en la Virgen su refugio
Hoy, Nules se ha vestido de gala para celebrar un acontecimiento que ha marcado profundamente la identidad de la localidad: el 126 aniversario del nombramiento de la Virgen de la Soledad como patrona del municipio. Esta fecha, que se remonta al 28 de septiembre de 1897, representa un hito en la historia de Nules y un testimonio de la profunda devoción de sus habitantes hacia esta figura religiosa.
La elección de la Virgen de la Soledad como patrona no fue casual. En un momento de gran trascendencia para la localidad, cuando Nules se enfrentaba a un conflicto con el municipio vecino de Burriana por el reparto de aguas, los nulenses buscaron refugio y consuelo en la Virgen. Su fe inquebrantable en la intercesión divina fue recompensada cuando se resolvió el conflicto a su favor.
Como muestra de agradecimiento, el pueblo de Nules decidió elevar a la Virgen de la Soledad a la categoría de patrona, un gesto que selló un vínculo indisoluble entre la localidad y su protectora celestial. Desde entonces, la Virgen de la Soledad ha sido testigo de los alegrías y las penas de los nulenses, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y unidad.
Un hecho histórico ligado al agua
La historia se remonta al 28 de septiembre de 1897, cuando un conflicto por el reparto de aguas enfrentó a Nules y Burriana. En aquel momento, los vecinos de Nules acudieron en masa a la Virgen de la Soledad, pidiendo su intercesión. Tras ganar el pleito y conseguir la ansiada separación de aguas, los nulenses quisieron expresar su agradecimiento a la Virgen.
Así, el 25 de septiembre de 1898, el Ayuntamiento de Nules aprobó oficialmente la celebración de la Fiesta de la Soledad en honor a su patrona. Desde entonces, la Virgen de la Soledad se ha convertido en un símbolo de identidad y unidad para los vecinos de Nules.
Actos conmemorativos
Para conmemorar este aniversario, el municipio ha organizado una serie de actos especiales. A mediodía, todas las campanas de las iglesias, capillas y ermitas de Nules han repicado a vuelo, mientras que se han disparado 30 carcasas de honor en señal de homenaje a la Virgen.
Además, se han llevado a cabo trabajos de adecuación en la "capillita" de la Virgen de la Soledad, ubicada en la calle del mismo nombre, para embellecer este lugar tan querido por los nulenses.
Un sentimiento arraigado
La devoción a la Virgen de la Soledad es un sentimiento profundamente arraigado en el corazón de los nulenses. A lo largo de los años, esta devoción se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndose en una parte fundamental de la identidad de la localidad.